Huawei P50 PRO: Auge, caída y resurrección

Después de un par de años de confusión y problemas con el gobierno norteamericano, el gigante chino vuelve (casi) en gloria y majestad con su nueva apuesta de su línea premium. Pero a pesar de que el teléfono es un gran y potente aparato, no todo es vino y rosas.




Lo de Huawei podría resumirse como una historia de auge, caída y resurrección. El gigante chino fundado en 1987, y que por supuesto posee múltiples líneas de negocio vinculadas con la industria tecnológica, fue de alguna manera el primer fabricante de ese país que logró traspasar fronteras de mercados específicos hasta transformarse en una respetada marca global que no tenía nada que envidiarle a sus competidores directos, Apple y Samsung. De hecho, con el tiempo, la multinacional efectivamente se llegó a ubicar en el primer lugar de los fabricantes más vendidos del mundo durante el segundo cuarto del 2020, superando incluso a Samsung y a la manzana. Al fin China tenía un representante de calidad y respeto entre las grandes marcas de tecnología.

Eso, hasta que poco después el gobierno de Donald Trump dijera que la marca tenía apoyos inusuales de parte del Estado chino, vínculos con el Ejército de Liberación chino y preocupaciones respecto a temas de ciberseguridad y vigilancia por parte del gobierno chino. Todo esto generó que los EE.UU. prohibieran a Huawei hacer negocios con compañías norteamericanas. En el medio del caos, Huawei tuvo que vender su submarca Honor, que ahora opera de manera independiente y no le ha ido nada de mal.

Así las cosas, Huawei de la noche a la mañana se encontró sin la posibilidad de usar muchos productos o servicios americanos, como los servicios de Google. Ha sido un gran tropiezo, pero la marca no se dejó morir y amplificó el desarrollo de su propio procesador –Kirin– y su propio sistema operativo –HarmonyOS– que son las piezas fundamentales que actualmente potencian sus dispositivos, sean celulares, tabletas o relojes inteligentes, y no tener que depender de Android.

Y ahora es el turno del debut de su nuevo teléfono insignia, el P50, que viene a suceder al popular P40 de hace dos años y su asombroso zoom fotográfico. De hecho, Huawei originalmente lanzó el modelo en China a mediados del año pasado y ahora aprovechó de hacer su debut en Chile, simultáneamente, junto a otro celular junto al P50, una versión plegable del mismo –­el primero de la compañía– bautizado como P50 Pocket. Pero eso es harina de otro costal.

El nuevo P50 y sus variantes, traen todos los elementos que hacen brillas a un celular der altas prestaciones. Pero hay que ser sinceros: la ausencia de servicios de Google se nota. Demasiado. Especialmente si uno es usuario de sus productos, como es mi caso. Hay que darse una vuelta larga, pero finalmente se puede acceder (casi) a todo, ya sean aplicaciones o desde las mismos sitios web. Una vez que eso queda superado, el P50 vuela. Veámoslo en detalle, en su modelo Pro.

Huawei P50 Pro – Especificaciones:

  • Pantalla: OLED 6.6″ y tasa de refresco de 120 Hz
  • Peso: 195 gramos
  • Resolución: 1228 x 2700 píxeles
  • Procesador: Qualcomm Snapdragon 888 4G
  • Memoria RAM: 8 GB
  • Cámara frontal: 13 megapíxeles
  • Cámara trasera: 50 megapíxeles / Cámara monocromo 40 megapíxeles / 13 megapíxeles gran angular / Telefoto: 64 megapíxeles / Zoom óptico 3.5x / Zoom digital 100x
  • Almacenamiento interno: 128/256/512 GB
  • Sistema operativo: EMUI 12
  • Batería: 4.360 mAh / Carga rápida de 66 w / carga inalámbrica 50 w
  • Conectividad: 4G / WiFi 6 / Bluetooth 5.2 / USB-C 3.1 / NFC GPS

Experiencia de Uso:

Como ya es mayoritariamente tradicional, el empaque del aparto incluye el teléfono, su (gran) cargador, una carcasa de silicona y listo. Al sacarlo de la caja, inmediatamente se logran reconocer las líneas clásicas de esta serie y la calidad de su acabado con marco de aluminio y ambas caras del aparato confeccionadas con vidrio de alta resistencia. Se siente bien y hasta liviano en la mano con sus menos de 200 gramos de peso. En ese sentido, es más liviano que su predecesor. El diseño del P50 es lo que podríamos denominar como clásico, con su botón de encendido (y lector biométrico) y los botones de control de volumen en el costado derecho, mientras que en el lado izquierdo sólo nos encontramos con la marca engravada. Bonito detalle.

