Veintitres edificios de distintas alturas, más de diez hectáreas de espacios verdes y nueva vialidad es lo que integra el proyecto inmobiliario Parque Pümpin en el cerro O’Higgins de Valparaíso.

La iniciativa es liderada por la inmobiliaria Del Puerto SpA., del fondo de inversión Drake Capital, en el que participa el empresario Nicolás Ibáñez Scott, junto a otros socios, y que es administrado por su hijo Nicolás Ibáñez Varela.

La firma compró a fines del año pasado un paño de 10,4 hectáreas en dicho cerro para levantar un complejo habitacional de gran tamaño. De este modo, el llamado Parque Pümpin sería uno de los primeros negocios de Nicolás Ibánez, quien tras vender toda su participación en Walmart junto a su hermano Felipe recibieron un total estimado en unos US$3.000 millones.

Para la obra, Del Puerto desembolsó unos US$20 millones en la adquisición de los terrenos del ex estadio de la Compañía Chilena de Tabaco y del antiguo jardín suizo, que eran de propiedad de la Universidad Adolfo Ibáñez.

“Vimos el potencial del terreno y pensamos que se podía hacer algo totalmente distinto a lo que se venía haciendo en Valparaíso, donde eran principalmente edificaciones en altura de hasta 30 pisos que tienen muy poco que ver con la ciudad”, explica Rafael Burmester, gerente general de la inmobiliaria, quien añade que el proyecto busca mantener el equilibrio del sector y respetar la fauna que actualmente alberga esa superficie del cerro.

Según el ejecutivo, la compañía contrató la asesoría del ingeniero y botánico Raúl Silva y de la paisajista Carolina Urzúa para que realizaran un catastro completo de estos terrenos. Junto con ello, la inmobiliaria buscó la asesoría de las firmas de arquitectura Dupla y de ingeniería ICC, quienes desarrollaron el master plan de la iniciativa.

De acuerdo con el permiso de edificación que se encuentra en revisión en el municipio de Valparaíso, se podrían instalar dos torres de 14 pisos, nueve de 2 a 4 pisos (una de ellas proyectada para un stip center) y doce de 5 a 7 plantas.

Según Burmester, en la zona más baja del terreno -y cercana a la población Chiletabacos- se construirían edificaciones de dos pisos, respetando la altura existente en el sector. “Hemos dispuestos los volúmenes para no intervenir las masas boscosas, respetando las áreas de eucaliptos y de pinos, entre otras especies, y también para respetar el entorno urbano donde se encuentra el terreno”, destaca el gerente, respondiendo a algunas de las críticas que se han planteado a la iniciativa.

Del total de las hectáreas, el proyecto contempla que el 16,8% (1,7 hectáreas) será de superficie construida y 7,1 hectáreas de áreas verdes distribuidas entre el jardín suizo, los bosques y la plaza Jack Davis, la que quedaría como un espacio de uso público.

“Dadas las velocidades de venta que tiene Valparaíso, estimamos que al menos vamos a estar ahí diez años construyendo. Nuestra idea es permanecer en el largo plazo y no vender a terceros porque se podría perder el concepto del proyecto. Vamos a ir desarrollando en la medida en que la demanda lo permita; no tiene sentido construir una ciudad fantasma”, explica Burmester.

Si bien el complejo se construiría de acuerdo con la demanda, el ejecutivo estima que la inversión para los edificios, las obras de urbanización y las mitigaciones viales oscila entre 1 millón de UF y 1,5 millones de UF, es decir, hasta US$65,5 millones de acuerdo con el tipo de cambio actual.

A pesar de las extensas áreas verdes que componen el paño, de acuerdo con el gerente, el proyecto no requirió un Estudio de Impacto Ambiental, por lo cual a inicios de junio la empresa ingresó el Estudio de Impacto al Sistema de Transporte Urbano (Eistu). Con ello, sumado a la aprobación del permisos de edificación, la inmobiliaria proyecta partir las obras a inicios de 2015.