Las señales del Estallido Social

Sofía Valenzuela

Hace quince años que profesores de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile invitan a la ciudadanía a hablar el primer mes de cada año sobre la sociedad chilena, sus procesos, cómo nos sentimos y nos insertamos en ésta. Estas conversaciones grupales –que incluyen a cerca de 20 personas por grupo– se realizan a través de un método conocido como Listening Post, cuyo diseño de proceso apunta a hacer inteligibles aspectos conscientes e inconscientes en las relaciones humanas y procesos que ocurren en la sociedad.

Los individuos convocados, a través de sus reflexiones, brindan contenidos que pueden ser desconocidos o, si se conocen, no han sido suficientemente pensados públicamente. Posteriormente los resultados son enviados a Londres –ciudad en la que se encuentra OPUS, organización que realiza a través de diversas actividades trabajos de consultoría aplicando el método Listening Post– y se comparan con el resto de los treinta países que hacen el mismo ejercicio.

Cuando se revisaron los últimos cuatro informes correspondientes a los años 2016, 2017, 2018 y 2019, notaron que los chilenos manifestaron un profundo malestar social por su país. Dejando en evidencia que el despertar ya se había hecho mucho antes. El problema fue que nadie se hizo cargo hasta el 14 de octubre, cuando un grupo de estudiantes decidió no tolerar más las injusticias.

Luego del Estallido Social, el equipo a cargo de la investigación, encabezado por el profesor titular de la FEN Eduardo Acuña, decidió volver a revisar estos resultados, interpretar sus señales y entenderlos como una evidencia del desasosiego del Chile actual. La recopilación de estos terminó saliendo publicada en la Revista de Psiquiatría y Salud Mental.

¿Cuáles fueron los principales guiños que percibieron sobre el malestar?

Cada año es distinto al otro. Sin embargo, hay una sensación evidente de desconfianza. Ese es uno de los términos que más predominó en las conversaciones. Notamos un malestar creciente que se manifestaba con la falta de credibilidad en los liderazgos y en las instituciones que regulan la sociedad, sobre todo por sus reiteradas muestras de ineptitud y corrupción. Los ciudadanos viven inseguridades, desprotecciones e incertidumbres que les producen miedo por no saber en qué ni en quién confiar, sin tener tampoco claridad de cómo proceder para crear sociedad. También se habla de muchas promesas incumplidas y transformaciones urgentes en las instituciones, ejerciendo nuevos liderazgos políticos y una fuerza colectiva capaz de brindar nuevos aires.

Y sobre el individualismo.

Sí, hay un individualismo bastante latente. La gente tiende a pensar primero en sí mismos porque el sistema promueve eso. El individuo se siente principalmente responsable de sus logros y bienestar, estimulando el egoísmo y desvalorizando la solidaridad y preocupación por los demás. Y quienes necesitan, no tienen un sistema de acogida para resolver sus problemas. Necesitamos un sistema integrativo y sabemos que en Chile la mayoría requiere de una institución que brinde apoyo y que no solo busque ganancias. El problema está en que, pese a todo, no hay acciones coherentes con el sentir de la ciudadanía mayoritaria. El sentimiento de individualismo es un método de defensa para sobrevivir.

¿Cómo dijeron sentirse frente al movimiento feminista?

El año 2018 se habló mucho sobre esto. Este movimiento es muy apreciado por los entrevistados debido a su activismo y el carácter colectivo con el que lo abordaron. Es, dentro de todo, una luz de esperanza. Se da cuenta de que las mujeres tienen una enorme capacidad de liderazgo que se proyecta en la sociedad de diferentes maneras. A través de las movilizaciones, la ciudadanía se hizo consciente sobre cómo en la sociedad chilena se ha institucionalizado la discriminación, la desigualdad, el castigo y la violencia hacia las mujeres. Además, hay una valorización de la comunidad y cómo el actuar en conjunto podría implicar señales de cambio.

También hicieron un Listening Post después del Estallido Social. ¿Con qué sensación se quedó la gente?

Hay un compromiso fuerte por la participación ciudadana. Está la intención de expresar deseos y expectativas de compromiso para involucrarse y participar en los acontecimientos que ocurren en la sociedad. Sin embargo, esto se analizó considerando la respuesta a la culpa y ansiedades que sienten ante su falta de participación en los movimientos sociales, en donde han tenido una postura de pasividad. Pero también señalaron que la memoria que tienen de lo ocurrido es muy selectiva y que se centra preferentemente en las explosivas y violentas acciones de los movimientos, las que terminaron afectando a la sociedad.

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