Colmena anticipa millonario efecto en isapres por coronavirus

Gerente General de Colmena, Nicolás Donoso

El ejecutivo afirma que por cada caso confirmado, hay entre 50 y 60 pacientes que se hacen el examen, y una tasa similar de personas que solicitan licencias por cuarentena preventiva. Ante ello advierte que “la sustentabilidad financiera del sector está en riesgo, y esto se agudiza con una crisis y una pandemia como la que estamos viviendo”.


Ya no es sorpresa que salgan empresas a decir que este no será un buen año para sus sectores producto de la contingencia por el coronavirus en el país y el mundo. Pero lo cierto es que la industria de isapres ya venía golpeada por las pérdidas con que cerraron casi todas las aseguradoras en 2019, y ahora se avecina un 2020 que no promete mejoras.

Es por esto que Nicolás Donoso, gerente general de Colmena, dice que es necesario hacer cambios regulatorios de largo plazo. De todas maneras, tiene claro que este no es el momento, pues habrá que esperar el paso de la crisis sanitaria. Y a propósito de la emergencia aprovecha de hacer un llamado a preferir canales remotos, pues desde ahora los trámites que antes no se podían hacer en línea, están disponibles.

La utilidades de las isapres cayeron 85% en 2019. ¿Este año será mucho peor?

-El año pasado no sólo las utilidades retrocedieron 85%: la mayoría de las isapres no tuvo ganancias, porque las utilidades agregadas de la industria completa fueron $9.500 millones, y hubo una sola isapre que tuvo una utilidad no recurrente por la venta de un inmueble de $9.500 millones. A nivel operacional, la industria tuvo una pérdida de $25.000 millones en 2019. Esto es producto de una larga historia, la judicialización por un lado, cambios normativos que se han generado, y también un efecto por el crecimiento de los costos de salud que el año pasado fue particularmente agudo. Con ese punto de partida, por supuesto que el efecto para la industria de una pandemia como esta es enorme.

¿Existe una proyección de ese impacto?

-Es muy difícil de estimar, pero la Superintendencia nos ha pedido hacer un análisis de sensibilidad con distintos escenarios de número de contagiados a nivel nacional, y el rango (del impacto) es de entre $20.000 millones y $80.000 millones por isapre sólo por Covid-19, al menos para las cuatro grandes. Obviamente el rango es bastante amplio porque estamos hablando de estimaciones que consideran desde 15.000 hasta 60.000 contagios. Todas las cifras que hemos escuchado de la autoridad, están más bien en los 50.000, y en ese caso estaríamos hablando de unos $60.000 millones por aseguradora. Por lo tanto, esto podría significar un impacto para la industria de entre $200.000 millones y $300.0000 millones.

Si se proyecta un costo entre $20.000 millones y $80.000 millones por el coronavirus por cada isapre, y el año pasado hubo para el total de la industria una pérdida operacional de $25.000 millones. ¿El escenario que se viene este año es bastante peor para los resultados?

-Tiene un impacto económico enorme. Es difícil determinar cuál será el efecto final a lo largo de todo el año, porque no sabemos cuánto va a durar, ni qué extensión va a tener, así que no me atrevería a decir el impacto final.

¿Qué les pega más: licencias, gasto ambulatorio, o gasto hospitalario?

-Lejos el riesgo más grande está en las licencias, porque por cada caso confirmado hay muchas personas que tuvieron contacto, o que tienen sospechas, o que incluso presentan síntomas pero que no necesitan mayor atención médica. Las licencias es el gran desafío, todo lo demás nos afecta también, y si bien son montos más grandes, son volúmenes mucho menores.

¿Tienen un cálculo de órdenes de magnitud de licencias que se dan por Covid-19?

-A la fecha, por cada caso confirmado estamos recibiendo entre 50 y hasta 60 pacientes que se realizan el examen, y una tasa parecida de pacientes que hoy están solicitando licencias por cuarentena. Ahora que se ha decretado cuarentena en algunas comunas (...) imagino que la incidencia de esas licencias debería bajar, pero por ahora están disparadas.

A raíz de esta contingencia también hay industrias que se han visto afectadas para obtener liquidez, ¿ven que van a tener problemas de financiamiento?

-Esperaría que no, principalmente porque esta es una crisis que va a durar algunos meses, y todos los actores estamos adoptando las políticas de gestión financiera y operacionales más responsables que podemos. Esa es una conversación que tenemos con los distintos bancos, y creo que ellos pueden ver que si bien, este es un año desafiante, finalmente la gestión financiera sigue siendo muy robusta, y al mirar los balances de las isapres, deberíamos estar más o menos preparados para enfrentar algo así. Así que yo esperaría que no (haya problemas de liquidez), pero no se puede descartar.

Considerando que el año pasado no hubo algo particular como el coronavirus, y de todas maneras tuvieron pérdidas ¿sigue siendo sostenible el negocio de las isapres?

-No es secreto que el sistema de isapres está bajo una presión enorme. Justamente porque durante muchos años no se han introducido cambios regulatorios que tanto los afiliados, como las mismas aseguradoras, y las Cortes, han venido pidiendo. Mientras se mantenga esa situación, de todas manera la sustentabilidad financiera del sector está en riesgo, y esto se agudiza con una crisis y una pandemia como la que estamos viviendo. Es importante que las autoridades finalmente decidan de qué manera quieren configurar el sistema de salud hacia adelante.

¿Cuáles son los principales puntos a resolver?

-Hay que resolver los principales problemas que afectan a los afiliados, como son las preexistencias, la dificultad de comparar planes, las alzas de precios que están fundamentadas por alzas de costos, pero también hay sistemas de salud que se estructuran para ser más eficientes en la contención de los costos médicos que se originan finalmente en los prestadores.

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