Dirección de Presupuestos: "Si necesitamos ser más expansivos en el gasto, tenemos nuestros Fondos Soberanos"

RODRIGO-CERDA
Dirección de Presupuestos

Rodrigo Cerda asevera que existen señales importantes de recuperación de la economía local en lo que queda de 2019 y para 2020.


La autoridad asevera que existen señales importantes de recuperación de la economía local en lo que queda de 2019 y para 2020. enfatiza que el diseño del presupuesto fiscal del próximo año busca consolidar ese escenario con un perfil reactivador, enfocado en la inversión pública.

Para el director de Presupuestos, Rodrigo Cerda, la semana pasada comenzó el período más intenso del año. Se trata de una intensidad diferente a la que enfrentó durante la primera parte de 2019 en la oficina que lidera, época en que se definieron los espacios posibles de gasto fiscal, los escenarios de crecimiento, se recibieron los requerimientos ministeriales y finalmente las instrucciones del Presidente sobre los énfasis del Presupuesto 2020. En adelante y durante 60 días, será -junto al ministro de Hacienda, Felipe Larraín- protagonista en el Congreso de las negociaciones con los legisladores y sus respectivas demandas. "Se invierten muchas horas en conversar", reconoce desde Teatinos 120. Sobre todo más, en un contexto en que las proyecciones de crecimiento para 2019 y 2020 se redujeron hasta 2,6% y 3,3%, respectivamente, y los recursos son acotados.

El gobierno alineó su proyección de crecimiento 2019 a las estimaciones del mercado: 2,6%. ¿Pecó de optimista en las previsiones anteriores?

-No siento que hayamos pecado de optimismo. Cuando miramos nuestras proyecciones y cómo las fuimos modificando a través del año, han estado en línea con lo que decían instituciones como el Banco Central y también el mercado. Lo que pasa es que cambió el escenario por la guerra comercial y, además, el primer semestre tuvimos una caída en producción de cobre bastante importante. Si uno mira el escenario internacional, hay que destacar que Chile lo está haciendo bastante bien. Es cosa de mirar el vecindario: Argentina y Paraguay en recesión, Brasil estancado y, en ese contexto, Chile sigue creciendo. De hecho, cuando empezamos a dejar atrás el shock de cobre, empezamos a ver cifras, no solamente en el minería, sino también en resto de la economía, que empiezan a recuperarse.

¿Se puede confiar en los "brotes verdes" de la economía?

-Uno nunca puede estar confiado, siempre tenemos que estar monitoreando, viendo qué tipo de políticas se puede necesitar, pero Chile está empezando a repuntar y creemos que vamos a tener un crecimiento mayor el próximo año. Ahora, ese crecimiento va de la mano con ciertas cosas que estamos esperando, como la modernización tributaria. Muchas veces el debate se centra en la reintegración, pero tiene otras medidas importantes para generar impulso a la inversión, como la depreciación semiinstantánea general y la instantánea en La Araucanía.

Economistas como Vittorio Corbo, Rodrigo Vergara y José De Gregorio han dicho que el impacto en crecimiento está sobreestimado...

-Podemos tener distintas opiniones. Sin discutir un número específico, la modernización tributaria y los incentivos por el lado de la depreciación son importantes, y la reintegración debiera impulsar la inversión.

¿Eso sustenta la estimación de crecimiento desde 2021 en adelante, de 3,6%?

-Lo que hay implícito en esa proyección es un crecimiento de tendencia mayor, por mayor inversión a través del proyecto de modernización tributaria, pero también estamos proponiendo en el Presupuesto poner el acento en la inversión pública. Otro elemento es el shock de migración de los últimos años, que va a generar un aumento en la fuerza de trabajo, y también esperamos que la productividad tienda a repuntar. Todos esos elementos están detrás del escenario que estamos delineando. Asimismo, seguiremos observando los impactos positivos de la Agenda de Aceleración Económica del gobierno, que ya ha demostrado sus primeros efectos.

Si la guerra comercial recrudece el próximo año y Chile crece bajo el 3%, ¿cuáles son las municiones que le quedan a la política fiscal para enfrentar ese escenario?

