SEÑOR DIRECTOR:
El viernes pasado, en el marco de la negociación por la Ley de Presupuestos, el gobierno y el Senado acordaron una serie de medidas para tratar de resolver la crisis que viven los 30 mil alumnos de Atacama que estuvieron casi tres meses sin clases por el paro de profesores.
Una de las medidas acordadas propone la flexibilización del uso del 10% de la Subvención Escolar Preferencial (SEP), según criterios establecidos, y la ampliación del acceso al transporte escolar rural. Asimismo, se propone “retomar, a la brevedad, la tramitación del Proyecto de Ley que extiende y moderniza la Subvención Escolar Preferencial, ingresando, entre otras, indicaciones que se hagan cargo de reincorporar las normas relativas a la educación especial”.
Valoramos especialmente el reimpulso a este proyecto, ya que no solo aborda la autonomía necesaria para adaptarse a las demandas específicas de cada comunidad educativa, sino que también apunta a la inclusión y el apoyo a estudiantes con necesidades específicas.
Desde Pivotes hemos estado impulsando este año la reactivación de este proyecto de ley que dormía en el Senado, logrando que en junio pasado se volviera a poner en la agenda legislativa. Lamentablemente recibió una serie de indicaciones que iban en la dirección contraria a la flexibilización, de las cuales seguimos esperando que el Mineduc explique formalmente sus objetivos en la comisión.
La SEP está destinada a los niños más vulnerables del país, pero está encadenada por tantas restricciones burocráticas que muchos establecimientos prefieren no utilizarla. Hay más de 500 mil millones de pesos sin usar de esta subvención desde que entró en vigencia, monto destinado para apoyar a los miles de niños más vulnerables de nuestro país, y que nos hace preguntarnos por qué a nadie le importa.
Angélica Cepeda
Directora Ejecutiva de Pivotes
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