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Del total del empleo creado en el gobierno de Piñera, un 57% fue para mujeres con 555 mil plazas

Entre las cosas positivas por la que se va a recordar al gobierno de Sebastián Piñera se encuentran las buenas cifras del mercado laboral, que ha alcanzado el pleno empleo. De hecho, entre enero de 2010 a diciembre de 2013, se logró reducir el desempleo en 3,3 puntos porcentuales. Esta fuerte caída ha convertido al último año en el período con el desempleo promedio más bajo desde el retorno a la democracia en el año 1990.

Así lo refleja un análisis elaborado por la División de Estudios de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), el que señala que pese al cambio metodológico de la encuesta de empleo del INE en 2009, existen otros sondeos, como el realizado por el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, que ratifican los buenos números laborales.

Esta cifra de pleno empleo, está respaldada por la alta creación de puestos de trabajo. Durante su campaña presidencial Piñera se comprometió a crear 200 mil nuevas plazas por año. Sin embargo, esa cifra fue superada, alcanzando entre 2010 y 2013 (faltando contabilizar los meses de enero a marzo de 2014) 979.000 puestos de trabajo, es decir, 261.000 nuevos empleos por año y 21.744 en promedio por mes.

Esto hace que el actual gobierno tenga las mejores cifra en cuanto a creación de empleo desde el retorno a la democracia. El gobierno de Patricio Aylwin logró 660.000 nuevos empleos entre 1990 y 1994. Durante el gobierno de Ricardo Lagos también se generó un  alto número de empleos (852.000), pero hay que considerar que su período presidencial se extendió por 6 años (ver recuadro superior).

De acuerdo al estudio de la Segpres, esta creación de empleos se concentra principalmente en las mujeres, las cuales para el último registro (octubre - diciembre) representan el 57% del empleo creado, es decir, 555 mil nuevos empleos femeninos desde el trimestre móvil enero-marzo de 2010.

"Este fuerte crecimiento del empleo femenino ha mejorado la posición relativa de la mujer en el mercado laboral. De hecho, mientras en el trimestre móvil enero-marzo de 2010 el desempleo femenino era 1,8 puntos más alto que la misma medida a nivel nacional (la tasa de desempleo femenina era de 10,8% mientras la nacional era 9.0%), en el último trimestre reportado la diferencia en las tasas de desempleo es de 0,8 puntos", indica el estudio (ver gráficos).

EMPLEO FEMENINO VERSUS PARTICIPACIÓN

La tasa de desempleo femenina pasó desde los 10,8% en enero de 2010 a 6,5% en diciembre de 2013.  A su vez, la participación laboral de la mujer aumentó de 44,3%, al inicio del gobierno, a 48,3% en el último período de medición del INE.

Este aumento de la tasa de participación laboral femenina fue más fuerte durante la primera parte del gobierno, ya que a fines de 2011 se tendió a estancar en un 47%, para subir durante el último trimestre móvil de 2013.

Desde la Segpres aseguran que si bien durante la primera parte del gobierno de Piñera bajó muy poco la tasa de desocupación, aumentó rápidamente la tasa de participación, lo que significa que el aumento inicial del empleo femenino se dio por mujeres que entraron a la fuerza de trabajo, o sea, a participar del mercado laboral.

En tanto, en la segunda mitad del gobierno siguió aumentando la tasa de participación, aunque en menor grado, por lo que mujeres que ya estaban dentro del mercado laboral (de la fuerza de trabajo) encontraron empleos. Por eso, la tasa de desempleo baja de manera fuerte desde mediados de 2011 a mediados de 2013. Desde mayo-junio de 2011 bajó el desempleo femenino de 8,9% a 6,3% en el mismo lapso de 2013.

SALARIOS Y CALIDAD DEL EMPLEO

Otro de los sectores que según el estudio de la Segpres se ha visto beneficiado con la creación de empleo, es el primer decil. Un ejemplo de ello es la tasa de desempleo, que en 2009 (en medio de la crisis Ssubprime) llegó a un 37% y que se redujo al término de 2013 a un 24%.

Esto ha hecho, según Segpres,  que "la entrada al mercado laboral de las personas más pobres ha empujado el crecimiento del salario promedio desde abajo".

Según la encuesta de la Universidad de Chile para el Gran Santiago, dice el informe, el promedio de los salarios ha acelerado su ritmo de crecimiento en los últimos tres años. Mientras en el período 2000-2006 los salarios reales crecieron, en promedio, un 0,8% anual y entre los años 2006-2009 un 0,4%, en los años 2010-2013 se incrementaron en un 8,6% al año.

Este avance de los salarios para el decil más pobre fue de un 14,4% real al año en el período 2010-2013, mientras en los años 2000-2006 llegó sólo al 1,6% anual y en 2006-2009 a un 3,6%.

Al año 2012 y según la Nueva Encuesta Suplementaria de Ingresos  del INE, desde 2010 y a nivel nacional el decil más pobre tuvo un incremento real de los salarios de 16,1%, mientras que en el decil más rico fue de 7,6%.

En cuanto a la "calidad de los empleos", la Segpres asegura que el 89,4% de los trabajos creados entre enero-marzo 2010 y octubre-diciembre de 2013, van aparejados a cotizaciones previsionales, seguro de cesantía y contratos escritos. Estos trabajos representan el 54,3% del total de los ocupados durante el último trimestre móvil, lo que corresponde a un incremento de 5 puntos porcentuales desde enero de 2010.

Francisco Klapp: "Desde el punto de vista de la ocupación, el pleno empleo es engañoso"

Entrevista con  investigador de LyD.

