Carolina Tohá: “Ya no estamos dispuestos a tener silencio ante la caricatura que hubo de nuestro sector”
La carta del Socialismo Democrático dice que nunca dudó de que su principal contendora sería Jeannette Jara, e insiste en que su sector -y no el PC- es más competitivo frente a las derechas.
Carolina Tohá asegura que la reivindicación de la Concertación ya se produjo en estos años en que se han sumado al oficialismo. “Este gobierno se terminó pareciendo bastante a un gobierno de esa época, que se criticaba tanto”, argumenta. Eso -sostiene- no es lo que está en juego en las primarias de este domingo, sino una apuesta de futuro capaz de derrotar a las derechas en diciembre.
Partió como la favorita de la primaria. Hoy se habla de una elección incierta. ¿Qué pasó?
Mejor llegar a esa conclusión con los resultados en la mano. Pero yo siempre pensé que esta iba y debía ser una elección competitiva, porque es importante que las personas definan algo. Esta es una primaria de verdad: se está dirimiendo algo en la centroizquierda.
¿En qué se diferencia que la lidere usted frente a los otros candidatos?
Representamos énfasis como proyectos políticos que son distintos.
¿La diferencia tiene que ver con la posibilidad de convocar a grandes mayorías o el clivaje de la potencialidad de acuerdos con los distintos sectores?
Esa es una diferencia, ciertamente. Está en la trayectoria, pero también en los propósitos que declararon las candidaturas. La nuestra ha planteado de manera muy enfática que se necesita un progresismo que abrace sectores más amplios. Pero esa es una dimensión de muchas otras. Las principales se refieren a cómo se ve el desarrollo del país. En eso hay diferencias.
¿La izquierda que usted representa podría entenderse como una más moderna?
Creo que esta izquierda tiene una capacidad de evolución y de autocrítica muy superior. Y eso la ha hecho irse modernizando más. Otras izquierdas han tendido a reafirmar simplemente quiénes son. Soy de una izquierda que ha tratado siempre de ir buscando que su proyecto responda al mundo actual. Con los mismos valores, pero con mucha más flexibilidad en las recetas. Somos una izquierda mucho menos apegada a la receta y mucho más al propósito.
¿En comparación con el PC o el FA?
Es que el FA es una fuerza muy reciente. No se le puede hacer una mirada en perspectiva en el tiempo tan grande. El PC tiene una historia equivalente (con nosotros).
Sus contendores la eligieron como el foco de las críticas en sus respectivas campañas. ¿Se sintió maltratada?
Hubo cosas que me sorprendieron, pero creo que el tono general estuvo dentro de lo que corresponde en una campaña. No solo es normal, creo que es sano y es positivo: que se sepa que tenemos evaluaciones distintas de los procesos constitucionales, de cómo mirar hacia adelante los temas del impulso económico.
¿Qué fue lo que más le sorprendió?
No quiero volver a traer esas críticas. A un día de la elección no va a aportar nada...
Se ha instalado la idea de que si gana Jara hay un mundo que no se sentiría representado, el de Óscar Landerretche. ¿Teme que haya fugas?
Es que venimos desandando un camino de desunión, un quiebre que hubo en la centroizquierda hace un buen rato. En la elección presidencial anterior hubo vetos, primarias que se cayeron. Aquí estamos tratando de componer un encuentro y es normal que no todo el mundo esté arriba todavía. Yo estoy trabajando porque esté todo el mundo arriba. Ganando la primaria, va a haber que hacer un trabajo muy activo para recomponer.
¿No le parece que hay retrocesos cuando, por ejemplo, el FA plantea la “mesa del poder” o cuando el PC levanta la carta de “anticomunismo” ante las críticas?
Las situaciones que menciona me sorprendieron. Han dado lugar a debates en esos sectores, he sabido. No creo, sinceramente, que eso sea lo dominante.
Algo que sorprendió al PC, y también al PS, fue cuando dijo que no es partidaria de que gobierne el PC. Con la campaña terminada, ¿cómo se siente con respecto a esa frase?
Dije lo obvio. Estamos compitiendo porque queremos encabezar este proceso, creemos que es mejor que encabecemos este sector, que tenemos más posibilidades de ser competitivos. Eso es lo que estoy diciendo cuando hago esa declaración.
¿Su triunfo es una reivindicación de la Concertación?
Creo que esa reivindicación se produjo ya, no tiene que ver con el resultado del domingo. No cabe duda que el Socialismo Democrático fue un aporte al gobierno, ni sobre que el gobierno se terminó pareciendo bastante a un gobierno de esa época, que se criticaba tanto. Ahora, lo que está en disputa hoy es otra cosa: es si este sector tiene capacidad de formular un nuevo tiempo hacia adelante. Yo por lo menos, en la idea del revival nunca he comulgado, en lo más mínimo. Sería un proyecto destinado al fracaso.
¿La eventualidad de una derrota cómo la leería usted?
No voy a hacer un análisis de una situación que no tengo frente a mí.
¿Ni hablar de “plan B” entonces?
Cero “plan B”, en lo más mínimo.
Jara se instaló como su principal contendora. ¿Cómo lo explica?
Yo siempre pensé que eso iba a ser así, que la candidata más competitiva del resto iba a ser Jeannette. Sí, siempre lo pensé, por su trayectoria de ministra. La otra posibilidad hubiera sido que estuviera presente en la disputa la candidatura de Tomás Vodanovic, pero eso estuvo siempre muy descartado por él.
Si desde el comienzo supo que Jara era la candidata más competitiva y no Winter, ¿por qué destinó tanto tiempo a discutir con el FA?
No, es que no se lo dedicamos al FA, se lo dedicamos a esa caricatura que se tenía de nuestro sector, ante la cual se tuvo mucho silencio en el pasado y ahora no estamos dispuestos a tener silencio. Creemos que fue un error tenerlo antes y no estamos dispuestos a tenerlo ahora. El tema no era el FA, el tema era la caricatura de un periodo histórico de Chile.
¿A Jara la encuentra “bacheleteada”?
Es que conozco tanto a la Presidenta Bachelet, que tengo tan claro que son distintas. Quizá alguna gente que las ve a lo lejos puede ver eso, no sé. Pero yo veo dos personas que conozco bien y las veo personas distintas. Puede que como candidatas tengan similitudes vistas de lejos.
¿Echó de menos algún gesto de Bachelet?
No, porque apenas empezó la discusión de que yo podía ser candidata, yo conversé con ella. Siempre me dijo cómo ella iba a actuar, cuál creía ella que era su rol. Nunca pensé que fuera a ser distinto, la verdad.
Una cosa es saberlo y otra es entenderlo. ¿Usted lo entiende?
Yo antes de tomar mi decisión sabía cuál iba a ser su actitud, entonces la verdad es que nunca ni siquiera me lo pregunté, era como un dato.
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