Reforma tributaria y nueva Constitución



SEÑOR DIRECTOR:

El rechazo de la reforma tributaria abre una oportunidad en el Congreso para hacer una verdadera reforma impositiva pro modernización del Estado, de manera que, por cada peso que aporten los privados para financiar el gasto público, el Estado ponga otro peso por la vía de un menor gasto en burocracia.

Solo así habrá un esfuerzo igualitario entre las personas y el Estado en el financiamiento de las necesidades sociales.

La solución no pasa por pegarle un manotazo a las personas o empresas cada vez que el Estado necesite recursos. El Estado también debe hacer un esfuerzo importante.

Debemos avanzar en una modernización del Estado, pero en una que sea real y vinculante para las autoridades. Los chilenos están cansados de ver cómo los sucesivos gobiernos hacen gárgaras con el tema y hasta ahora nunca ha surgido una propuesta seria. Más bien parece que el Estado está capturado por los políticos y que ellos no tienen ninguna intención de frenar su crecimiento ni menos modernizarlo.

El trabajo de la Comisión Experta que elabora la nueva Constitución, también abre una oportunidad para incluir el principio de responsabilidad fiscal en materia de gasto público. También limitar o “ponerle techo” al crecimiento de la deuda pública, reflejando en la Constitución la obligación de mantener un balance estructural para asegurar una sustentabilidad fiscal de mediano plazo. Esto se llama una “cláusula de freno a la deuda pública”.

Junto con ello, aumentar los quórums para crear ministerios, servicios, organismos y empresas públicas, para evitar que se transformen en botines de los partidos políticos.

Ignacio Garay Pérez

Francisco Orrego Bauzá

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