La decisión más difícil del ejecutivo número uno de Falabella
Está como un niño de diez años al que sus padres le acaban de contar que en un mes más se va a Disney. Eufórico, dichoso, como si estuviera concretando un anhelo postergado desde hace mucho tiempo. Y aunque la firma -y el propio Juan Benavides- desmiente en forma tajante que la decisión se deba a diferencias con Juan Cúneo, o a problemas graves en el desempeño de su gestión, es indiscutible que algo de cansancio y agobio también hay. Después de todo, dice uno de sus colaboradores más cercanos, "ocho años en la gerencia general corporativa de una empresa como Falabella es como para desgastar a cualquiera".
Hacía rato que Juan Benavides venía madurando la idea de dejar la compañía. Desde 2010, para ser más exactos. Pero siempre pasaba algo que lo hacía desistir. "De vuelta del feriado de agosto le comuniqué a Juan Cúneo y al directorio que había tomado la decisión de renunciar. Llevaba casi dos años viendo cómo lo hacía. Me pareció que era la fecha correcta. En los meses que quedan viene la elaboración del presupuesto y la definición de los planes estratégicos, donde honestamente no quiero participar. O al menos no de la manera que le corresponde a un gerente general corporativo", señaló Benavides a PULSO . "Además, Falabella está impecable, llena de proyectos extraordinarios y con un plan de expansión muy potente en el corto plazo. No me puedo ir más satisfecho".
En el mercado, sin embargo, la renuncia de Benavides dio lugar a todo tipo de especulaciones. Más aún, tomando en cuenta la reciente desvinculación de Alejandro Cuevas de la gerencia general del Banco Falabella... Que la firma no anda bien. Que las diferencias de visión estratégica en el interior del directorio son irreconciliables. Que Falabella ha perdido "momentum" y competitividad en relación con su competencia, entre varios otros rumores. "Nada de eso es así", dice en forma tajante un gerente corporativo de la compañía. "Es cierto que no hemos crecido en M&A, como lo ha hecho nuestra competencia. Es cierto que no tenemos un 'one man show', como sí lo tiene nuestra competencia. Pero durante todos estos años Falabella ha demostrado que es una empresa sólida, que opera con los mejores indicadores de la industria en rentabilidad y eficiencia", agrega.
OCHOS AÑOS AL MANDO
Durante la gestión de Juan Benavides, Falabella se ha caracterizado por mantener un crecimiento bastante estable (15% promedio). Su nivel de endeudamiento, de 1,3 veces sobre el patrimonio, es bastante bajo en relación con el 2,6 que presenta la industria. El margen operacional, superior al 70%, es altísimo comparado con el 50% promedio de la industria. Y la rentabilidad patrimonial de 13% está muy por sobre la que ha tenido la bolsa de valores y el doble que un bono.
Bajo la administración Benavides, además, ocurrieron varios hitos importantes, que demuestran que él tomó una compañía y la está dejando completamente diferente. En estos ocho años se creó Banco Falabella, se abrieron tiendas Falabella en Colombia y Argentina, se ingresó al negocio de supermercados en Chile, a través de la compra de San Francisco y la creación de Tottus, se abrieron CMR y el Banco Falabella en Colombia, se inició el negocio de centros comerciales en Perú y, bueno, se negoció la fallida alianza entre D&S y Falabella.
Ahora vienen los años de liderazgo de Sandro Solari que, a juicio del propio Juan Benavides, "es un ejecutivo extraordinario. Lo evaluamos junto a varios otros nombres, tanto de dentro como fuera de Falabella, y él era por lejos el más preparado para cumplir los desafíos que se vienen por delante".
Por lo pronto, a Sandro le corresponderá materializar el potente plan de inversiones que se viene para los próximos dos años y que supera los US$ 3 mil millones.
Mientras tanto, Juan ya está tirando líneas sobre lo que será su nueva vida. Para noviembre tiene planificado un viaje. Todavía no sabe a dónde, pero se está dejando todo el mes sin compromisos. Asimismo, con un grupo de amigos está evaluando algunas inversiones. "Cosas chicas en todo caso", dice. Nada que le quite mucho tiempo. "Soy un afortunado. No todos los hombres de mi edad pueden tomar una decisión como ésta con la tranquilidad con que la estoy tomando yo. A partir de ahora quiero hacer cosas que nunca he hecho. Yo partí trabajando muy temprano y, por lo mismo, tengo la certeza de que ya cumplí", concluye.
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