Durante el año pasado, el empeoramiento del escenario económico, los elevados costos de combustibles, los altísimos pagos de arriendos de naves y la abrupta caída de las tarifas, llevaron a Vapores a exhibir un paupérrimo desempeño bursátil, jamás visto en su historia. La disminución en el precio accionario volvió altamente atractivos los títulos de la naviera, y días después se anunciaba la entrada a la propiedad del grupo Luksic, renovando la confianza de los inversionistas y dando inicio a un nuevo aumento de capital por US$1.000 millones, distribuidos en dos tramos de igual monto.

Historia conocida, los primeros US$500 millones fueron suscritos, mientras semanas más tarde, el saldo se canceló y se renovó por un nuevo aumento de capital por US$1.200 millones, los que fueron exitosamente suscritos, en gran parte por el grupo Luksic, que en marzo de 2012 se consolidó como controlador absoluto de la compañía, desplazando la hegemonía del grupo Claro.

Desde mediados de 2011 se inició una restructuración de la firma. En primera instancia se atacaron los problemas más urgentes, cancelando servicios en rutas no rentables y asociándose con otras navieras para evitar una sobreoferta. Gradualmente, los contratos de arriendos fueron liberados -aliviando la presión ejercida en costos-, mientras que simultáneamente, comenzaban a llegar los barcos propios, mejorando la eficiencia de uso y permitiéndole alcanzar hasta el 40% de flota propia que observamos hoy.

Si bien la entrega de resultados del 2Q12 exhibe una pérdida cercana a los US$140 millones, esta representa una mejora sustancial si la comparamos con los US$337 millones de pérdida registrada durante igual periodo de 2011. No obstante, dicho desempeño no es producto del azar, más bien responde a una sólida estrategia de reestructuración interna, junto a un cambio en la visión de la compañía, esperándose que comience a rentabilizar en aquellos mercados que presenten oportunidades de negocio y, ¿quién sabe? Quizás en un par de trimestres la situación será historia, quedando archivada para la posteridad en algún texto académico a través de un ejemplo titulado “Cómo hacer bien las cosas: el caso Vapores”.

*El autor es analista del departamento de estudios de EuroAmerica.