Cómo elegir una trimmer o recortadora de barba

Ilustración: César Mejías

Dos experimentados barberos mencionan los detalles y las funciones que debe tener una de estas máquinas, y desconfían de aquellas que prometen hacerlo todo —cortar, rebajar y perfilar— por un bajo precio.




Tener y mantener una barba, aunque parezca y represente un acto de libertad, se trata más bien de someterse a un extraño tipo de esclavitud capilar. Cualquier barba decente, lo saben quienes se la han dejado crecer, requiere de ser limpiada, lubricada, cepillada, cortada y perfilada constantemente, con rituales permanentes y productos específicos que no siempre son baratos ni fáciles de conseguir.

Una de las herramientas fundamentales, para los que tienen barbas más cortas pero de acabados más finos, y que por lo tanto necesitan de mantención casi diaria, son las llamadas trimmers. Su traducción no es clara, porque los profesionales también les dicen desvelladoras, pero en el retail se las puede encontrar como recortadoras. Su función sí es bien concreta: darle el acabado a la barba o incluso a un corte de pelo, delineando los contornos, eliminando pelos fuera de lugar y otorgándole el aspecto que finalmente tendrá.

Para los que —aunque no sabemos por qué— quieren imitar el look de Arturo Vidal o tener la delicada barba de Tony Stark, una trimmer es esencial. “La trimmer es técnicamente una desvelladora”, la describe Jonathan Hazard, barbero de Gallo de Oro. “No sirve para rebajar el volumen. Aunque lo puedes hacer, su función es perfilar los detalles y sacar los excesos del bigote”.

“Si no tienes tiempo de acudir al especialista, lo recomendable es mantener tu estilo lo más pulcro posible”, dice Francisco Gutiérrez, de Peluquería para Hombres. Pero advierte que elegir la máquina correcta no es tan sencillo como parece. “El mercado está lleno de productos y accesorios que muchas veces nos hacen dudar y otras tantas caer en errores al momento de adquirir una herramienta que esté a la altura de nuestras necesidades”.

Finura

Es fácil confundirse: una clipper y una trimmer tienen nombres parecidos e incluso apariencias similares. Ambas caben en una mano, son eléctricas y suenan como una máquina del dentista. Pero sus funciones son distintas.

“Una clipper es básicamente una cortadora de pelo”, explica Hazard. Su motor es más potente, sus cuchillas más grandes y sus distintos peines de alzada permiten cortar distintos largos, tanto de la cabeza como de la barba. No está diseñada para trabajos finos ni cortes muy al ras, como si lo está una trimmer, de cabezal mucho más pequeño.

“Una trimmer es bien específica”, agrega Hazard, “y si quisiera complementar el uso de mi cortadora de pelo, usaría una de ellas, aunque podría reemplazarla también con una prestobarba”.

Por su terminación suave, algunos modelos incluso sirven pueden funcionar como máquinas de afeitar, especialmente en hombres de piel sensible o acné. Los barberos las ocupan mucho, también,. para trabajar en la zona del cuello, la pera y las orejas.

Siendo así, si lo que se busca es una máquina para cortar la barba, la trimmer no logrará correctamente este cometido.

Modelos

En el retail abundan las máquinas, algunas muy económicas y convenientes, que prometen hacerlo todo: recortar, perfilar, delinear, incluso afeitar y hasta rebajar los pelos de la nariz. Los barberos tienden a desconfiar de estas multipropósito, al menos de las que ofrecen todo a cambio de muy poco.

“Por menos de $45 mil será difícil encontrar una máquina confiable, que dure harto tiempo y que no se atasque a cada rato”, dice Gutiérrez, de Peluquería para Hombres. Lo otro que recomienda es siempre comprar marcas reconocidas, “lógicamente en el comercio establecido, para así tener la garantía respectiva”.

El modelo que más le ha llamado la atención en el último tiempo es una trimmer que en Chile se vende bajo el nombre Shavepro. Tiene apariencia de afeitadora manual, con un cabezal rectangular y un mango delgado, pero con un diseño dorado-ancestral-budista que derretirá a cualquier barbero.

“Una de sus características es su hoja de carbono, además de una batería de litio de larga duración y lo más atractivo —aparte de su diseño— es su precio”, cuenta Gutiérrez. Se puede encontrar, dependiendo de las ofertas, entre los $35 y los $60 mil. “Es menos de la mitad de una máquina profesional, pero más cómoda y muy fácil de usar en casa”.

Trimmer inalámbrica Shavepro


Jonathan Hazard, de Gallo de Oro, dice que en la barbería las trimmer que usan son de marca Babyliss o Wahl, diseñadas no solo para hacer terminaciones y delineados, sino que para funcionar por varias horas al día, todos los días. Por eso sus componentes son mejores —los motores, por ejemplo, pueden llegar a las 6.000 revoluciones por minuto— y sus precios más altos.

Trimmer BabylissPro Flash FX59


Trimmer Wahl Beret Prolit


“A nivel de retail, una buena máquina podría ser una Oster”, agrega Hazard, una marca que tiene una línea profesional que también puede ser utilizada en casa. Él advierte, eso sí, que al ser herramientas con cabezales pequeños y cuchillas muy finas, “que también sirven para cortar patillas, pelo del cuello y nuca, puede provocar cortes si no se usa bien”.

Trimmer Oster 59-84


Para prolongar su uso, y hacer que la inversión valga la pena en el tiempo, Francisco Gutiérrez aconseja ser minucioso en su limpieza y mantención. “No es gran cosa, pero al final termina siendo muy importante al momento de alargar su vida útil del producto”. Advierte que nunca hay que guardarla húmeda, siempre seca y limpia, ya que así los cuchillos no pierden el filo ni se oxidan sus componentes.

Y sobre el corte mismo, su principal recomendación es usar siempre el peine de mayor altura y luego según el resultado ir disminuyendo gradualmente. “Es mejor que sobre barba a que falte”, dice.


Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.