El investigador de Libertad y Desarrollo, Francisco Klapp, asegura que uno de los mayores problemas en el mercado laboral nacional es la baja participación y ocupación, sobre todo femenina. En este sentido, dice que se debe avanzar en mayor flexibilidad horaria.

Durante el gobierno de Piñera el 89,4% de los empleos son escritos y con pago de cotizaciones. ¿Esto refleja la  calidad?

-Es una primera medida de calidad del empleo, sin duda, pero hay que mirarlo con perspectiva, porque también se crean empleos por cuenta propia. Es una primera medida, pero no lo caracteriza por completo. También hay que mirar si el contrato es indefinido o a plazo; va a depender en los sectores que se crean las nuevas plazas.

Actualmente tenemos la tasa más baja de desempleo, pero sin reformas estructurales en el empleo...

- Hay que mirar con cuidado las cifras de desempleo, porque cuando tenemos cifras de participación tan bajas, específicamente en las mujeres, el desempleo de 5,7% o el pleno empleo puede ser súper engañoso, porque no se está reflejando en la fuerza de trabajo.

¿Hoy es engañoso?

-Si uno lo piensa desde el punto inflacionario el pleno empleo no es engañoso, porque hay personas participando y hay buenos salarios. Pero desde el punto de vista que a uno le gustaría ver cifras de ocupación algo más altas, si es engañoso. Comparándonos con los vecinos estamos mal, incluso.

En este sentido, ¿cree que durante este gobierno  no se hicieron las reformas necesarias para aumentar la participación?

- Nos gustaría haber visto esas famosas bolsas de horas que le dan más flexibilidad al trabajo. Siempre se habla mucho de flexibilidad y se entiende como  disminución de la calidad del trabajo, lo que creo es una forma errada de interpretar la flexibilidad. Ver jornadas parciales, es otra alternativa. En cuanto al postnatal parental, aún no estamos muy claro de sus efectos, si fue positivo o negativo respecto a la participación laboral femenina; eso está por verse, porque es la gran reforma de este gobierno en el mercado laboral.

¿Puede ser este tipo de política pública (postnatal parental) la que no haga avanzar más la participación de la mujer?

- Es difícil saberlo aún. Hemos visto mayor participación femenina, pero puede ser un efecto de que el mercado laboral masculino tiene un desempleo tremendamente bajo (5,1%). Además el crecimiento económico termina aumentando las participaciones, al igual que los salarios, por lo tanto es muy temprano para concluir si realmente es el postnatal.

En términos laborales, ¿cuál es el desafío del próximo gobierno?

-Ellos reciben el gobierno cuando estamos entrando a un ciclo de menor crecimiento, y ahí va a ser difícil manejar las expectativas que se han creado. Uno ve que el poder del sindicato va a crecer, que la negociación fuera del sindicato se va a perder; eso podría afectar la creación de empleo.

Andrés Solimano: "Las cifras de creación de empleo dicen muy poco de su calidad"

Entrevista con  investigador de la U. Mayor

El economista de la Universidad Mayor, Andrés Solimano, reconoce que la creación de empleo durante el período del Presidente Sebastián Piñera ha sido una de las metas más importantes durante su gestión, pero asegura que esto no dice nada respecto al problema estructural del mercado laboral.

¿Cómo se puede determinar la calidad del empleo, asumiendo que durante este gobierno se han creado casi un millón de nuevas plazas?

-Ha habido una creación de empleo alta. El problema es que yo no veo en la composición de los empleos su calidad y si son precarios o no. Dada la legislación chilena, claramente es mejor tener un contrato escrito, pero nada garantiza que esos sean empleos de jornada completa. En Chile hay mucho empleo que es por hora, trabajos por temporada o subcontratados. Las cifras de desempleo y creación de empleo, dicen muy poco de su calidad. No es lo mismo un contrato formal con una empresa que me permitiría ir ascendiendo, que un empleo de subcontratación.

Hoy el desempleo es de 5,7%, pero la tasa de participación de las mujeres y jóvenes han aumentado sólo levemente. ¿Son necesarias reformas estructurales para elevar esas cifras?

-Hay que ser cuidadoso con el aumento de la participación laboral. En el caso de la mujer tiene que cumplir dos roles, uno en la casa y otro en el trabajo, por lo que debe hacer una conciliación entre vida personal y el empleo; hay que ver ese balance. La lógica de aumentar la tasa de participación para que la gente se incorpore al mercado del trabajo puede ayudar para crear ingresos monetarios, pero también hay que preocuparse del bienestar.

Con el  positivo escenario laboral, de su período, ¿el Presidente tuvo espacio para realizar esas reformas estructurales?

-Yo creo que el Presidente tuvo espacio para hacer estas reformas, pero fue un problema de convicciones. Está en la ideología neoliberal, no sólo del gobierno de Piñera, sino también de los gobiernos de la Concertación, que el mercado del trabajo no puede tener incidencia del Estado y del mundo sindical. El hecho de no reconocer que en Chile las relaciones laborales están cargadas a favorecer más a las empresas y menos al trabajo; la gran fragmentación que hay en el tipo de empleo; la desigualdad de género, esas temáticas no fueron bien atendidas, pero por un problema de enfoque.

¿Cuál es el desafío para el próximo gobierno?

-El gobierno de Michelle Bachelet va a tener una cierta presión por reformas laborales que fortalezcan la capacidad de negociación de los propios trabajadores, terminar con las diferencias remuneracionales que perjudican a las mujeres y en la contratación. A esto se suma que tiene que preocuparse de las altas tasas de desempleo juvenil. Va a tener una cartera de desafíos bastante alta. Los problemas estructurales no sólo se solucionan con medidas macroeconómicas, sino interviniendo el mercado laboral.

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