Columna de Hermann González: “Litio: que la coyuntura no nuble la visión de largo plazo”

Hermann González
Hermann González, Clapes UC.

“Chile se encuentra mejor preparado que otros competidores para enfrentar este chaparrón, tanto por la calidad de sus recursos, como por el conocimiento del mercado y de las tecnologías disponibles, ventajas que nos permiten ser líderes mundiales en costos. De esta forma, el llamado es a no detener el avance de la estrategia nacional del litio, continuar con el desarrollo de esta industria con una mirada de largo plazo y a estar bien preparados cuando el precio del litio vuelva a subir como espera el consenso de mercado”.


El precio del litio ha bajado de forma muy importante, pasando desde más de US$80 mil la tonelada a fines de 2022 a US$10 mil la tonelada actualmente. Como es sabido, el principal uso de este material es la fabricación de baterías para dispositivos electrónicos y automóviles eléctricos, lo que lo convierte en un insumo esencial para la transición energética. Pero ¿qué ha cambiado en este proceso que explica la fuerte caída del precio? Comprender las razones detrás de este ajuste permite saber si es posible esperar una recuperación y dimensionar su impacto económico.

Una de las principales razones de esta caída del precio es la pérdida de dinamismo de la economía china y del mercado global de automóviles eléctricos. La otra, obviamente, es el aumento de producción que se generó con el incentivo que produjo el fuerte aumento del precio del año 2022. En el caso de los automóviles eléctricos, factores como alto precio, el retiro de subsidios para su adquisición en diversos países, su aún reducida autonomía y la insuficiente infraestructura de recarga, han frenado la expansión del mercado y han hecho que las ventas sean menores a lo esperado.

Como respuesta a la caída del precio, los productores de litio empezaron a ralentizar su producción a fines de 2023, lo que ha evitado un descenso mayor. De acuerdo con S&P Global las estrategias de las empresas de los principales países productores, Chile y Australia, incluyen la acumulación de inventarios y la suspensión temporal de operaciones. Otras han modificado los procedimientos de venta, utilizando subastas para conseguir mejores precios. Pese a estos ajustes, se estima que el mercado del litio se mantendrá en superávit hasta 2027.

Más allá del fuerte ajuste del precio, los fundamentos de largo plazo del mercado del litio siguen siendo positivos. De acuerdo con estimaciones de la Agencia Internacional de Energía, la demanda por litio se multiplicará por seis entre 2020 y 2030, como consecuencia de la transición energética hacia energías limpias. En este contexto, según Consensus Forecasts, el precio de largo plazo (2029-2033) se estima en torno a US$18 mil la tonelada. En el corto plazo, las expectativas positivas para este mercado se sustentan, por un lado, en la posibilidad de que el gobierno chino tome medidas para enfrentar el debilitamiento de la demanda interna, con el fin de cumplir con sus metas de crecimiento y evitar un mayor descontento social. Por otro lado, el proceso de recortes de tasas de interés que comienza este mes en EE.UU. y que se prolongará durante 2025 es otro factor que permitirá una recuperación de la demanda global que hoy se encuentra reprimida por los altos costos de financiamiento. Por último, las elecciones en EE.UU. también serán un factor relevante para las perspectivas de este mercado. Mientras Donald Trump ha sido crítico de las políticas de apoyo a la adquisición de vehículos eléctricos, Kamala Harris ha sido defensora de la expansión de esta industria, como pilar de la estrategia para enfrentar el cambio climático.

La baja del precio del litio significa menores ingresos públicos y privados para nuestro país y podría desincentivar el ingreso de nuevos participantes, especialmente aquellos con mayores dificultades financieras o sin una visión de largo plazo. Pero Chile se encuentra mejor preparado que otros competidores para enfrentar este chaparrón, tanto por la calidad de sus recursos, como por el conocimiento del mercado y de las tecnologías disponibles, ventajas que nos permiten ser líderes mundiales en costos. De esta forma, el llamado es a no detener el avance de la estrategia nacional del litio, continuar con el desarrollo de esta industria con una mirada de largo plazo y a estar bien preparados cuando el precio del litio vuelva a subir como espera el consenso de mercado.