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Claudio Orrego: "No me parece adecuado que alguien milite en un partido, pero apoye a candidatos de otros partidos"

Aquí uno suma pega, no resta ni una. Eso es lo primero que menciona Claudio Orrego, en referencia al acto del 3 de marzo en el cerro Santa Lucía, que lo confirmó como precandidato presidencial de la Democracia Cristiana. El segundo, detrás de la senadora Ximena Rincón. Acto seguido, insiste en que su opción no tiene plan B, y que de aquí hasta cuando su colectividad así lo disponga, luchará por ser el abanderado DC en la primaria concertacionista. Por ello, valora el "creciente" respaldo de dirigentes, critica a quienes pretenden esquivar la consulta para decidir al presidenciable -en claro mensaje a los dirigentes que promueven a Bachelet- y asume que el resultado municipal hará "más fácil o más difícil" la contienda en 2013. "Sin riesgo tampoco hay renovación", declara.

¿Cómo evalúa los primeros días de su opción presidencial?
Muy intensas y auspiciosas. El gran desafío es que aquello que uno quiere proyectar realmente se refleje. Esta es una candidatura en serio, con apoyos, no una aventura solitaria, y que va a proponer ideas y una visión del país. No es un acto ególatra o de casting profesional. Sumamos a personas muy diversas, particularmente con la corporación Nuevos Imposibles, como Roberto Zahler, Axel Christensen, Paula Vial, Andrés Wood, Jorge Navarrete. Gente de distintos ámbitos que refleja diversidad.

¿Siente el respaldo de la DC?
He sentido un creciente respaldo. Cuando partimos había gente que tenía dudas respecto al timing, otros respecto a tener o no candidato. Pero en la última semana todo el mundo comenzó a darse cuenta que tener candidaturas presidencial puede ser muy virtuoso con la campaña municipal. Ximena (Rincón) y yo estamos recorriendo el país, ayudando a nuestros candidatos, lo que es positivo. En mi caso, se han sumado figuras del mundo parlamentario, que partió con Jorge Burgos, el único que fue a mi lanzamiento. Eduardo Cerda, Patricio Vallespín, René Saffirio, son diputados que están dispuestos a trabajar duro en las primarias y, si dios quiere, en las presidenciales.

Así como algunos dirigentes han elogiado su campaña, el presidente de la DC dijo que su candidatura y la de Ximena Rincón generaban "ruido" en medio de la elección municipal.
No lo comparto. Y el mismo Ignacio en la última entrevista reconoció que lo evaluaba positivamente. He recorrido 25 comunas en las últimas tres semanas, apoyando a cerca de 50 candidatos. Si él tuvo esa imagen ya no la tiene, porque lo que está generando esto es una gran dinámica de apoyo a nuestros candidatos. Además, es coincidente con lo que ocurrió en 2004: muchos de los personajes que hoy reclaman por adelantar la candidatura presidencial, en su momento, celebraban que Bachelet y Alvear salieran del gabinete para apoyar la campaña presidencial. Se está dando la misma dinámica,y quienes critican esto tienen otra agenda.

¿Con "otra agenda" ese refiere al grupo de dirigentes DC que apuestan por Bachelet?
Hay personas que no están convencidas que la DC compita y tenga candidato. Y han sido poco claros en plantearlo. Tienen argumentos tangenciales, oblicuos, pero es un debate legítimo que hay que plantear. Hay muchos que creemos que la DC tiene que tener candidato y hacer una propuesta al país. Y tenemos que defender esa propuesta en la calle. Esa postura es mucho más clara que aquella que está asentada en negociar anticipadamente para buscar quizá qué beneficio, sin siquiera haber competido con nuestras ideas.

Algunos dirigentes han insistido en la responsabilidad que tanto usted, como Alberto Undurraga, deberán asumir si es que la DC fracasa en la elección municipal. ¿Comparte ese diagnóstico?
Con Alberto siempre hemos planteado la importancia de la renovación. Y no solamente lo decimos; también los practicamos. Ocho años en un municipio es un tiempo bastante largo. Hay otros que tienen un discurso de la renovación pero se apernan en sus cargos. Estamos siendo consecuentes, y por supuesto, cada vez que hay alguien nuevo hay riesgo. Pero sin riesgo tampoco hay renovación.