-No es nuestro escenario de hoy. Ahora, si en algún momento necesitamos otras herramientas, las tenemos. Si necesitamos ser más expansivos en el gasto, tenemos nuestros Fondos Soberanos y, al tener una deuda que hemos ido controlando, si necesitamos mayor capacidad de endeudamiento, la vamos a tener. Pero no es el escenario que estamos viendo. Si mañana ocurren otras cosas, vamos a estar preparados.

Política fiscal y Presupuesto 2020

Uno de los compromisos de la administración es acotar la deuda pública en relación al PIB. En la proyección que entregaron, se acerca al 30% en 2023. ¿Cumplieron ese compromiso?

-Sí. Pero una de las cosas más fundamentales para poder acotar el aumento de la deuda y hacerla converger a una constante en relación al PIB es controlar el déficit fiscal. Mientras mantengamos déficit fiscal, vamos a tener que seguir emitiendo deuda. Por eso es tan importante el compromiso de responsabilidad fiscal, de ir cerrando los déficits estructurales. Y lo más importante es que estamos cumpliendo ese camino. Eso genera credibilidad en el mercado, estamos invirtiendo en credibilidad fiscal.

Pero seguirá aumentando...

-La deuda como porcentaje del PIB ha tenido ciertos aumentos sí, pero más lento que en el pasado y sigue la trayectoria que habíamos trazado. Y en ese camino, nuestro horizonte es que para 2023-2024 el aumento de la deuda fiscal esté estabilizado.

La proyección es que este año el déficit estructural cierre mejor de lo esperado. La meta propone -1,6% y sería -1,4%. ¿No sería conveniente acelerar el cumplimiento de la meta?

-No. Vamos a seguir la trayectoria fijada al principio de la administración.

¿Por qué?

-Es muy importante cumplir también con nuestro programa y eso lo haremos siguiendo nuestra meta fiscal, tal como lo dijimos al principio. Tenemos que cumplir con los niños vulnerables, con los adultos mayores, donde estamos poniendo muchos recursos para el aumento de las coberturas de las pensiones básicas solidarias y la reforma de pensiones, por ejemplo. Además, en nuestro programa es muy importante la reactivación económica.

¿Dejarán holguras para el próximo gobierno?

-El próximo gobierno debería encontrar una situación fiscal tal vez no con un superávit, pero sí vamos a cumplir con nuestro itinerario de responsabilidad fiscal y vamos a dejarle holguras. De hecho, las holguras fiscales que presentamos para 2023-2024 superaban los US$ 1.500 millones en cada año. Son montos relevantes que van a permitir a la administración que venga a hacer su programa de gobierno. Además, son holguras exigentes, porque suponemos que el próximo gobierno seguirá cerrando el déficit estructural.

En una frase, ¿cómo definiría el Presupuesto 2020?

-Un presupuesto responsable que cumple las metas del programa de gobierno y que busca reactivar a la economía.

El ministro de Hacienda usó los adjetivos de "audacia y responsabilidad", luego en el Congreso dijo "audacia en la medida de lo posible". ¿Con cuál frase se queda?

-Al final, hay dos conceptos. Lo primero es que la guía de nuestra política fiscal es la responsabilidad, que ya conoce el mercado y que sabe que vamos a cumplir. Segundo, dentro de ese contexto debemos buscar iniciativas reactivadoras. En el Presupuesto se puede observar: el MOP crece más del 7%; en Vivienda vemos crecimiento del 3,6%, que considera no solamente subsidios, sino también otras iniciativas. Salud crece más del 5% por la inversión en hospitales y centros de atención de salud familiar. Estamos tratando de conjugar las palabras responsabilidad, reactivación, estabilización de deuda y reducción de los déficits estructurales. Esos son los 4 ejes básicos que hay detrás del presupuesto.

¿Cómo ve la tramitación?

-Queremos que en la discusión el Congreso sea nuestro socio, porque ellos también están preocupados por la inversión pública. Estamos en la misma sintonía de que hay que tener mayor inversión pública para reactivar a la economía.

Hay críticas de parlamentarios de oposición sobre que el Presupuesto no es suficientemente reactivador y que la ejecución del gasto este año va lenta...

