Paula

Zeitgeist: El beneficio de la duda

Que la religión católica no es más que un recosido de mitos y leyendas. Que el atentado a las Torres Gemelas es otro engaño más. Que las grandes familias mueven el mundo como quieren. Así es: este documental nos dice que nos han metido el dedo en la boca, varias veces y descaradamente.

Junto con la cuenta regresiva de los treinta, me llegó la paranoia en su máxima expresión. No, no nada tiene que ver con la soltería crónica, el reloj biológico ni con el vestido de novia pudriéndose en la cartera. A mí la culpa me llegó envasada, en forma de dvd, a escala universal y sin rastros de piedad. Entre cientos de mensajes audiovisuales que hablan del abuso animal y la conciencia planetaria emerge Zeitgeist, documental del año 2007 que realiza un análisis racionalista y crítico de las estrategias políticas, las creencias religiosas y la dominación absoluta de las instituciones de control social convencionales.

Zeitgeist ni se arruga para decir que la CNN miente, que Bush además de malvado, es una vil marioneta de los Rockefeller, los Rothschild y el Banco Mundial, y que los terroristas afganos que iban en los aviones el 11 de septiembre no estaban muertos, sino que andaban de parranda con la plata del petróleo. En el fondo, que nos han metido el dedo en la boca, varias veces y olímpicamente. Descaradamente.

Lo cierto es que Zeitgeist encierra cierta soberbia desde su nombre. Por gentileza de Wikipedia, ahora sé que Zeitgeist es una palabra de origen alemán que significa el espíritu (geist) del tiempo (zeit). Sería algo así como el testigo omnisciente, que sabe más que todos nosotros juntos y que lleva el pulso cultural e intelectual de la era. Y que, cada cierto tiempo, se encarga de sacarnos de nuestra vil ignorancia.

El documental se divide en tres partes. En la primera, llamada The Greatest Story Ever Told, hace una disociación de la religión católica y muestra por qué el catolicismo es el más grande plagio de la historia de la humanidad, una especie de remake de los sistemas mitológicos controladores de otras civilizaciones anteriores donde sólo se cambia el set, los diálogos y la estrella principal.

La segunda, All the World's Stage, postula que Estados Unidos le encargó el trabajo sucio del 11 de septiembre a mercenarios "extranjeros". ¿Cómo se vino al piso un edificio construido para soportar cualquier choque de avión? ¿Dónde quedaron los restos del avión caído en el Pentágono? ¿Cómo se explican las explosiones previas al choque en las Torres Gemelas? Las preguntas son bastante escalofriantes, y las evidencias también.

Y Don't Mind the Men Behind the Curtain, la tercera parte, se ensaña con los sospechosos de siempre -la familia Bush, los Rockefeller, los Rothschild, el Banco Mundial- y le entrega porotos a Orwell, Huxley y los hermanos Wachowski. También da pistas de algo que John Lennon soñó en su canción Imagine: un mundo sin países, divisiones políticas ni religiones. Pero no con las mismas buenas intenciones.

Zeitgeist, como amo y señor de los documentales mesiánicos de turno, trae su mensaje claro: "Has sido ciego, hazte cargo". No obstante, mientras estas voces anónimas intentan abrirme los ojos, prefiero reservarme el beneficio de la duda, por lo menos para reivindicar tantos años de vergonzosa ignorancia. ¿Por qué es más legítimo lo que están mostrando, que la falsedad de lo que critican? ¿Por qué tendríamos que creer en ellos más que en lo que están refutando? Quizás comprarles el discurso sea otra forma de que nos pasen gato por liebre en nuestras narices. Y más vergonzosa aún.

Por estos días, se cree que si se refutan premisas a los cuatro vientos, es porque piedras trae. Pero al igual que la verdad que cuestionan, construyen una realidad asiéndose de las mismas herramientas que critica: estímulos visuales y auditivos, postulados grandilocuentes, bombardeo de imágenes, demagogia pura y con pinta de panfleto. Y aunque sean fragmentos de una supra realidad latente que otros poderes mediáticos no nos dejan ver, también son un pedazo de subjetividad. Y además, adornada. La realidad que nos circunda, construida por los medios, se asemeja a una sala forrada de espejos, donde es imposible saber qué es reflejo y que es realidad. Dicho de otra manera, un lugar donde las dudas, al igual que los reflejos, son infinitas. Por eso, y por mi paranoia crónica, prefiero pensar que el mundo no está lleno de malas intenciones; que los creadores de Zeitgeist, a los que nunca les vemos la cara ni la hoja de vida, están de nuestro lado y nos escondieron entre líneas un mensaje que es también la esencia del asunto: amigos, cuestionen todas las versiones de la realidad que se les entregan ya procesadas. Partiendo por la que nosotros les estamos mostrando. Ok señores Zeitgeist, tarea cumplida.

Como yapa, un poco más de conciencia envasada:

- Si crees que llegó tu hora de transformarte en vegetariano, al menos por la culpa: Earthlings (coherente y descarnado documental sobre el maltrato animal, en todas sus formas, por parte de los humanos. Narrado por el guapísimo Joaquin Phoenix que además de ser un actor de aquellos es activista por la causa).

- Para los optimistas, o los que necesitan urgente un auto, la casa propia o una dosis de autoayuda: The Secret, el poder de atracción.

¿Vas a seguir leyendo a medias?

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