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El Fantasma del Profesor Okun

Mientras en Chile el país preparaba el Mundial del año 1962, en los torreones góticos de la universidad de Yale, Arthur Okun, trabajaba afanosamente en la formulación de una teoría que resultaría en una de las verdades más ampliamente aceptadas de la economía moderna. La Ley de Okun, como  se conocería más tarde, trataba de demostrar la relación inversa entre crecimiento y desempleo. Algo que parecía tan intuitivo, debía ser probado matemáticamente. Esa era su misión y su llamado. Así, por largos días y noches, en tiempos sin computadores, ni Excel, ni paquetes de análisis estadístico, el profesor Okun, a punta de papel, lápiz y reglas de cálculo, buscaba la fórmula secreta, cual alquimista medieval. No había marmitas ni humo. Sólo matrices algebraicas y econometría. Recostado sobre su mesa, el Profesor trabajaba incansablemente.

Finalmente, gritó Eureka. Mientras los chilenos celebraban el combo de Leonel Sánchez y las fintas de Garrincha, Okun publicó sus conclusiones. El ajuste no era perfecto, pero el resultado era bastante consistente: Para mantener la tasa de desempleo constante, Estados Unidos debía crecer al menos 3% por año. Si andaba más lento, el desempleo crecería. Si andaba más rápido, disminuiría. Habemus Ley.

Mucha agua ha pasado bajo el puente desde entonces. De partida el mismo profesor Okun dejó este mundo en 1980. No ha podido vivir para defender su ley de los cuestionamientos que ha recibido, aunque de seguro habrá tenido ganas.  Porque, efectivamente, la regla no se da a la perfección. Pero, finalmente, a lo largo del tiempo, y en todos los países, se ha demostrado lo que el profesor tenía razón: Si creces menos, subirá el desempleo.

“No hay escapatoria”, pregonaba Okun. Pero para Chile pareció haberla por más de dos años. Creciendo al 1.8% no cabía otra opción que el desempleo aumentase. Era simplemente imposible que ello no ocurriese. Pero, como un mono porfiado, no subía. Por muchos meses. Demasiados. Incluso a muchos le entraron dudas de la encuesta del INE, que había cambiado de metodología el 2010. Pero la de la Universidad de Chile tampoco subía. El profesor observaba inquieto. Tal vez se revolcaba en su tumba.

Porque Chile es especial, pero no tanto. De hecho, hay un estudio del BBVA Research de hace un año y medio (*), que analiza la ley de Okun en nuestra larga y angosta faja de tierra, tomando datos de 1986 en adelante, tanto del INE como de la Universidad de Chile. Concluye lo mismo: Con un crecimiento bajo 4,5%, el desempleo debe subir.

Sin duda el Ministro Valdés tenía a Okun muy presente en sus pensamientos. Es por eso que cuando el lunes salió la encuesta de la Universidad de Chile y le dijeron que el desempleo había subido, no debe haberse sorprendido. Lo que no esperaba era el número. Un número gigante. Espantoso. Aterrador para todos los que miramos la economía. Un 9,4% estaba fuera de todo cálculo, de toda escala y de todo  pronóstico. Anunciaba una tormenta justo a la entrada del invierno. Sonó un trueno : El fantasma del profesor Okun había despertado.

(*) BBVA Research,14 Noviembre 2014

El autor es panelista de Información Privilegiada de radio Duna.

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