Solidaridad

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SEÑOR DIRECTOR:

“Caridad” es limosna que se da o auxilio que se presta a los necesitados. “Solidaridad”, en cambio, se entiende como la unión y colaboración para alcanzar un fin común y se acerca más a los conceptos de ayuda, respaldo o protección.

La coyuntura que enfrentamos como sociedad se relaciona mucho con esto: la subsidiaridad del Estado y el individualismo que nos caracteriza se llevan bien con la caridad, como cuando aportamos unas monedas a la Teletón una vez al año. Pero no conversan mucho con la solidaridad que, en el ejemplo, se orientaría al esfuerzo común para tener un sistema de salud público capaz de satisfacer las necesidades de todos, sin bingos o teletones.

Algo parecido ocurre con las pensiones. Todos queremos mantener lo poco que tenemos; que no nos “expropien” los fondos y que sean heredables. Pero, ahora, además queremos que un eventual incremento de las cotizaciones, que no saldría del sueldo sino de aportes del empleador y el Estado, también sea parte de “mis fondos” y no de un fondo común o solidario. Queremos que no nos expropien y que sean heredables las platas que hoy no tenemos y que tampoco saldrán de nuestro bolsillo.

En este caso, la solidaridad de un fondo común que permita un mejoramiento de las pensiones de quienes están más carenciados no nos importa mucho. Al final, cuando nos encontremos con un anciano que recolecta cartones, limpia parabrisas o, simplemente, mendiga en una esquina, le daremos unas monedas, diremos que somos solidarios y seremos felices.

Iván Fuenzalida Suárez

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