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"No" en Colombia: Santos diseña comisión para diálogo con la oposición tras derrota

Al parecer el rechazo de los colombianos al Acuerdo de Paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tras 52 años de conflicto no generará una vuelta inmediata a las armas. Ayer la administración del presidente Juan Manuel Santos, anunció los primeros movimientos post plebiscito: la creación de una comisión para el diálogo con la oposición liderada por el ex presidente Álvaro Uribe.

“Todo parece indicar que Colombia tiene su propio Brexit y que los resultados económicos del plebiscito no serán fáciles de diagnosticar en el corto plazo” señaló Fabio Moscoso, director del Grupo Entorno Económico de la Universidad EAN de Colombia.

El domingo con un 50,24% de los votos a favor del ‘No’, menos del 40% del padrón electoral colombiano cortó las alas a seis años de negociaciones por la paz. 6.373.382 votos reflejados en el 49,75% mostraron el error de las encuestas previas al plebiscito, sobre los posibles resultados en las urnas.

“Queda claro que el acuerdo de paz no se podía implementar con semejantes niveles de desinterés y abstención” dijo Angelika Rettberg, directora de Programa de Investigación sobre Construcción de Paz de la Universidad de los Andes de Colombia, y agregó que “habrá paz en Colombia, pero se demorará más de los esperado” acotando que ningún actor (ni las FARC, ni el gobierno, ni la oposición) quiere volver a la guerra ni empezar de cero. Por lo que se esperan “semanas de ajustes y renegociaciones”.

Ante la incertidumbre sobre el futuro tras la derrota del domingo, Santos planteó el diseño de una comisión especial de diálogo, cuyos integrantes al cierre de esta edición todavía no se daban a conocer. Pero con la idea de explorar en sus alternativas, convocó a líderes de todo el espectro político de ese país, quienes al igual que Uribe, manifestaron la intención de colaborar en el camino por la paz.

“La situación económica futura del país no parece muy promisoria” agregó Moscoso, al tiempo que aseguró que una de las principales víctimas del rechazo a la paz será la reforma tributaria que se quería presentar en ese país en el Congreso de la República con el objeto de resolver el déficit fiscal. “Se verá afectada y serán pocas posibilidades de que salga a flote en el corto plazo” sentenció.

El déficit fiscal en ese país asciende a 30,5 billones de pesos colombianos (cerca de US$10,4 billones), cifra que corresponde al 3,6% del Producto Interno Bruto”.

Lo que viene

“Lo que hemos visto es una baja participación y una falta de aprobación de los términos de justicia para los de las FARC”

dijo Christopher Sabatini experto en Latinoamérica y académico de la Universidad de Columbia, y sobre este último punto radica gran parte de la incertidumbre sobre lo que pasará con la paz en Colombia.

Así lo manifestó Uribe previo a las votaciones del domingo, afirmando que la paz en Colombia ilusionaba, pero que el acuerdo decepcionaba, por lo que en su petitorio para negociar se encuentran tres puntos principales: la no participación política de los miembros de las FARC, aporte en reparación de los miembros de la guerrilla y que no exista una sustitución de la Constitución colombiana.

Y es que al parecer el discurso del ex mandatario caló profundamente en el pueblo colombiano, transformándose según los analistas en el gran ganador del proceso.

Si bien el futuro del Acuerdo que se firmó el 26 de septiembre en Cartagena de Indias quedó en veremos, desde ya se desprende que la nominación de Santos y el líder de las FARC, Timochenko al Premio Nobel de la Paz, que se entrega el próximo viernes quedó en el pasado.

“Santos estaba sufriendo en los sondeos antes de estos resultados” señaló el analista para Colombia de IHS Markit, Arthur Dhont, agregando que el proceso de paz estaba seguro en la nómina del premio internacional “ y tal vez con grandes posibilidades de ganarlo”.

Sobre la visión externa Dhont señala que “a los inversionistas no les gusta trabajar en una situación de incertidumbre y eso va a ser un riesgo más allá de los problemas que ya hay en ese país”.

Ayer, Humberto de la Calle, jefe negociador del Gobierno en los diálogos de La Habana, asumió su responsabilidad tras el triunfo del ‘No’ en el plebiscito por la paz, y puso su cargo a disposición, justo antes de un viaje a Cuba en que el comisionado de paz se reencontrará con los negociadores de las FARC para determinar qué sucederá con el proceso.

