SEÑOR DIRECTOR:

A diario vemos cómo la modernidad contribuye a diversos aspectos del desarrollo del ideario, historia e impronta de las comunidades, donde diversas iniciativas, además de representar un avance tecnológico, son un compromiso con la representación e imaginario social. Un claro ejemplo de ello es el traslado de la Casa Lopetegui Mena en la ciudad de Valdivia, proyecto emblemático que merece nuestra atención y reconocimiento.

El desafío de mover una estructura de gran tamaño como esta, aproximadamente 30 metros desde su ubicación original, para facilitar la construcción del puente Cochrane, involucra una planificación meticulosa y la aplicación de tecnologías avanzadas en el campo de la ingeniería civil. Este tipo de operaciones requiere un análisis detallado de la integridad estructural del edificio, la selección de los sistemas de soporte y traslado más adecuados, y una comprensión profunda de los suelos y las condiciones del sitio para garantizar una reubicación exitosa sin dañar la edificación.

El uso de patines para el traslado de estructuras representa una técnica de ingeniería especializada que requiere de innovación constante para adaptarse a las características únicas de cada proyecto. La precisión en el cálculo de cargas, la distribución equitativa del peso y la coordinación de movimientos son aspectos críticos que aseguran el éxito de tales emprendimientos.

Desde la educación superior técnico profesional inculcamos a nuestros estudiantes no solo el respeto por la historia, la innovación y la ética profesional, sino que también ofrecemos un caso de estudio invaluable de cómo la tecnología se aplica en la resolución de problemas reales, equilibrando el desarrollo y la conservación. Estas iniciativas deben ser valoradas y relevadas por la comunidad, inspirando a futuras generaciones a buscar el equilibrio entre el progreso tecnológico y la preservación patrimonial.

Marcelo Lucero

Director Escuela de Construcción e Ingeniería AIEP