El desafío de los medidores inteligentes para mejorar la eficiencia energética

La Unión Europea puso como una de sus metas disminuir su consumo energético con miras al 2020, con el fin de disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y, como consecuencia, hacer frente al cambio climático. Para ello, una de las estrategias ha consistido en el cambio de las redes que administran los servicios básicos, con las que han conseguido concientizar a los usuarios acerca de su consumo y disminuirlo.
De acuerdo a cifras de Smart Energy GB, empresa dedicada a la gestión de energía en Reino Unido, la incorporación de este tipo de medidores en el país generará £6 mil millones por concepto de ahorro en las facturas de los usuarios al 2030, cifra que podría homologarse en nuestro país de llevar a cabo programas masivos de cambio de medidores. Estudios de la industria incluso hablan de que tras la implementación y procesos de concientización, hay usuarios que consolidan ahorros de hasta 12%, pues son capaces de controlan de mejor manera el consumo de sus hogares.
Transparencia. Con la introducción de redes inteligentes, uno de los más beneficiados es el consumidor, que podrá saber por qué se les cobran determinados montos. El contar con smart meters “es el primer paso para hacer más transparentes los cobros de energía eléctrica hacia los consumidores y es de esperar que junto con esto se avance en disminuir las brechas de asimetría de información respecto de las tarifas aplicadas a los clientes. También es esperable que la nueva información que levanten estos medidores sea de acceso fácil, en un lenguaje cercano y gratuito para los clientes”, dice Diego Escalona, profesional de la línea de desarrollo de medición y verificación de la Agencia Chilena de Eficiencia Energética (AChEE).
Él señala que uno de los aportes más importantes es que la instalación de estos medidores permitirá identificar el comportamiento de consumo de cada cliente, información con la que luego se podrá hacer gestión del consumo, identificar mal funcionamiento de equipos y a su vez determinar de buena forma qué tarifa es más conveniente contratar.
Conciencia verde. Hoy la eficiencia energética es una de las mejores formas de combatir al cambio climático a nivel global, prueba de ello fueron las discusiones de la COP 21, donde se dio énfasis a la reducción de consumo para evitar el aumento en la temperatura del planeta.
“Los medidores y redes inteligentes tienen un rol importante en la disminución de consumo energético de los países. Hoy la tecnología existe y mientras más información tengan las personas, suelen tener más conciencia de las implicancias de sus decisiones”, dice Cándido Gutiérrez, country president para Chile de Schneider Electric. Según detalla el ejecutivo esa conciencia ha sido compleja de traspasar hasta ahora al consumidor nacional. “Tengo la idea de que hoy la conciencia respecto a eficiencia energética hoy está más en ambientes sociales y quizás no convertidos en cosas concretas como leyes” (ver recuadro).
Desde la AChEE, hay visiones similares, sin embargo, señalan que a futuro los medidores tendrían un rol preponderante en el desarrollo de nuevas normas. “Existen luces de que la ley de eficiencia energética apuntaría a que la gestión de la energía y transparencia de cobros sean temas de los que la población va a tener que empoderarse para que la implementación de medidas de eficiencia energética en el sector residencial se realicen en un sector preparado y así junto con hacer más eficiente el uso de la energía sean medidas efectivas y de una vida útil extensa”, expresa Escalona.
CIUDADES INTELIGENTES. Los medidores inteligentes, que pueden desarrollar de manera más adecuada el perfil de los consumidores, son uno de los pilares del concepto “smart grid”, que otorga además inteligencia al control de la red y las configuraciones de esta misma, haciendo más eficiente la gestión de la distribución de energía eléctrica en Chile y disminuyendo errores de lectura.
A su vez, estas redes son componentes de un concepto denominado como ciudades inteligentes, donde el uso de las tecnologías de la información están directamente relacionadas a mejorías de calidad, desempeño e interactividad de los servicios urbanos. El uso de estos sistemas y medidores se puede llevar a otros servicios como el gas y agua, en los que sumado a otros sensores se puede establecer, por ejemplo, presión y ph, además de definir con facilidad las zonas de filtraciones subterráneas, consideradas como una de las principales dificultades en la gestión de una ciudad, pues al ir enterradas, rastrear las filtraciones que pueden ser pequeñas o absorbidas por el suelo es una de las labores más complejas y que sumando, generan grandes pérdidas de recurso hídrico. Además, con la implementación de este tipo de sistema podrían evitarse situaciones como la ocurrida a inicios de junio, donde una gran filtración inhabilitó el sistema de transporte en el eje Alameda-Providencia.
Con la cantidad de datos que podrían tener las compañías a raíz del consumo inteligente, en el mundo han surgido una serie de asociaciones que buscan que exista una protección de datos de los usuarios, para que estos no sean mal utilizados.
Medidores, la clave del éxito para el Net Metering
En octubre de 2014 entró en vigencia la Ley 20.571, conocida también como “Ley de net metering”, que permite a cualquier particular que genere energía de forma propia puede inyectar el excedente a distribuidoras eléctricas.
Un estudio encargado por la Asociación Chilena de Energía Solar (Acesol) a la Universidad de Michigan sobre la situación de la energía fotovoltaica a nivel de consumidor final en Chile, indicó que hasta el momento, existirían menos de 50 instalaciones acogidas a la ley, inyectando energía a la red, mientras que actualmente hay unas 2.000 solicitudes a nivel nacional, cifra aún baja frente al potencial de energía solar que tiene el país.
En ese contexto, los medidores inteligentes adquieren suma importancia. Al tratarse de sistemas que permiten la comunicación bidireccional, pues se encargan de registrar tanto los consumos de energía, como la inyección desde la vivienda a la red, finalmente permite a los usuarios capitalizar la inversión que han hecho en ERNC.
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