En la alfombra no: cómo enseñarle a tu perro a hacer pipí afuera (y qué productos realmente funcionan)

Es uno de los principales desafíos cuando llega un cachorro a casa. Muchos se ven tentados a golpear, retar y humillar, pero además de ser maltrato, esas prácticas son muy ineficaces. Aquí recopilamos consejos profesionales y una lista de artículos que de verdad ayudan.




Actualizado el 6 de enero de 2022.

Un video se hizo viral hace un tiempo. Se trataba de un perro que, en pleno discurso de Susana Prieto, una intendenta de Jujuy, Argentina, levantó su pata y se hizo pipí sobre ella. Y aunque el animal se hizo famoso en las redes, esta anécdota nos demuestra lo aleatorio que algunas veces puede resultar la ida al baño de un can.

Por mi parte, hace casi dos meses adopté un perro que tiene poco menos de un año, justo en la transición de cachorro a adulto. Y aunque tuve mucha suerte, porque efectivamente controla sus esfínteres y espera con ansias las salidas de la mañana, tarde y noche para hacer sus necesidades, sí tuve que sacar del departamento una alfombra que los primeros días escogió como baño.

Por eso me pregunté: ¿qué hace que un perro elija un lugar y no otro para hacer pipí? ¿De dónde viene su predilección por orinar en un tapete, una baldosa o, en el peor de los casos, sobre una cama? Carolina Rodríguez, adiestradora canina profesional, dice que no existe solo una respuesta a esa pregunta.

“Hay muchas razones. Puede que elijan hacer sobre una alfombra que está media escondida en la casa, porque cuando hacen pipí se sienten vulnerables, o solo porque les gusta esa superficie. Varía mucho según cada perro”, responde la profesional.

Lo que sí hay que saber —y reconocer— es que los perros son los únicos animales de compañía que piden nuestro permiso para vaciar sus tripas y, por lo mismo, pueden aprender y adaptarse a nuestra agenda (para bien o para mal).

Más cariño, menos retos

Lo primero es tratar de entender cómo funcionan sus pequeñas cabezas. En términos territoriales, los perros tienen una zona de seguridad, conocida en inglés como core area: es decir, su espacio principal, el lugar en el que comen, juegan y duermen. Generalmente, ellos evitan hacer sus necesidades en esa misma zona. Por lo tanto, si uno vive en un departamento, y queremos que nuestros amigos se acostumbren a hacer afuera, lo que hay que hacer es transformar la casa en un lugar de intimidad para ellos.

“La idea es convertir todo el hogar en ese espacio íntimo, poniendo camitas, jugando con tu perro en la mayor cantidad de rincones posibles, dejándoles trabajos de olfato en el lugar; en resumen, transformando toda la casa en en su core area”, explica Rodriguez. Una buena estrategia es usar juguetes cognitivos, como los puzzles de la marca Nina Ottoson, que son perfectos para dejarlos por la casa, estimular su olfato, su creatividad y que empiecen a reconocer los espacios como esos lugares seguros que necesitan.

Puzzle para perros Nina Ottosson Twister Nivel 3


Si queremos establecer rutinas diarias con ellos, es bueno que al principio, al sacarlos de la casa, les demos un premio cada vez que consiguen hacer pipí afuera, y así generar una asociación positiva.

“Si cada vez que hace afuera recibe un premio o un cariño, se comienzan a acostumbrar. Con el tiempo, comenzarán incluso a avisar”, dice Carolina. “Eso sí, no hay que exagerar con estas recompensas, porque algunos, cuando ya no reciben premio, lo pueden interpretar como un castigo”.

Para ese objetivo son muy útiles los snack Tributo, unos de los más saludables del mercado: están hechos a partir de salmón, verduras, vacuno, frutas, kéfir, mantequilla de maní y caldo de hueso. El olor y el sabor los volverá locos.

Snacks para perros Tributo 100 gr


Cuántas veces sacarlos

No hay un número de salidas estándar. Cada perro tiene necesidades particulares, pero en el caso de los cachorros, Carolina señala que “después de comer, jugar y dormir, sí o sí van a querer hacer pipí. Hay que estar atento siempre a esas tres actividades, y sacarlos la mayor cantidad de veces posible”, dice.

Hay que saber que los resultados no son inmediatos y que en el proceso se harán algunas veces dentro de la casa. Pero esos trucos añejos, como pasarle la cara al perro por su pipí para que aprenda a no hacer en ese lugar, ya no se usan. No solo por una tendencia animalista, sino porque de verdad no sirven.

“Eso genera miedo en ellos”, advierte Rodríguez. “El mayor problema con eso es que se rompe el vínculo entre la mascota y su tutor: y cuando el perro tiene miedo, porque lo retan o le pegan, pierde creatividad”. Según ella, después de esas acciones muchos perros empiezan a hacer sus necesidades a escondidas, porque lo vinculan con algo malo o incluso llegan a comerse sus propias heces para hacer desaparecer la evidencia.

Otro mito a derribar es el de ponerle sus heces sobre los pañales de suelo. “Los perros son más limpios de lo que parece, y no volverán a hacer en un lugar donde el olor sea muy fuerte”, dice la experta. De todas maneras, recomienda siempre dejarles un baño de emergencia por las noches o cuando tenemos que salir y dejarlos solos.

Incluso aunque los perros ya tengan sus hábitos y estén adaptados a nuestra agenda, lo mejor es que exista un SOS en caso de que nos atrasemos en llegar de vuelta a casa, por ejemplo. “No es bueno que los perritos aguanten mucho tiempo”, dice Carolina. “Pero cada vez que el perro haga sobre el pañal o alfombra absorbente, éste se debe cambiar altiro”, recomienda.

Las alfombrillas que la especialista ha usado son las Chao Pipí, unos pañales educadores que tienen fijaciones autoadhesivas y son súper absorbentes.

Alfombrillas absorbentes Chao Pipí 30 unidades


Sobre los limpiadores o aromas que prometen eliminar los olores, Rodríguez dice que ella no ha encontrado un producto que realmente funcione. Pero recuerda el caso de una de sus estudiantes, donde el perro macho marcaba la pata de una cama todos los días. Lo que tuvieron que hacer fue resignificar el lugar: taparon el soporte con papel aluminio y mantequilla de maní, y el perro asoció ese lugar al placer de comer. Santo remedio: no se hizo más.

La mantequilla de maní de la marca Kong —que sirve para rellenar estos juguetes— es apta para ellos y está hecha con materiales de primera calidad. Incluso un humano podría comerla como snack.

Mantequilla de Maní Kong Stuff’n 145 g


Bonus track: si tu perro empieza a hacer pipí afuera, pero de repente comienza otra vez a orinar dentro de la casa, hay que tener ojo y analizar qué le pasa. “Hay perros que se hacen pipí dentro no porque no sepan, sino como resultado de ansiedad por separación u otro tema psicológico. Cuando se va el dueño, por ejemplo, pierden todo control de esfínter”, explica Carolina. “Hay otros que pueden tener problemas emocionales también”.

Al final de todo, el mejor consejo es la paciencia. “El proceso de enseñarle a hacer pipí a un perro es parecido al de los niños, y no se reta ni golpea a los niños por no controlar el esfínter”, agrega la especialista. Con amor y disciplina, los resultados —aunque demoren— seguro llegarán.


*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 6 de enero de 2023. Los valores y disponibilidad pueden cambiar.

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