Arriba tenemos micrófonos y una de las salidas de audio, mientras que abajo nos encontramos con la otra salida de audio, el conector USB-C y el puerto para insertar una tarjeta nano SIM y una de almacenamiento de hasta 256 GB. Por detrás, nos encontramos con un par de grandes lentes que incluyen todos los distintos modos, de los cuales ya nos referiremos. Se aprecia que el sistema fotográfico fue diseñado por la alemana Leica y nuevamente vemos la marca del dispositivo. Digamos que el espacio trasero (que es lo que usualmente ve la gente) es bastante único en cuánto al diseño y la disposición. En ese sentido, va a ser fácil reconocer este modelo en la calle.

Delante, ya el P50 sorprende agradablemente con su pantalla OLED de bordes curvos con un tamaño 6.6″ (quizás uno de los mejores tamaños para una pantalla), una resolución de 1228 x 2700 píxeles y una generosa tasa de refresco de 120 Hz, para que todo sea súper fluido, desde animaciones y videos, hasta hacer scroll en alguna red social. Por cierto, tiene certificación IP68 contra salpicaduras, agua y polvo. La pantalla, que incluye reconocimiento facial y táctil, es realmente un placer a la vista y al tacto y el sistema de sonido estéreo funciona con bastante poder.

Bajo el capó, tenemos un poderoso procesador Qualcomm Snapdragon 888 con 8 GB de memoria interna, lo que garantiza un excelente desempeño en cuanto a rapidez, estabilidad y buena performance para videojuegos y claro, la ejecución de multitareas, aunque ya comienza a tener un sabor a “año pasado”. Además, por problemas técnicos largos de detallar, el chipset del P50 sólo tiene soporte hasta 4G. Es decir, lamentablemente no habrá posibilidad de conexión a las futuras redes 5G. Punto en contra.

En cuanto a la batería, el P50 Pro cuenta con una de 4.360 mAh, lo que está bien, aunque no es para volverse loco. En otras palabras, duración normal para un celular que contiene este tipo de prestaciones, dependiendo claro está del uso y los ajustes con los cuales se personalicen el aparato. Lo que sí, el modelo incluye un potente conector de 66 watts para carga rápida, además de la posibilidad de carga inalámbrica de hasta 50 watts.

Finalmente, donde más brilla el P50 es en su sistema fotográfico. De la mano de Leica, Huawei se ha posicionado muy bien en el apartado fotográfico y esta no es la excepción. Su cámara de matriz dual, su motor para imágenes True-Chroma y su software de óptica Fusion Pro, junto a una multitud de personalizaciones, modos profesionales, alta resolución, eliminación de objetos, herramientas de edición para vloggers, visión dual de ambas cámaras y mucho más, ya sean disparos gran angulares o en modo macro, todo funciona de maravilla y con excelentes resultados de color, brillo y contraste. Pero lo que nuevamente deja sin aliento es su potentísimo zoom digital que es capaz de ampliarse hasta 100x. Los resultados de verdad que llegan a ser asombrosos. Sin duda, una de las mejores –sino la mejor– cámaras para móviles que ofrece hoy el mercado.

Ahora, dirijámonos al elefante en la habitación: el sistema operativo y la ausencia de servicios de Google. EN vez de Android, tenemos una nueva versión, la 12, de su sistema EMUI, que básicamente lo mismo que su nuevo sistema HarmonyOS. Hay sutiles diferencias y algunas carencias en cuanto a la personalización, pero no es mayormente un problema y el acostumbramiento es rápido e intuitivo.

El tema de la ausencia de Google Play es más crítico y asumo que puede ser un deal breaker para muchísimos usuarios –incluyendo al suscrito– que sustentan su dinámica de uso en línea a través de los múltiples servicios de Google, ya sea para ubicación, contraseñas, sincronización, acceso a Google Drive u otras aplicaciones, etc. La tienda de aplicaciones de Huawei es sumamente limitada, aunque hay que ser justos: todas las apps pueden ser oficialmente pilladas y descargadas. Pero claro, hay que hacer una vuelta bastante larga y algo engorrosa para tener el celular como uno lo quiere y con todas las aplicaciones disponibles. Una vez que ese obstáculo es superado, el P50 Pro vuela. Pero hay que tener paciencia.

CONCLUSIÓN:

A pesar de que es el modelo premium actual de Huawei –con el consecuente precio, que supera el millón de pesos–, el P50 carece de ciertos detalles que lo hagan sentir una experiencia realmente tope de línea. La ausencia del 5G no es quizás una urgencia, pero es un detalle a notar. Y lo que definitivamente es muy dificultoso y poco práctico es no contar con los servicios de Google. Y si bien finalmente logré acceder a todo lo que necesitaba, ya sea a través de la web, del buscador propietario Petal (que no es muy efectivo, digamos) o a través de páginas “legales” de descarga, no fue una experiencia agradable.

Lo que sí, en términos técnicos el celular es un gran y poderosos dispositivo, de bonito y elegante diseño, que permite realizar de todo y con muy buenos resultados, especialmente en el apartado de sus cámaras y su muy potente sistema fotográfico. Pero dada la agresiva arremetida de otras marcas chinas, el P50 queda algo al debe.

VEREDICTO: *** (3/5)

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