Impuesto a las personas de rentas altas de 40% acercará a Chile al promedio de la Ocde

SII-21

Varios expertos tributaristas dicen que el incremento es una buena señal para la ciudadanía, considerando que el porcentaje en cuestión es adecuado para la realidad chilena actual.


Al concretarse el aumento a 40% de impuesto a las rentas más altas del país, (sobre $15 millones) el promedio Ocde vuelve a lucir más cercano: Chile queda a solo dos décimas del grupo que llega a 42%, mientras que supera con crecer el 33% que promedia la región. Para los expertos, el nivel que experimentará Chile una vez aprobada la reforma es el adecuado.

"Es un impuesto progresivo: mientras más ganas más pagas y naturalmente contribuye a la recaudación fiscal", dice Javier Jaque, académico de la Universidad de Chile.

Su opinión es compartida por Sebastián Guerrero, de Guerrero Valle y Garcés, quien indica que "dadas las circunstancias y realidad actual, es una medida que va en la dirección correcta. Es progresiva en cuanto afecta a las personas de mayores recursos".

En ese marco, Guerrero agrega que "se necesitan recursos para financiar las demandas sociales y esos impuestos tienen que venir de quienes tienen más, lo que va en la tendencia mundial".

Aunque Ignacio Gepp, de Puente Sur, admite que tiene motivos para creer "que eso no es necesariamente bueno para la economía en general, pero es un buen momento para mostrar a través de medidas concretas, como ésta, que la gente que tiene más va a pagar más".

Si bien Chile está distante del porcentaje que aplican otras de las naciones de la Ocde -con Suecia a la cabeza aplicando una tasa impositiva de 57% a las rentas más altas-, Gepp llama a poner las cosas en contexto. "Es difícil comparar a Chile con la Ocde solo en base al promedio de impuesto a la renta, considerando las prestaciones que ofrecen otros países", señala en referencia a la oferta de una salud y educación de calidad a la que acceden, por ejemplo, los ciudadanos suecos.

Una mirada similar ofrece Jaque, quien sostiene que "cuando se dice que Chile tiene una tasa de impuesto baja, esa comparación es un poco superficial por cuanto cada una de las personas tiene que pagar su plan de salud de manera independiente". En ese marco, considera que lo más pertinente es "separar rentas del trabajo y de las del capital" y revisar los beneficios que tienen estas últimas.

Hugo Hurtado, socio de Tax & Legal de Deloitte, ofrece una mirada diferente al consignar que "en la Ocde, el promedio de la recaudación que proviene de impuestos personales es de alrededor de un 24% y en Chile ese porcentaje llega a 10%", aunque destaca las diferencias de PIB per cápita con varias de las naciones del grupo, indica que Chile incluso está lejos de países similares como Portugal, donde ese porcentaje llega a 18%. Sin embargo, indica que se pueden aplicar alzas "a medida que el PIB per cápita comience a crecer".

La voz más disidente de los consultados fue Soledad Recabarren, experta de Recabarren & Asociados. Para ella, el aumento a 40% "afectará más a ejecutivos bien remunerados, que a grandes empresarios". Así, destaca que "si bien esta medida de incrementar la tasa marginal que afecta a los residentes en Chile recaudarás más impuesto, el incremento no será relevante".

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