Respaldo político a la labor de Carabineros

Parece estar tomándose conciencia sobre lo fundamental que resulta para la sociedad contar con una policía efectivamente empoderada y no seguir inhibiendo su quehacer.



El reciente asesinato de un carabinero en el marco de una fiscalización a una carrera clandestina de automóviles, así como las agresiones de que ha sido objeto personal policial en los últimos días, han generado por lo visto no solo un profundo sentimiento de indignación en la sociedad, sino también han tenido amplias repercusiones en el mundo político, donde esta vez no ha existido ambigüedad para condenar estos hechos y respaldar la labor que desempeña la institución.

El propio Presidente de la República tuvo palabras meridianamente claras al señalar que “Carabineros cuenta con todo nuestro apoyo (…) Yo espero que transversalmente no solo condenemos estos actos de violencia (…) sino que todas las instituciones del Estado, partiendo por nosotros el Ejecutivo, el Legislativo y también el Poder Judicial estén a la altura para que esto no se siga repitiendo”. El Mandatario agregó que “he visto con indignación cómo algunos sectores se sienten con la atribución de agredir a nuestros carabineros. Quiero ser muy claro, este tipo de acción no la vamos a tolerar”. El jefe de Estado también instruyó la expulsión de un grupo de extranjeros que agredieron a personal de Carabineros en la ciudad de Puerto Montt, medida que en todo caso quedará condicionada a procedimientos judiciales.

Estas reacciones tienen lugar en medio de un duro momento que atraviesa Carabineros, que solo este año ha debido padecer el asesinato de tres de sus integrantes en actos de servicio, algo que no ocurría desde hace dos décadas. Las cifras indican que entre enero y el presente mes se han registrado más de 900 funcionarios agredidos, hechos que dan cuenta de un ambiente cada vez más violento en que la policía debe desempeñar sus funciones. El propio general director de Carabineros relevó un sentimiento que recorre a la institución, al hacer ver que muchas veces los delincuentes que agreden a policías quedan en la impunidad, alertando sobre la necesidad de que la institución reciba un “respaldo real” en su quehacer.

Sería un avance significativo si detrás de estas reacciones hay un punto de inflexión, tal que se tome conciencia sobre lo fundamental que resulta para la sociedad contar con una policía efectivamente empoderada y que frente a hechos de violencia no existan relativizaciones o explicaciones que busquen minimizar su gravedad. Es un hecho que sectores que hoy están en el gobierno desplegaron en el pasado campañas muy contrarias a la labor de Carabineros, estigmatizando su labor y cuestionando cualquier uso de la fuerza. Hoy parece estar tomándose mayor conciencia del daño que se inflige la sociedad cuando se debilita o se inhibe el quehacer de las policías, lo que desde luego no implica que su actuar carezca de control judicial y deba responder por actos al margen de la ley.

Cuando la delincuencia y el narcotráfico se ha tornado probablemente en la mayor preocupación de la ciudadanía, se hace evidente lo fundamental que resulta contar con cuerpos policiales dispuestos a cumplir con su deber. Sin perjuicio de que puede haber espacio para seguir reforzando las sanciones penales en caso de maltrato o asesinato de carabineros, el mayor problema no parece estar ahí, sino en permitir que las facultades que la ley ya le entrega a las policías se puedan ejercer sin temor a un permanente cuestionamiento desde la política.

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