AFP piden elevar cotización a cerca de 20%, mientras el Ejecutivo buscaría destrabar la reforma ampliando el aporte sobre el 6%

Asociación de AFP: el 85% de las personas que pidieron retirar sus fondos el primer día ya tienen el pag

A pesar de las declaraciones en pos de acelerar la reforma previsional, en la Comisión de Trabajo del Senado aún no hay fecha para votar el proyecto en general, y el gobierno aún no lo ha calificado con urgencia.


Bastante se ha hablado sobre el proyecto que cambia el sistema de pensiones. De hecho, se señala que el gobierno estaría pensando en elevar la cotización adicional de los 6 puntos propuestos en el articulado, a 8 puntos, lo que ha llevado al gremio de las AFP a proponer que sean 10 puntos. Todo, con miras a acercar a los niveles de cotización de los países desarrollados que superan el 20%.

Más allá de las ideas, lo cierto es que hoy una vez más la Comisión de Trabajo del Senado tiene esta reforma en tabla, aunque el proyecto no cuenta con ninguna urgencia. Y mientras varios actores declaran la necesidad de ponerle el acelerador a esta reforma, el gobierno este martes envió unas 80 urgencias para distintos cuerpos legales que se ven en ambas cámaras, sin incluir a las pensiones. Tampoco se ha votado la idea de legislar en esta instancia, ni se ha presentado ninguna indicación al respecto.

Las antenas están puestas en lo que el gobierno pueda decir en la sesión de este miércoles, ya que de acuerdo a fuentes parlamentarias el Presidente Piñera tiene la decisión de apurar la votación en el Senado para que la reforma siga su trámite y se termine negociando en una Comisión Mixta, como ocurre con todos los proyectos complejos.

Por esa razón, advierten que habría trascendido la idea del 8% para explorar si podría haber algún tipo de acuerdo con parte de la oposición, porque también en La Moneda admiten que no esperan un gran consenso transversal. Tienen claro, sostienen, que muchos de la oposición defenderán hasta el final que el 6% vaya a un sistema colectivo, lo cual resulta insostenible para el oficialismo.

La estrategia de Palacio, acotan es intensificar las negociaciones, agotar esfuerzos, y darle curso cuando ya existan algunos puntos de acuerdo. “Ahí ponerle urgencia, forzar una votación, y que queden al descubierto las discrepancias, porque el tiempo ya se agotó, y el tema debe zanjarse de alguna forma”, acotan quienes conocen de la decisión gubernamental.

Quizás en lo último sea una de las pocas cosas en que coinciden el gobierno con el presidente de la Comisión de Hacienda, senador Juan Pablo Letelier (PS), quien volvió a señalar: “Esto es urgente. Pondremos el pie en el acelerador en la comisión de Trabajo para forzar que una vez por todas se realice una reforma al modelo de pensiones”.

Esta declaración fue secundada por varios parlamentarios, tanto de oposición como del oficialismo, conscientes de que tras un año de estar alojado en el Senado, el proyecto debe continuar su paso legislativo.

Declaración que el senador Rodrigo Galilea (RN), secundó en entrevista con radio U. de Chile: “Nosotros como Comisión de Trabajo nos hemos propuesto intentar y dedicarle todo el tiempo posible, darle prioridad uno y sacar este proyecto en enero, o sino simplemente votar lo que vino de la Cámara”. Cabe recordar que el proyecto aprobado en primera instancia establecía una cotización adicional de 6%, mitad se destinaría a cuentas individuales y el otro 3% a un órgano colectivo que se institucionalizaría mediante indicaciones en el Senado.

Propuesta AFP

En tanto, desde la vereda privada la Asociación de AFP observa los efectos que tendrá sobre las futuras pensiones los dos retiros del 10%, algo que a juicio de su gerente general, Fernando Larraín, “causará un daño irreversible que aumentará la vulnerabilidad y la desigualdad que hoy tiene el país”.

Así lo planteó en la cuenta anual del gremio, instancia en la que indicó que “luego de ambos retiros, más de 3 millones de afiliados se han quedado sin ahorros previsionales. Estamos hablando de más de US$ 31 mil millones que se han sacado de los ahorros de los trabajadores para financiar los costos de la crisis. Esto representa cerca de un 11% del PIB (Producto Interno Bruto), cifra que ha salido directamente del ahorro de los trabajadores”.

En esa línea puso un ejemplo: “Esa trabajadora en vez de empezar a cotizar a los 25 lo está haciendo a los 30,4 años. Ahora veamos el caso de un hombre que hoy tiene 45 años y que durante su vida laboral cotizó por un ingreso de $350.000. Al hacer el primer retiro del 10% está perdiendo 4,3 años de cotizaciones, mientras que al hacer el segundo retiro, perdería en total 8,9 años de cotizaciones. ¿Qué quiere decir esto? Que este trabajador en vez de haber empezado a cotizar a los 25 años, lo está haciendo a los 33 años”.

Ante este escenario, Fernando Larraín planteó que es necesario recuperar el daño provocado por los retiros, por lo que apuntó a que “el 16% que se está actualmente debatiendo en la reforma de pensiones ya parece poco y más bien habría que definir una cotización cercana al 20%, si uno quiere efectivamente mejores pensiones”.

“Este es el impacto que generan los retiros de fondos anticipados. Puede que algunos lo hayan utilizado con fines políticos e incluso como una manera de destruir el actual sistema previsional. Pero hay que ser claros: el sistema previsional no es el sistema de AFP y mientras siga ‘afpeizado’ el debate, difícilmente se buscarán cambios que mejoren las pensiones”, criticó.

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