Los argumentos de Francia para no extraditar a Palma Salamanca

palma
Ricardo Palma Salamanca tras conocer la decisión de la Quinta Sala de la Corte de Apelaciones de París.

Corte aseguró que no se reúnen las condiciones para acoger la solicitud contra Ricardo Palma Salamanca porque el gobierno galo le otorgó asilo, pero advierte del "riesgo que seguiría enfrentando si regresara hoy a Chile".


"La corte da un juicio desfavorable al pedido de extradición de Ricardo Palma Salamanca". Esas fueron las palabras que pronunció este miércoles la jueza de la Cámara de Instrucción de la Corte de Apelaciones de París, con las que cerraba las puertas a las aspiraciones chilenas, que esperaban que el exmiembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) fuera enviado a Chile para cumplir sus condenas por el homicidio del senador UDI Jaime Guzmán y el secuestro de Cristián Edwards del Río.

En el fallo de 10 páginas, al que tuvo acceso La Tercera, la Quinta Sala de la Corte de Apelaciones de París hace un detallado recuento de la solicitud de extradición presentada por la embajada de Chile en París el 9 de enero de 2018 y recoge los argumentos del fiscal general y de la defensa de Palma Salamanca en contra de ese pedido.

Al fundamentar su decisión, la corte señala como razón principal que el exfrentista goza de asilo político en Francia, otorgado por la Oficina francesa de Protección a los Refugiados y Apátridas (Ofpra) el 29 de octubre pasado, por lo que "las condiciones legales para la extradición no se reúnen". Sin embargo, en las consideraciones preliminares recoge lo planteado por la defensa del exfrentista, asegurando que el tribunal "solo dispone de actos de enjuiciamiento constituidos por confesiones obtenidas bajo tortura y contraviniendo el artículo 15 de la Convención de Nueva York de 1984", por lo que "el dossier presentado" como parte de la solicitud de extradición "es inutilizable".

En un escrito presentado por la defensa del exmiembro del FPMR se asegura precisamente que Palma Salamanca -tras ser arrestado el 25 de marzo de 1992- "firmó una confesión y declaraciones extrajudiciales obtenidas bajo tratamientos inhumanos y degradantes" y que "fue objeto de un proceso arbitrario", agregando que el único juez que lo procesó, Alberto Pfeiffer Richter, era "miembro del partido de Augusto Pinochet".

Según el escrito, "las garantías fundamentales de Palma Salamanca fueron violadas al no tener derecho a un proceso justo" y "careció de un juicio y una condena acordes con el Código de Procedimiento Penal, por lo que la demanda de extradición no tiene base". En los fundamentos, los tres jueces -Chapelle, Cazenave-Lacroutz y Albert- van incluso más allá y advierten de "los riesgos que todavía hoy enfrentaría si regresara a Chile".

Al poner en duda que Palma Salamanca haya recibido un juicio justo, el documento en su parte preliminar asegura que en el periodo posterior al 11 de marzo de 1990 "el general Pinochet seguía manteniendo influencia sobre las instituciones del país". "Las condiciones del arresto, detención y condena de Ricardo Palma Salamanca son prueba de que el régimen chileno de los gobiernos civiles se inscribe dentro de una perfecta continuidad con el régimen dictatorial", se señala en la presentación del caso.

El día del exfrentista

Palma había llegado apenas unos instantes antes del inicio de la sesión, que comenzó puntualmente a las 14.00 de París. Vestido con una chaqueta de cuero café y pantalones jeans, esperó discretamente y rodeado de sus amigos en los pasillos del Palacio de Justicia, junto a la Sala Pierre Michel, donde se tratan, entre otros casos, los pedidos de extradición.

"¿Es usted Ricardo Palma Salamanca?", preguntó la jueza, según el protocolo. A través de una traductora, Salamanca respondió afirmativamente, luego de lo cual el tribunal hizo pública su decisión en una audiencia que duró solo unos minutos.

Por primera vez se vio en la cara de Palma Salamanca una clara expresión de alivio, mientras se abrazaba efusivamente en los pasillos con quienes habían ido a apoyarlo.

No estaba presente el abogado principal de Palma Salamanca, Jean Pierre Mignard. Sin embargo, el chileno contó con la presencia de sus otros tres abogados, entre ellos Pierre Emmanuel Blard. "La Cámara de Instrucción estimó que el gobierno de Chile no tiene el derecho de reclamar al señor Palma Salamanca para que purgue la pena de prisión a la que había sido condenado", dijo Blard al salir de la audiencia. "La decisión es definitiva. El Estado chileno no podrá apelar", agregó.

Con la decisión de la corte, el exsubversivo ya no es objeto de controles judiciales ni deberá presentarse ante una comisaría de manera regular. "Tiene libertad total de ir y venir en el territorio francés", agregó el abogado Blard.

Luego de la audiencia, Palma Salamanca se retiró rápidamente y sin hablar con los medios. Eso sí, el exfrentista difundió una declaración en donde dijo que "las condiciones actuales me han devuelto la tranquilidad perdida hace décadas por haber sido miembro de la resistencia en contra de la mentira, la barbarie y la traición".

Reacción de la Suprema

"La justicia chilena queda en buen pie, en el sentido de que se hizo todo lo necesario para solicitar la extradición", señaló el ministro y vocero de la Corte Suprema, Lamberto Cisternas, quien evitó criticar la decisión de la justicia francesa.

Cisternas, además, comentó que frente a este tipo de solicitudes, la decisión "depende de los parámetros del propio país" y aseguró que es "lamentable que no pueda completarse el proceso en Chile, en el sentido de cumplir las sentencias".

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