La guerra fría tecnológica de EE.UU. y China que ya comenzó
Google y otras empresas estadounidenses suspendieron sus negocios con la china Huawei, ante la más reciente arremetida de Donald Trump en su contra. Beijing, por su parte, ya da señales de cuáles podrían ser las represalias.

Mientras las negociaciones comerciales entre China y Estados Unidos se encuentran estancadas, otro conflicto toma forma entre las dos mayores potencias económicas del mundo. Se trata de la guerra tecnológica protagonizada hasta ahora por Huawei, que hoy enfrentó los efectos en sus negocios de la nueva arremetida en su contra de la administración de Donald Trump.
Google suspendió sus relaciones con la compañía de telecomunicaciones china, en respuesta a su inclusión en la "Lista de Entidades", donde se encuentran personas y empresas que la Casa Blanca considera como un riesgo para la seguridad nacional. La gigante de Silicon Valley, así como el resto de las empresas estadounidenses, ahora deben conseguir una licencia para exportarle productos y software a Huawei.
Dicho permiso lo deben obtener de la Oficina de Industria y Seguridad, dependiente del Departamento de Comercio que publica la lista negra, dificultad que habría llevado a que los fabricantes de chips Intel, Qualcomm, Xilinx y Broadcom, también suspendieran hasta nuevo aviso sus suministros a la firma en cuestión.
Huawei, que además tiene a Meng Wanzhou, directora financiera e hija de su fundador, enfrentando en Canadá un proceso de extradición a EE.UU., lamentó la determinación de Google. "Hemos hecho contribuciones sustanciales al desarrollo y crecimiento de Android", indicaron en un comunicado, asegurando que continuarán proveyendo actualizaciones y servicios posventa a todos sus equipos.
Así, como fichas de ajedrez, las empresas de lado y lado se están moviendo en lo que los medios estadounidenses han denominado Guerra Fría Tech. "Esto solo puede acelerar el proceso de creación de una cortina de hierro digital que separa al mundo en dos esferas tecnológicas distintas, mutuamente excluyentes", señala el experto en tecnología de Bloomberg, Tim Culpan.
"Ahora podemos esperar que China redoble los esfuerzos para desplegar un sistema operativo de teléfonos inteligentes de cosecha propia, diseñar sus propios chips, desarrollar su propia tecnología de semiconductores (incluidas herramientas de diseño y equipos de fabricación), e implementar sus propios estándares de tecnología", añade.
El contraataque chino
Beijing se ha cuadrado con Huawei desde que Washington la acusa de espiar en favor de se gobierno y esta vez no fue la excepción. "China apoyará a sus empresas para que adopten las medidas legales necesarias", señaló Lu Kang, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, detallando que estaban monitoreando la decisión de Google. "EE.UU. presupone que otros países tienen la misma agenda oculta que ellos. Intenta difundir rumores y difamar a empresas de otros países para ganar ventajas competitivas impropias, pero no pueden presentar evidencia alguna", agregó.
Por otra parte, internamente en el país tiene lugar un intenso debate sobre las represalias que se deberían tomar contra EE.UU., tanto por el trato a Huawei como por el reciente aumento de aranceles a US$ 200.000 millones de importaciones. El presidente Xi Jinping ya estaría dando señales al respecto. En el marco de su primera gira nacional desde que escaló el conflicto comercial, visitó hoy JL Mag Rare-Earth, una empresa de procesamiento de "tierras raras". Se trata de 17 elementos, como el escandio o el lantano, vitales para la producción de tecnologías bajas en carbón, bienes electrónicos como teléfonos móviles y parte del armamento que usa el ejército estadounidense. China controla el 90% de este mercado, y de sus exportaciones depende EE.UU. en un 80%.
Una prohibición de las exportaciones de estos elementos generaría un daño de amplias dimensiones a su adversario geopolítico.
Sin embargo, las cosas se le podrían complicar más a China si el lobby estadounidense contra Huawei comienza a rendir frutos a nivel internacional. Si bien hoy la Unión Europea reiteró que su mercado sigue abierto para la empresa, el secretario del Interior del Reino Unido, Sajid Javid, señaló que comparte las dudas de sus aliados en inteligencia, como EE.UU. y Australia, por lo que podrían tomar una postura más dura en contra de Huawei, de cara al desarrollo de la red 5G.
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