32 euros, 44 dólares ó 25 mil pesos chilenos costará la entrada para visitar por un día un millón de metros cuadrados de Expo Milán 2015, donde Chile tendrá un pabellón 100% fruto nacional.

En este evento, que tendrá lugar entre el 1 de mayo y 31 de octubre del próximo año, el sitio chileno de 2 mil metros cuadrados se situará entre la opción verde escogida por Austria y el vanguardismo de Alemania; estará a una cuadra del anfitrión Italia y muy cerca del auditorio  principal. El país ha invertido US$ 20 millones, financiado en gran parte por el Estado, pero además con aportes privados.

El título de esta convocatoria, donde participarán 144 países, es “Alimentar el planeta. Energía para la Vida”, motivó a los organizadores a destacar la naturaleza del país como generador de diversos productos de consumo masivo y gourmet basados en el poema de Raúl Zurita, “El Amor de Chile”.

“La idea es representar nuestra producción de alimentos, donde participan desde el que siembra la tierra hasta el que maneja el camión conduciendo el producto hasta el puerto; es una cadena de cuidados, de afectos”, indica el comisionado general, Lorenzo Constans.

Como la idea es mostrar los frutos del país, el pabellón es una especie de puente de viga laminada de pino radiata, anclada en un mega palafito.

En Milán la empresa italiana que ganó la licitación ya está montando la estructura y Chile apareció en los periódicos locales entre los 10 primeros países en iniciar la obra.

Constará de tres niveles de 60 metros de largo, donde los visitantes se embarcarán en un paseo que se inicia con El Territorio para seguir con la mesa virtual.

Tras la inmersión, viene un cuarto bloque puramente informativo, pero ultra moderno.  Para llegar al fin del pabellón se deberá cruzar otra rampa con letreros de cocina típica criolla, con “gritos populares como el rico pescado frito”, imita Constans el sonido en los mercados.

En el último eslabón estará la “gran mesa de Chile”, para que los interesados se sienten y disfruten de los sabores locales que seleccionarán y prepararán un grupo de reconocidos chefs encabezados por Rodolfo Guzmán, cuya cocina ha sido destacada entre las 100 mejores del mundo, con ingredientes “recogidos del suelo chileno” como piñones, changles y arrayanes.

Por supuesto,  en esta última parada habrá una amplia gama de productos disponibles para vender, desde lo más conocido como el salmón y el vino, hasta sofisticados como frutos secos y especias. “Quisimos rescatar a todos, desde los gremios hasta los productores locales”, explica Constans.

Participar en este tipo de eventos es una buena vitrina para los países. Esta es la tercera vez que Chile acude a un megaevento. En 1992 estuvo con el iceberg en la Expo Sevilla, donde obtuvo 15,5 millones de visitas. El costo de este esfuerzo fue de US$ 12 millones.  En 2010 expuso en la Expo Shangai con un huevo de madera flotando en el centro del edificio, cuyo costo fue de US$ 25 millones.  Llegaron 70 millones de personas.

Si bien ahora es difícil superar ese número, Constans espera que los 28 millones interesados en recorrer Expo Milán lleguen al pabellón chileno que será presentado oficialmente el próximo miércoles en la Vega Central.