Paula 1130. Sábado 14 de septiembre de 2013.

PICHILEMU, CAPITAL SURFISTA

Más de setenta mil turistas visitan cada verano este balneario, ubicado en la VI Región, a 259 km de Santiago. Muchos son deportistas y aficionados que llegan a practicar surf, windsurf y kitesurf. Playas como La Puntilla e Infiernillo tienen excelentes condiciones de viento y oleaje, sin embargo es Punta de Lobos la más extrema de todas, donde las olas alcanzan hasta 6 m de altura y se celebran importantes campeonatos mundiales.

ANTES DEL AGUA

Trinidad y Janelle revisan a diario el sitio www.windguru.cz para chequear los factores fundamentales antes de entrar al mar: el viento sur, la marea y la cantidad de arena que se acumula donde quiebra la ola. Que esté nublado y que haga frío no son limitantes para quienes usan el mar como cancha de entrenamiento. "Sería idílico practicar surf en aguas cálidas y en un clima tropical, como en Hawai. El gélido mar de Pichilemu le da un toque tortuoso al deporte, solo apto para a quienes realmente les apasiona el surf", dice Janelle, mientras encera su tabla para evitar resbalar de ella cuando esté en el agua. Si las condiciones son favorables las surfistas se meten al mar todos los días: al menos dos horas en la mañana y dos horas en la tarde.

Trinidad Segura y Janelle Anderson practican a diario surf en Punta de Lobos. Además, comparten –hace casi dos años– una casa frente al mar. "Desde 2008, tal vez un poco antes, a Pichilemu llegan cada vez más y más surfistas. Los fines de semana se pueden ver a unos cincuenta metidos en el agua y hay que esforzarse para lograr tomar una ola y apropiarse de ella", dice Trinidad. Aquí las amigas saliendo del agua.

JANELLE ANDERSON

Es hija de padres californianos y surfistas que llegaron a Chile a principios de los 90. Tras vivir en Santiago, donde nació Janelle (20 años), se trasladaron a Pichilemu.  Janelle cuenta que solo tenía meses cuando, junto a su hermana Jessica (23) –campeona nacional en cuatro oportunidades–, su padre las subía arriba de la tabla para correr olas. A los 10 ya era una experta y a los 15 ya competía a nivel internacional. "El surf exige constancia y vivir cerca del mar me ha permitido entrenar desde siempre", dice. En lo que va del año lleva seis campeonatos y varios segundos lugares. En octubre viajará a Isla de Pascua para participar en su séptimo torneo.

TRINIDAD SEGURA

Tenía 13 años cuando se subió por primera vez a una tabla en Maintencillo. Para Trinidad Segura (24 años) fue amor a primera vista. Tanto, que sin permiso de su mamá se escapaba de Santiago para partir a Pichilemu a meterse al mar. A los 16 se tomó en serio esta pasión y junto a su madre se instalaron a vivir allí. Ha viajado por el mundo compitiendo en diversos torneos y viene llegando de una gira por Indonesia, Australia y Panamá con el único obejtivo de encontrar las mejores olas. "Compito desde los 16 y ahora prefiero tomarme el surf de manera más recreativa, me relaja, pero a la vez me llena de adrenalina", dice Trinidad, quien también es fotógrafa y creadora de la productora www.sirenas.cl, que organiza campeonatos, eventos y campamentos para principiantes que combinan yoga y surf.

CUERPO EN FORMA

"Eso de que las surfistas son flacas y finitas es un mito", asegura Janelle, quien agrega: "el surf trabaja fuerza de brazos, ya que hay que remar con ellos para alcanzar una ola, lo que ensancha mucho la espalda". Por ello, el ejercicio no solo se hace en el mar, sino que también fuera del agua. Dos veces a la semana, Janelle y Trinidad practican una rutina de una hora de  ejercicios anaeróbicos para fortalecer espalda y abdomen, que les permite mantener una buena postura, ya que sobre la tabla deben estar, por lo general, inclinadas. También tonifican piernas y glúteos con estocadas y sentadillas. Para el trabajo cardiovascular, trotan, muchas veces en la arena, o hacen baile entretenido.

Tres veces a la semana practican yoga que también les ayuda en postura, flexibilidad, agilidad, equilibrio y concentración. "Ejercitarse es muy importante, ya que antes de competir uno come muchos carbohidratos de rápida digestión, como pastas. Y tras dos horas surfeando sales con ganas de comer cosas muy energéticas", dice Janelle.

"Además de la capacidad física, el talento de un surfista tiene que ver con su capacidad para 'leer la ola', que es la habilidad de interpretar y predecir cómo se va a comportar: en qué momento va a romper o si va a ser tubular, por ejemplo", explica Trinidad, antes de tomar su tabla, recostarse sobre ella y remar con sus brazos hasta llegar lejos de la orilla. "Para mí es un éxito cuando puedo correr más de seis olas. Y una ola no tiene que ser grande para ser buena; basta que sea tubular, con buena pared, veloz y con energía", dice la surfista.

CUIDADOS DE BELLEZA

La triada: sol, arena y mar, causa resequedad, despigmentación y acelera el envejecimiento de la piel. Algo similar ocurre con el pelo. "Apenas sales del agua es fundamental enjuagarse siempre con agua dulce", dice Trinidad, quien todos los días protege su piel con una barra color café factor 35 de la marca Shiseido o con protectores con color factor 50 de La Roche-Posay o Avene "Tienen que tener color para que no refleje el sol". Mañana y noche es esencial una crema hidratante de Clinique, aunque, confiesa que debería preocuparse más del contorno de ojos. "El sol me ha dejado muchas arruguitas finas, imposibles de borrar". En el cuerpo usa una crema para piel seca de la marca Complex. En el pelo usa un champú a base de manzanilla, aloe vera y jazmín de la marca natural De La Savia y cada noche se aplica un aceite de argán con jojoba y cascarita de naranja, que hidrata a fondo y que retira en la mañana. Se corta las puntas ella misma una vez al mes y jamás se ha teñido: "Tengo el pelo rubio oscuro y se me hacen unos visos naturales muy claros".

Créditos: Maui & Sons, H&M, Topshop, Vans, Ugg y Rapsodia.