“El inicio de una guerra de precios entre la OPEP es uno de los tres peores golpes posibles para los mercados globales, que se encuentran envueltos por la crisis del coronavirus”, dice un reporte de JP Morgan.

El banco de inversión advierte que los dos eventos restantes, que podrían desencadenar una ola de ventas más agresiva, sería un bloqueo por parte de Estados Unidos y una segunda ola de contagios del virus en China.

Según explica JP Morgan, este nuevo escenario acelera el giro de las expectativas de los inversionistas hacia un nivel de 0% para las de política monetaria y rendimiento de los bonos de largo plazo.

Los impactos

“La fortaleza del dólar estadounidense, que ahora se está convirtiendo en un rally de la volatilidad mucho más alto, también puede socavar una caída en los rendimientos de los bonos de mercados emergentes, pues disuade una mayor flexibilización de la política monetaria de los bancos centrales emergentes”, dice el reporte de JP Morgan.

Los analistas explican que se suele pensar que lo aumentos repentinos en la oferta de petróleo podrían ser positivos para las perspectivas, pues la mayoría de las economías son importadoras netas de la materia prima. Sin embargo, la abrupta caída en los precios tras más daños que efectos positivos.

“Tal como ocurrió durante la guerra de precios de 2015-16 deriva en: menor gasto de capital de Estados Unidos y menores ganancias corporativas en el sector petrolero; peores balanzas fiscales y comerciales para un puñado de grandes economías emergentes; mayores riesgo de rebajas y de incumplimiento para el crédito de alto rendimiento y de alta nota creditica de EE.UU. (9% y 12%, respectivamente, según los índices de crédito de JPM); y monedas emergentes más débiles donde destacan las principales monedas expuestas a las materias primas”, dice el reporte.