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El motor alemán muestra que no es inmune a la crisis que golpea a la eurozona

Alemania había resistido heroicamente los contravientos que durante 2010 y 2011 habían empezado a generar la crisis europea. Sin embargo, el impenetrable motor de la eurozona podría estar demostrando que después de todo... no es tan inmune.

Esto, porque el sentimiento de confianza empresarial de Alemania, el ZEW (por su sigla en alemán) ha evidenciado una caída de 27,7 puntos llegando a un nivel de -16,9 en junio de 2012. Esta baja se convirtió en la más fuerte que ha evidenciado este índice desde octubre de 1998.

Entre los detonantes, detrás del giro negativo de la confianza empresarial, están el empeoramiento de la situación en el sector bancario español y  el alto costo de financiamiento de España e Italia.

COMERCIO EXTERIOR
Otro frente donde Alemania está sintiendo los embates de la crisis ha sido en sus exportaciones.

En abril, según la Oficina Federal de Estadísticas de Alemania, las exportaciones cayeron 1,7% en comparación con marzo, convirtiéndose en la primera contracción del presente ejercicio al totalizar sólo €81.700 millones. Es más, esta desaceleración fue el doble de lo que la mayoría de los economistas habían pronosticado.

De hecho, las exportaciones a la eurozona, sumergida en la crisis de deuda, cayeron en 3,6% en abril.

Además, Alemania ha comenzado a mostrar  que no basta con contar con la fuerza del crecimiento de los países en desarrollo para destrabar la crisis europea. Aunque las exportaciones a los países fuera de Europa creció un 10,3% en abril, la demanda desde China e India ha disminuido, y las compañías están preocupadas.

Para el economista jefe de Internacional de Deutsche Bank, Stefan Schneider, Alemania ya había sentido una primera inyección de los efectos de la crisis europea, pero estos habían pasado sin mayores consecuencias gracias a la fuerte demanda fuera del euro.

No obstante, este comodín ya no puede ser utilizado por Alemania. Esto explicaría por qué la caída de entre  13% y 14% de los nuevos pedidos del resto de la eurozona respecto el año anterior, habían permanecido sumergidos.

“El efecto ya está aquí, y el factor compensatorio proveniente de países como China, EEUU, y Latinoamérica ya no es tan fuerte”, indicó Schneider a PULSO.

CONSUMO
La demanda interna de Alemania también se ha sumado a las incertidumbres que sobrevuelan sobre Berlín. La Oficina Federal de Estadísticas también ha mostrado que las importaciones cayeron al nivel más bajo en dos años, descendiendo un 4,8% en abril.

Los alemanes importaron €72.700 millones en bienes en abril, 1% menos que en abril de 2011. Pero, los expertos siguen apostando porque las internaciones  seguirán  débiles en los próximos meses.

Sin embargo, para el analista de Deutsche Bank todavía es muy prematuro pensar en flexibilizar la política monetaria interna, dado las medidas tomadas por el Banco Central Europeo de entregar liquidez ilimitada, y mantener la tasa de interés en 1%. “Ya tenemos una política monetaria bastante fuerte, lo que debería ayudar a la economía germana y a aliviar a las exportaciones fuera de la eurozona”, comentó Schneider.

ESPERANZA
A pesar de las señales de alerta, la economía alemana todavía sigue siendo las más fuerte en Europa. Incluso con la caída de las exportaciones, éstas continúan en la senda positiva este año, con un aumento de 5,2% en los primeros cuatro meses del año en comparación  con el mismo período del ejercicio anterior.

Según las proyecciones entregadas por Schneider Alemania crecerá un 0,8% este año, mientras que el próximo lo haría en un 1%. “La opinión compartida por varios analistas es que crecerá un 1,5%, lo que está por sobre la tendencia potencial de crecimiento de Alemania que es de 1,15%”, señaló Schneider.

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