Recomendaciones y oídos sordos



SEÑOR DIRECTOR:

Las recomendaciones de la OCDE al desempeño ambiental del país confirman algo que ya sabíamos: en Chile se prioriza el bienestar económico por sobre el de las personas. Por años hemos advertido a los distintos gobiernos que el crecimiento no puede ser a costa del sacrificio de territorios y de la salud de la gente. Pero este sigue sin ser el criterio que se impone en la toma de decisiones.

En su informe, la OCDE identifica aspectos críticos en nuestro país, como la contaminación del aire y la gestión de residuos. Destaca también la crisis hídrica que enfrentamos y el rol de la industria agrícola y minera en esto; los desafíos de la transición energética, donde se aprecia un aumento de emisiones y que las metas de descarbonización avanzan muy lento, pues el cierre de termoeléctricas se fijó a 2040, condenando a 15 años más de contaminación a las poblaciones afectadas, que siguen dependiendo de compromisos voluntarios de las empresas; y alerta respecto de la posible concentración de cargas ambientales en los lugares donde operen las industrias del litio e hidrógeno verde.

Pese a lo anterior, y en un acto de indiferencia a estas observaciones, este jueves el gobierno nombró como seremi de Medio Ambiente en la Región de Magallanes a un exfuncionario de TEG Chile, empresa que planifica un megaproyecto de hidrógeno verde en la zona que debe someterse a autorizaciones ambientales. Un nombramiento que no hace más que sumar dudas y reducir las garantías de parcialidad sobre el desarrollo de los intereses privados por sobre los comunitarios, otra prueba de que la voluntad política sigue avanzando en el sentido equivocado.

Estefanía González

Subdirectora de Campañas Greenpeace

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