Kristian Herbolzheimer sobre victoria del "No": "Habrá que diseñar una negociación multilateral"

Un sorpresivo triunfo del ‘No’. Así describen los expertos el plebiscito en que los colombianos, con 60% de abstención, rechazaron el domingo por un 50,2% el acuerdo de Paz. Fueron seis años de negociaciones (dos secretos y cuatro públicos) que podrían haber puesto fin a 52 años de conflicto con las FARC, dejando en evidencia el error de los sondeos, que pocos días antes de la votación daban al ‘Sí’ como ganador por un amplio margen. Pero ¿qué viene ahora en el proceso? ¿Cuáles son las opciones para la derrota que vivió la administración del Presidente Juan Manuel Santos? Según Kristian Herbolzheimer, director del programa de Transiciones para la Paz en Filipinas y Colombia de la consultora británica Conciliation Resources, al resto del mundo le va a costar entender la razón por la que ganó el ‘No’, pero de alguna manera la situación actual podría ayudar a generar negociaciones con grupos, con los que no se había logrado hasta ahora, como el Ejército de Liberación Nacional (ELN). En este sentido, a su juicio, la clave estaría en el diseño de un nuevo proceso de negociación “de carácter multilateral”.

¿Cómo, la polarización al interior del país, puede afectar en la mantención de la paz y el cese al fuego?

-El riesgo más grande es el retorno a la guerra. Por ahora el gobierno y las FARC han reiterado su compromiso con el alto al fuego y la campaña del ‘no’ ha indicado su preferencia porque se mantengan los diálogos de paz. Pero habrá que ajustar significativamente la arquitectura de la paz y eso puede demorarse varios meses. La incertidumbre y la demora en los ajustes juegan en contra de una paz muy frágil.

¿Pero cuáles serán las primeras consecuencias que se podrán ver por el rechazo al acuerdo de Paz propuesto por Juan Manuel Santos?

-Como era de esperar, el jefe del equipo negociador del gobierno (Humberto de la Calle) acaba de poner su cargo a disposición del Presidente.

¿Qué debería hacer la administración de Santos para mantener la armonía interna en Colombia? 

-El Presidente ha invitado a todos los actores políticos a presentar sus propuestas. La etapa de las negociaciones bilaterales entre gobierno y FARC ha terminado. Habrá que diseñar un nuevo proceso de negociación de carácter multilateral.

¿Cómo la situación actual va a afectar la economía colombiana y la visión externa de los inversionistas?

-Al resto del mundo le va a costar mucho entender por qué ganó el ‘no’. El país pierde una oportunidad singular de dejar atrás un largo periodo de violencia y convertirse en un referente mundial de construcción de paz. La estabilidad y la nueva imagen habrían contribuido mucho a la inversión económica internacional.

Tras la Paz con las FARC venían otras negociaciones ¿Qué pasa ahora con la del Ejército de Liberación Nacional?

-En cierta manera los ajustes en el proceso de paz con las FARC pueden ser una oportunidad para crear un mecanismo del cual participe también el Ejército de Liberación Nacional.

¿Qué efectos puede tener el rechazo al acuerdo de Paz en la entrada de Colombia a la OCDE y otras instituciones o acuerdos de carácter internacional?

-Toda la política colombiana entra ahora en una fase de incertidumbre. Es una crisis política muy seria y eso afecta negativamente los planes de desarrollo nacional y de integración internacional.

Muchos dicen que Álvaro Uribe es el ganador de lo que pasó con el plebiscito. ¿Qué es lo que viene para él y este movimiento?

-A Uribe y la campaña del ‘no’ les cae la gran responsabilidad de demostrar que un plan B es posible.

Bolsa colombiana cae, pero ajuste sería acotado en el corto plazo

El panorama en el mercado colombiano fue negativo tras la victoria del “No”. El peso colombiano cayó 1,7%, su mayor caída en tres semanas y los bonos se corrigieron junto con las acciones. El índice bursátil Colcap cayó 0,8% a un mínimo de siete semanas.

El principal problema no serían los temores por una vuelta a la violencia, sino el impacto del plebiscito en otros temas de la agenda del Gobierno colombiano. En particular, la reforma tributaria, ya que según Mario Castro de Nomura, ésta saldrá “más diluida”, porque los esfuerzos estarán centrados en las negociaciones. “(Aquello) significará que los problemas fiscales van a continuar y eso tendrá repercusión especialmente en el mercado de deuda pública. Pero aparte de la reforma tributaria no vemos mayor implicaciones, no veíamos ningún escenario económico al alza ni a la baja, los beneficios económicos de la paz ya se habían absorbido”, dice Castro.

Algo similar afirma Adam Collins, economista de América Latina de Capital Economics, ya que cree que los mercados financieros no caerán mucho más, puesto que el voto no ha cambiado el panorama económico inmediato para Colombia. “El aumento de la incertidumbre generada por el referendo es probable que disuada a los inversionistas por el momento. Pero, dado que parece poco probable que las FARC vuelvan a la violencia, dudamos que será un factor importante en las decisiones de inversión a medio plazo”, señala Collins.

Tampoco se prevé riesgo para empresas chilenas con exposición en el mercado colombiano. Guillermo Araya, gerente de estudios de Renta 4, señala que “hoy no se estima algún impacto bursátil o real en empresas chilenas porque están en las grandes ciudades, no en las zonas de conflicto, relacionadas a la minería o al petróleo. El No, no significa que los inversionistas escapen del mercado colombiano, si no que serán más cautelosos”. VJ

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