Las pioneras del siglo XX

La primera sudamericana en entrar a una escuela de Medicina fue una chilena. Su historia y la de otras 55 mujeres pioneras en distintas áreas en la primera mitad del siglo XX, es recogida en Las primeras modernas. Mujeres chilenas entre 1910 y 1960. Miguel Laborde, autor del libro y director de la Revista Universitaria de la Universidad Católica, ahonda en la investigación a la que dedicó un año.




Marta Vergara (1898-1995). Cuando comenzó a trabajar, el marido le dijo que aquello era una afrenta, porque implicaba decir que él no era capaz de mantener su casa, que lo había humillado. Entonces la abandonó. Vergara partió a Europa y terminó siendo una de las fundadoras del Movimiento pro Emancipación de la Mujer Chilena y una de las promotoras de la Organización de Estados Americanos, además de la autora de Memorias de una mujer irreverente.

¿Por qué decidieron abarcar esos años y no otros para Las modernas..?

Se discutió el hecho de que ya han sido reconocidas varias veces, en otros libros, las mujeres del siglo XIX. En cambio, el siglo XX estaba mucho más descuidado. Ciertas figuras eran obvias, Gabriela Mistral, Violeta Parra, pero faltaba una galería de notables; su cantidad y calidad humana impresionan, es una selección pero uno puede, por supuesto, agregar más.

¿Qué tenían de modernas estas mujeres de la primera mitad del siglo pasado?

Para el centenario empieza el tema del sufragio femenino, los grupos de mujeres que se reúnen a comentar libros, las que van a la universidad, las que trabajan. Ahí cambia por completo el ambiente, antes de 1920.

Por primera vez un libro reúne una selección de las mujeres chilenas destacadas de la primera mitad del siglo XX. La corporación financiera IM Trust fue la gestora de este proyecto editorial. El libro se encuentra en las bibliotecas de la Dibam.

¿Hay algún denominador común entre ellas?

Son todas muy distintas, pero lo común es que debieron romper con ciertas costumbres y tradiciones, y eso no fue fácil. Hay varias de final trágico, en la pobreza, el alcoholismo, la

soledad, segregadas por el mundo masculino pero también por el femenino. Se paga caro el

precio de iniciar una tendencia.

¿Qué tendría que admirar la mujer chilena actual de estas mujeres?

Son seres humanos notables. Basta pensar en Eloísa Insunza, la primera que entra a estudiar

Medicina, una niña de 15 años que debe enfrentar a un comité de venerables en examen oral, partiendo por Barros Arana. En todas hay coraje, resolución, temperamento. Pueden ser tímidas, algunas, pero con fuerza interior.

¿Qué obstáculos tuvieron que sortear para destacarse?

Es realmente doloroso ver a padres y maridos que boicotean los talentos de las mujeres cercanas, a veces en la misma disciplina, es decir personas que compartían los mismos gustos y, se supone, tenían que haber facilitado el desarrollo de esas vocaciones. Y, claro, el tener que pedir permiso para comprar libros, o para trabajar, incluso, hoy provoca ira, tal como la situación de las mujeres orientales que aparecen de pronto en televisión. Pero estas historias son de aquí y de hace poco tiempo, casi del mundo de las abuelas.

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