Pulso

Escuchar al técnico

El mercado se va a ajustar. En eso está exactamente. Si superamos el Covid, seremos capaces de levantarnos de nuevo. Pero quedaremos aporreados y dolidos. Para EE.UU., el valor del dólar y sus activos de refugio sufrirán. Habrá inflación y menor crecimiento. El resto del mundo pagará un precio. Incluso los países que hagan lo correcto cargarán con el peso por un largo tiempo. Frazier también le hizo caso a su técnico Eddie Futch. Al comienzo del 14º round le dijo “Este es el último”, sin que Ali se diera cuenta”. En el 15 no dejó a Frazier pelear más. Quería protegerlo. “Llegamos a Manila como campeones y nos fuimos como hombres viejos”, dijo Ali. Ninguno de los dos volvería a ser el mismo.

“La gente dejará de comprar”: la advertencia de Reagan que China difundió para criticar los aranceles de Trump. Foto: REUTERS.

“¡Levántate ¡Estás ganando!” Angelo Dundee. Inicio round 15. Mohammed Ali vs. Joe Frazier, Thrilla in Manila, Filipinas, 01/10/75.

Ali no daba más. Hacía varios rounds quería retirarse. Pedía que le cortaran los guantes, agobiado por el calor y los salvajes golpes de Frazier. Pero su técnico se lo impedía. Le rogaba. “Sólo un round más, campeón”, decía Dundee. Obedeció Ali. Se paró, como un fantasma herido y ciego. Y erguido por última vez, no acreditó lo que sus ojos nublados veían: Frazier no se levantaba. Se había rendido. Dundee abrazó a Ali. Había triunfado gracias a su espíritu inquebrantable y a la sapiencia de su técnico.

EE.UU. está generando su primera crisis autoinfligida. Por decisión propia. En base a las razones equivocadas. Contra la opinión de la gran mayoría de los técnicos. De los que hablaron y los muchos que callaron. Los efectos de estas equivocaciones duran años. Nosotros lo sabemos bien porque fuimos unos adelantados en materia de autosabotaje. Ya van 12 largos años desde que el 2014 decidimos tomar la inexplicablemente transitada ruta de la autoflagelación.

Igual que en EE.UU., en Chile los tecnócratas aguafiestas la cantaron antes. “Ya pasó el tiempo de los técnicos”, les contestaron. Una frase para enmarcar. Claro, nadie quiere escuchar que hay que levantarse en vez de tirar la toalla. No. Los técnicos eran unos lateros profesionales. Contaban cuentos de Pedrito y el Lobo. Del Cuco. Mejor subir y complicar impuestos ad infinitum. Mejor crear inestabilidad. “Esto no va a afectar nuestra capacidad de crecimiento.” decían. Mejor aplicar dosis interminables de voluntarismo. Sumar puntos del PIB de recaudación que no llegan. Eliminar el FUT sin que ningún parlamentario logre explicar lo que es. Chutear el cumplimento del déficit al 2030. Ir no por una, sino por ¡10 Reformas Tributarias! Para terminar aquí. Con el 85% de la gente pensando que estamos chantados, con el agua hasta el cogote de deuda y sin que nadie se haga responsable.

La tendencia a elegir caminos equivocados es sorprendentemente popular. Sobre todo en Latinoamérica. Tenemos pasión por lo que no funciona: subir impuestos, intervenir los mercados, gastar de más, imprimir billetes. Cerrar la economía es un clásico. El Frente Amplio abogó por años replantear toda nuestra estrategia de apertura al mercado internacional. Hay un video derechamente delirante contra el TPP 11 que lo atestigua. El Presidente Boric critica hoy a Trump por hacer lo mismo que el diputado Boric pregonaba a tambor batiente 6 años atrás.

Lo increíble es que esto esté pasando en EE.UU., la nación más rica y sofisticada del mundo. Donde campea el imperio de la ley.

Ya en 1980, en un video de exactamente un minuto 54 segundos, Milton Friedman pulverizaba la idea de que una economía cerrada era capaz de prosperar, usando como herramienta un lápiz a mina amarillo. “Para hacer este lápiz se usó madera del Estado de Washington. El árbol se cortó con una sierra de acero construida con mineral de hierro venido de Australia. El grafito proviene de minas de Sudamérica. La goma de Malasia. Su soporte de metal, la pintura amarilla, la negra viene de otras partes del mundo. Gracias al sistema de precios, miles de personas de distintos países, que no hablan el mismo idioma, que no se conocen, trabajan en coordinación hacer este lápiz, que vale tan poco”, dijo.

Esta simple pero poderosa idea, en la boca de Friedman, el técnico supremo, es la con la cual Trump está chocando todos los días. Por eso tiene que inventar excepciones para los celulares chinos de Apple o para los autos de México. Por eso Ford, General Motors ni Tesla pueden construir un guidance para los próximos semestres. Por eso los containers se acumulan en los puertos de origen y ya no quedan bodegas de almacenaje. Por eso los trabajadores chinos deben volver a sus casas. La cadena virtuosa de Friedman funcionando a la inversa, chirriante, generando problemas en millones de lugares, saltando como pequeños o grandes petardos alrededor del mundo. Todo por no escuchar a los técnicos. Por apostar al voluntarismo. Por desdeñar el conocimiento acumulado por los que nos precedieron.

El mercado se va a ajustar. En eso está exactamente. Si superamos el Covid, seremos capaces de levantarnos de nuevo. Pero quedaremos aporreados y dolidos. Para EE.UU., el valor del dólar y sus activos de refugio sufrirán. Habrá inflación y menor crecimiento. El resto del mundo pagará un precio. Incluso los países que hagan lo correcto cargarán con el peso por un largo tiempo. Frazier también le hizo caso a su técnico Eddie Futch. Al comienzo del 14º round le dijo “Este es el último”, sin que Ali se diera cuenta. En el 15 no dejó a Frazier pelear más. Quería protegerlo. “Llegamos a Manila como campeones y nos fuimos como hombres viejos”, dijo Ali. Ninguno de los dos volvería a ser el mismo.

Emprendedor y panelista de Información Privilegiada de radio Duna.
Más sobre:OpiniónTrumpEstados UnidosComercioAli vs FrazierCaminos equivocados

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

Contenido y experiencias todo el año🎁

Promo Día de la MadreDigital + LT Beneficios $3.990/mes por 6 meses SUSCRÍBETE