Buydepa y la era de los “instant buyers”

Nicolás Méndez y Agustín Ruiz-Tagle, fundadores de Buydepa

Nicolás y Agustín renunciaron a sus trabajos y buenos cargos el 22 de octubre de 2019 para emprender y comenzaron a buscar inversionistas en abril de 2020. El estallido social y el Covid no echaron abajo su idea. En 2021 facturaron US$ 12 millones y el 2022 esperan doblar esa cifra. Todo, descubriendo un nicho en la industria inmobiliaria.


El mercado de la venta y compra de automóviles usados es gigantesco. El funcionamiento es conocido. Alguien quiere vender su vehículo, lo “enchula”, le arregla detalles y luego lo vende a un buen precio. También puede venderlo a una empresa que lo mejora más aún, aumentando el valor. Pero en el área de las propiedades usadas este modelo no es muy común. Y es ahí donde Buydepa encontró un nicho: “El mercado de los departamentos de segunda mano es muy informal, pero gigantesco y hay pocos actores preocupados por este tipo de inmuebles, no así con los nuevos. Este mercado necesitaba profesionalizarse”, explica Nicolás Méndez, cofundador Buydepa.

Para hacerse una idea, el 2021 la empresa facturó US$ 12 millones y ni siquiera ha salido de unas pocas comunas de Santiago.

La historia comienza en 2019 cuando se reunieron seis personas que visualizaban que había una oportunidad: Antonio Roa, Mauricio López, Sebastián Fuenzalida, Pablo Ruiz-Tagle, Agustín Ruiz-Tagle y Nicolás Méndez. Los dos últimos se pusieron a la cabeza de la operación y los otros abrieron sus billeteras. “Yo trabajaba en la compañía de seguros Avla, liderando el proceso de expansión, pero empecé a enamorarme del problema que habíamos detectado en el rubro inmobiliario, donde a veces te puedes demorar hasta ocho meses en vender una propiedad”, recuerda Méndez.

Le dieron varias vueltas a la idea y a fines de 2019 encontraron la solución. Se trata de los instant buyers (iBuyers) o “compradores instantáneos”, un modelo de transacción en donde ciertas empresas compran propiedades residenciales directamente a vendedores privados para luego revenderlas. El concepto se inventó en Estados Unidos el 2014.

El 22 octubre de ese año, solo tres días después del estallido social, Agustín Ruiz-Tagle y Méndez decidieron renunciar a sus trabajos para emprender “en quizá uno de los periodos más difícil de la historia para hacerlo”, dice riendo Méndez. En febrero de 2020 y con una página web básica partieron la operación. “Pero aún no podíamos hacer publicidad, porque si llegaban 20 clientes no estábamos preparados”.

En abril de ese año decidieron que era hora de buscar un fondo de inversión, ya que necesitaban un capital importante para adquirir departamentos. Digamos que tampoco era un momento ideal. Recién se había declarado la pandemia por Covid y cualquier inversionista miraba con escepticismo la inversión. Recién en agosto de 2020 lograron cerrar con uno (HMC Capital), quien aportó cerca de US$ 7 millones. Hoy, con varias estructuras de financiamiento, ya han logrado comprar más de 120 propiedades y vender más de 90.

Desde Buydepa aseguran que los tradicionales 8 meses lo han reducido a 10 días. “Si alguien quiere vender una propiedad, nosotros podemos comprarla y nos hacemos cargo de todo: notaría, trámites en la municipalidad, certificado de antecedentes, etc. El vendedor ingresa su propiedad a nuestra página web y recibe una valorización instantánea. Si le acomoda el precio, agendamos una visita y se cierra el negocio en menos de dos semanas”.

¿Cuál es la diferencia con un corredor de propiedades tradicional? El fundador de esta startup lo explica como ya lo debe haber hecho con quienes le hacen la misma pregunta. “Un corredor muestra la propiedad a distintos interesados y puede pasar tres meses en eso. Por otro lado, el que compra tiene que sacar el crédito hipotecario y otra serie de trámites. Como nosotros compramos la propiedad, no hay un banco involucrado. Hacemos los estudios de título, recolectamos los antecedes, ingresamos al Conservador de Bienes Raíces, etc. Prácticamente lo único que pedimos es una foto de su carné”, explica Méndez.

¿Y si el comprador quiere verlo antes, no todo puede ser online? “Ahora viene la parte interesante. Nosotros compramos las propiedades, pero no para mantenerlas un tiempo, sino para devolverlas lo más rápido posible al mercado, aunque no haya un comprador aún interesado. Por ejemplo, hoy tenemos 35 departamentos en stock. Pero lo importante es que no vendemos lo mismo que compramos. Sí …suena raro, pero luego de comprar el departamento, lo mejoramos. Por ejemplo, cambiamos los junquillos, arreglamos el clóset, mejoramos la cocina y otra serie de elementos. Los dejamos filete. Así elevamos también su precio”, señala Méndez. En definitiva, el mismo modelo que utilizan muchas automotoras que venden vehículos usados.

Pero hay otra serie de adicionales, que justamente han ayudado al rápido crecimiento de esta empresa. Por ejemplo, entregan un servicio de posventa. Si a un comprador le falló un artefacto de cocina o tuvo problemas con una ventana o el sistema eléctrico, van y lo arreglan. “El producto (departamento) que compramos no tiene nada que ver con el que vendemos”, dicen. Por otro lado, cuando alguien compra por crédito hipotecario, Buydepa financia el pie a tasa cero, el que puede ser pagado hasta en cinco años. Además, tienen convenio con varias entidades financieras para agilizar este trámite e incluso, hacerse cargo ellos mismos. Y como bonus track, cuando un vendedor tiene deudas de gastos comunes o contribuciones, también se encargan ellos.

“Hubo empresas que trataron de desarrollar este modelo en Chile, pero su negocio cambió y terminaron siendo brokers digitales. La razón es porque para lograr lo que hacemos, se requiere levantar grandes inversiones que te permitan tener espalda para comprar y tener un stock de departamentos disponibles. Eso es fundamental. Además del desarrollo tecnológico que hay detrás para valorizar y optimizar la operación”, dice.

Por ahora están enfocados solo en departamentos de no más de 7.000 UF, en cinco comunas: Santiago Centro, Estación Central, San Miguel, Independencia y Macul. Tuvieron un aumento de capital en noviembre de 2021 por US$ 2 millones y actualmente tienen un crecimiento mensual de un 30%. Proyectan cerrar el 2022 con unos US$ 25 millones en facturación.

El plan de crecimiento a corto plazo está enfocado en Chile. La idea es llegar a otras comunas y empezar a involucrarse en otros segmentos como el de las casas y las oficinas. Antes de 12 meses esperan desembarcar en el extranjero, principalmente Perú y ya mirando México y Colombia. Siempre, “con distintos servicios que aporten a un mundo inmobiliario que aún no está resuelto”, concluye Nicolás Méndez.

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