Reforma a Carabineros



SEÑOR DIRECTOR

Hace unos días manifestamos preocupación por la propuesta de aumentar las facultades de Carabineros en materia de narcotráfico, indicando que la pendiente reforma policial debería ser prioridad antes de considerar nuevos proyectos. El jefe de asesores del Ministerio del Interior respondió que desconoceríamos los avances en la materia, no siendo posible esperar la conclusión de la reforma policial para avanzar en otros temas urgentes. A su vez, un ex General Subdirector de Carabineros señala que nuestras críticas manifestarían un desconocimiento del trabajo de la institución y de la realidad.

Ambas respuestas confirman lo señalado en nuestra carta: si bien ha habido algunos avances parciales y algunas investigaciones en casos de abusos, ellas no pasan de ser una serie de medidas desarticuladas e insuficientes. Carabineros no (solo) necesita nuevas cámaras u otra “modernización”: requiere una reforma estructural, con un nuevo diseño institucional a cargo de la seguridad pública, que permita un efectivo control por parte de la autoridad civil ante la autonomía normativa y fáctica de Carabineros. En esa línea se han orientado las recomendaciones de los expertos convocados por el gobierno y el Senado.

Dar prioridad a la reforma no supone desconocer lo que implica gobernar, sino comprender que Carabineros no puede asumir nuevas facultades, en un área compleja como el narcotráfico, en circunstancias en que su mismo rol es objeto de discusión. La reforma es esencial para prevenir futuras violaciones a los DD.HH., y para contar con una policía más transparente, profesional y legitimada, lo que es crucial en una sociedad democrática, en virtud del fundamental rol que cumple Carabineros en nuestro país.

Catalina Fernández Carter

Sebastián Salazar Pizarro

Ricardo Montero Allende

Abogados

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