Hace unos días el diputado Aldo Cornejo dijo que un candidato presidencial DC no tenía prácticamente ninguna posibilidad frente a Bachelet.
Tengo una visión muy distinta a la de Aldo, no porque leamos encuestas distintas, sino porque soy un convencido de estar en un partido que nació para cambiar las encuestas y no para resignarse a ellas. Si la DC en sus orígenes hubiese tenido la mentalidad de algunos de los nuestros hoy, que andan proclamando por todos los vientos que es imposible ganar, simplemente no habría llegado a existir. Me quedo con el espíritu de los falangistas, que solían dar las peleas porque creían que tenía sentido, más allá de las probabilidades de éxito. Y dieron vuelta esas probabilidades.

La apuesta para su reemplazo es Carolina Leitao. ¿Tiene posibilidades de mantener la alcaldía para la Concertación?
Hemos tenido un proyecto muy exitoso y transformador, con un espíritu de los nuevos tiempos, y la mejor persona que refleja este espíritu es Carolina. No queremos ganar una alcaldía para la DC o para la Concertación, la queremos ganar para la comunidad, y la gente que valora lo que hemos hecho, de todos los sectores políticos, la van a respaldar. Ellos quieren que Peñalolén siga creciendo bien, con mucha participación.

El líder del PS, Osvaldo Andrade, sostiene la tesis que un mal resultado municipal hipoteca buena parte de las opciones presidenciales de la oposición. ¿Comparte ese diagnóstico?
Todos apostamos a tener un buen resultado municipal. Y creo que eso, obviamente, facilita un buen resultado en la elección presidencial. Eso sí, creo que son elecciones distintas, ninguna determina la otra, pero sí la hace más o menos difícil.

¿Es partidario de una primaria DC para decidir al candidato presidencial? Lo pregunto por su opción, la de la senadora Rincón, la de Ignacio Walker…
Y también Jorge Pizarro, que tiene un discurso que un día sí y un día no. Hemos predicado para elegir nuestros candidatos a concejal, nuestros candidatos a alcalde en primarias abiertas. Y sería raro que para elegir al cargo más importante de Chile nos volviéramos a cerrar entre nosotros. Mi inclinación es una primaria donde participen militantes DC e independientes.

¿Cómo evalúa la candidatura de Andrés Valasco? ¿Siente que es su principal contendor?
Respeto a mis adversarios y creo que en la cancha se ven los gallos. No creo que sea razonable crear obstáculos para que alguien participe. Desde ya declaro que la ley de primarias tiene que dar todas las facilidades para que Andrés, u otros, participen. Postular eso no significa que uno esté en contra de los partidos, no hay democracia sin partidos. Es una carrera larga, tengo un primer desafío que es ganar la nominación de mi partido, y después ir a competir hasta el seno de la centroizquierda. Veamos quiénes llegan a ese momento.

¿Cree que una eventual candidatura de Bachelet provocaría que Velasco decline su opción?
Él partió diciendo eso, cambió de opinión hace un tiempo. No tengo por qué dudar, pero hay que ver qué pasa en su momento. Aparte de Bachelet, en las últimas encuestas no son muchos los que sacan votos. Y eso es algo que cada candidato tendrá que evaluar. Espero que todos podamos competir en una primaria abierta.

¿Todos quieren primarias abiertas?
Muchas veces los cuidados del sacristán terminan matando al señor cura. Incluso, quienes creen que la ex presidenta Bachelet es la mejor carta, cometen un gravísimo error en hacer todo lo posible por no realizar primarias. Eso vale tanto para los bacheletistas dentro de la DC como los que están fuera. El candidato tiene que surgir de una primaria abierta, respetuosa y con contenido. Cualquier otra cosa va a partir con el manto de duda en la legitimidad que nos pasó en el pasado. Lo mejor que puede hacer la DC es tener propuestas, un candidato y salir a apoyarlo con todo en la cancha. Eso se espera de un partido, no simplemente negociar cargos para un futuro gobierno.

Pero hay militantes de su propio partido que lo apoyan a él. Algunos de ellos perfectamente bien podrían ser considerados de su sector en la DC.
Puede haber militantes, conozco a Carlos Portales y Juan José Santa Cruz. Los partidos son asociaciones libres, cada uno puede estar o no dentro de los partidos, lo que no se puede es estar dentro y fuera al mismo tiempo. Las personas que están en el partido y tienen simpatía por Andrés Velasco, que no es lo mismo que tengan antipatía por mi opción, tienen que tomar una decisión. Es legítimo. Ahora, no me parece adecuado es que alguien milite en un partido pero apoye a candidatos de otros partidos. Uno tiene que discernir si quiere seguir siendo parte del partido.

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