-Si se mira históricamente, a agosto el gasto de capital en promedio que se ejecuta es de 52%. Nosotros este año estamos en 53,3%. Y cuando miramos el gasto total del gobierno central presupuestario en promedio desde el 2010, se ha ejecutado 60,9%, nosotros estamos en 61,7%. Entonces, vamos un poco más rápido que el promedio de los últimos 10 años. El segundo punto es qué va a pasar en 2020. Anunciamos un aumento muy fuerte en inversión, de casi 7%, mientras el Presupuesto total crece 3%. Entonces, obviamente hay una diferencia muy importante. Además, entregamos al Congreso una lista de más de 2 mil proyectos que esperan la aprobación del Presupuesto para empezar a financiarlos: está más que fundado nuestro aumento en inversión.

Los senadores también criticaron que los ingresos de la reforma tributaria aprobados en la Cámara a fuesen incluidos en la proyección de ingresos para el Presupuesto, porque podrían haber sido provisionados en el Tesoro Público como se hace con el gasto de proyectos en tramitación. ¿Por qué se incluyeron?

-Es una discusión válida. Cuando se ve la historia reciente del país en la tramitación de reformas tributarias las discusiones son relativamente cortas. Esto nunca había pasado. ¿Por qué lo que hicimos entonces? Porque para el Presupuesto debemos hacer nuestra mejor estimación de ingresos posible. La modernización tributaria pasó una primera valla que es importante y lo que no se aprobó, no se incluyó. Estamos entrando en la discusión en el Senado y si bien estimamos que vamos a seguir las conversaciones y el proyecto va a sufrir cambios, sí vemos ánimo de los parlamentarios para conversar y que el proyecto sea despachado en los tiempos que estamos considerando.

Se pidió al Consejo Fiscal Autónomo que se pronuncie sobre el tema...

-Es una nueva institución, y que se le haga una consulta está bien.

¿Tiene el CFA atribuciones para pronunciarse? La entidad pidió la opinión de Contraloría.

-Considero que no me corresponde emitir un comentario al respecto.

Otra de las críticas es que se centraliza la distribución de recursos de la Subsecretaría de Desarrollo Regional. ¿No es complejo eso, pensando que el próximo año hay elección de gobernadores regionales y que contarán con poder de decisión sobre los recursos?

-Llevamos dos presupuestos, 2019 y 2020, donde la inversión en gobiernos regionales crece de forma relevante. El año pasado creció 2,5%, y este, 3,5%. Aparte de eso, estamos creando en este presupuesto un Fondo de Desarrollo Local, que está poniendo nuevos recursos que permitan adelantar lo que queremos hacer en la Ley de Financiamiento Regional. Sabemos que lo que viene en gobiernos regionales es un desafío mayor, pero la discusión tenemos que darla en la ley de financiamiento regional.

La que se comprometió para fin de este mes. ¿Vendrá una regla de responsabilidad fiscal regional?

-No puedo adelantar eso, pero entendemos que el proyecto de responsabilidad fiscal regional es relevante para el país. Estamos trabajando para cumplir.

Uno de los grandes temas de todos los años es el gasto en Salud. Durante el año se deben reasignar varias veces recursos porque el presupuesto no alcanza. Se anunció un cambio en el sistema de financiamiento, ¿en qué consiste?

-Estamos haciendo son dos cosas importantes. Primero, en coordinación con el Ministerio de Salud, pasamos a un nuevo sistema de financiamiento de pago por prestación, que nos va a permitir monitorear de mejor forma el gasto. Por lo tanto, estamos cambiando la forma de financiamiento, ese es un eje relevante, que se venía estudiando desde hace tiempo y nos permite ordenar las deudas en salud. Segundo, del aumento del Presupuesto 2020, cerca del 35% se lo lleva Salud, es decir, del aumento del presupuesto de cada $100 pesos, $35 van a Salud. Estamos reconociendo que el presupuesto en Salud hay que incrementarlo más, para ir cerrando déficit.

¿Eso evitará las reasignaciones durante el año?

-Las dos medidas van ese sentido. Aparte del método de pagar por prestación, tenemos que poner mayores recursos. Ya en el presupuesto anterior pusimos US$ 400 millones adicionales para ir reconociendo el cierre de brechas.

Con la reducción del déficit estructural, ir acotando el crecimiento de la deuda pública y reactivar la economía a través del Presupuesto, ¿permitirá recuperar la clasificación de riesgo que se perdió en esta administración?

-Estamos haciendo la pega para eso. Ahora, cuándo va a ocurrir es algo que no depende del gobierno, sino de cuándo las clasificadoras piensen que hemos cumplido. El trabajo lo estamos haciendo y tenemos la esperanza que ocurra.

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