Los nuevos aires que trae Pauline Vial al directorio de Clínica Las Condes

De perfil emprendedor, con fuerte foco en la experiencia de los usuarios y promotora de la nueva economía, la ingeniera comercial de 36 años aborda su primer año dentro del directorio de una de las principales clínicas del país. Militante de Evópoli y amante de los deportes y la navegación, también plantea su visión sobre los cambios que está viviendo el país.


Entre cientos de emprendedores independientes que trabajan en el edificio de WeWork de Apoquindo, está Pauline Vial Comber (36). En este lugar de coworking donde casi nadie es jefe de otro y donde se suele vestir ropa cómoda y andar sin formalismos, esta ingeniera comercial egresada de la PUC tiene su centro de operaciones.

Hace un año Vial ingresó al directorio de la Clínica Las Condes (CLC), con lo que se transformó en la directora más joven entre las pocas mujeres que ocupan estos puestos en las empresas abiertas en bolsa.

Menos del 10% de las empresas del Índice General de Precios de Acciones cuentan con alguna mujer en su directorio y menos si es sub 40. ¿Cómo lo hizo Vial? Ella responde que “con trabajo duro y harta suerte. Buscaban a mujeres y, sin conocer a nadie de los accionistas, alguien me recomendó. Llegué a una terna con otras mujeres que ya tenían experiencia en esto y yo representaba un mayor riesgo, porque soy joven”.

Así es como en CLC, firma controlada hace cuatro meses por Auguri, la oficina familiar de Cecilia Karlezi, una de las principales accionistas de Falabella, tomaron el riesgo.

Atraídos por la mayor diversidad que puede aportar alguien de la generación millennial, quienes conocen a Vial aseguran que ella ha aportado mucho en el potenciamiento de la experiencia del usuario, se le da natural cualquier disrupción tecnológica y siempre tiene en mente el modelo de una nueva economía.

Pese a su juventud, Pauline ha acumulado una variopinta experiencia profesional. Ha sido gerenta y también ha participado en directorios de firmas inmobiliarias y de retail, donde siempre ha sido la única mujer.

Partió trabajando en la firma consultora Insight Partner Group, donde asesoró a múltiples firmas del mundo del retail y de otros sectores productivos. Dice que fue su gran escuela, donde todas las cosas que aprendió allí las aplica hoy en su trabajo en la clínica. Luego inició un emprendimiento familiar de construcción de viviendas de materiales innovadores y con aislación térmica completa. Sin embargo, el emprendimiento no funcionó.

Sin bajar los brazos se insertó en empresas de arquitectura e inmobiliarias, hasta que en 2016 volvió a la carga en el mundo del emprendimiento. Esta vez, montó junto a una amiga una firma de snacks saludables. Pese a que obtuvieron un fondo de Corfo, les entraron a robar a la fábrica y perdieron todo.

Es así como desde 2017 y hasta el día de hoy, le dedica gran parte de su día a día a un negocio familiar. Se trata de Tompetrol, una distribuidora de combustible diésel en las regiones de O’Higgins y del Maule.

La meta de ser la top

Pauline siempre tiene metas desafiantes rondando en su cabeza, y eso aplica a todos los ámbitos de su vida. Nunca deja de hacer deporte, y en la más reciente Maratón de Berlín alcanzó su objetivo de clasificar a la competencia de Boston, dado que cronometró tres horas y veinticinco minutos, lo que le valió ubicarse en el lugar 679 dentro de las 13.245 competidoras.

En la Clínica Las Condes, Vial comenta que ha tratado de involucrarse “lo que más pueda para aportar y apoyar a la administración en todos los cambios que estamos haciendo para posicionar a la clínica como la top de Latinoamérica. Nuestro gran activo son los médicos y en la parte administrativa estamos impulsando muchas medidas que la llevarán a estar siempre en el top of mind a nivel continental”.

La directora recalca que “estamos impulsando un paquete de 45 medidas importante, priorizando las que nos van a permitir reflejar la mejor gestión en la experiencia del usuario. Tenemos un centro de innovación muy fuerte y estamos muy enfocados en crear el nuevo centro del cáncer”.

Su paso por CLC no le ha significado a esta profesional ser solamente directora de la clínica. También es la presidenta del directorio de la compañía de seguros de CLC. “Ha sido una gran oportunidad poder involucrarme de mayor manera a una industria anexa que es bastante diferente a una clínica. He aprendido muchísimo y hemos tratado de llevar esta compañía de seguros a que no sea solamente una empresa financiera, sino que sea un apoyo al paciente. Tenemos 188 mil primas, siendo los pioneros en los seguros de salud. Somos número uno del mercado de seguros de salud, con más de un tercio del mercado”, detalla.

Feminista y sin miedo a una nueva Constitución

No teme plantear sus posturas frente a lo que ocurre en el país. Vial piensa que todo el giro que ha tomado Chile desde el 18 de octubre pasado “va a marcar una tremenda oportunidad”, y reflexiona que “en los últimos 30 años hemos avanzado como país, pero ahora vamos a ser capaces de potenciar eso e igualar la cancha (...) Lo más importante es involucrarnos todos y poder aportar en los cambios. El proceso constituyente llega en un momento clave”.

Ante la opción del “apruebo” o “rechazo”, Vial no duda. “Para consolidar todo lo bueno que se ha logrado en Chile y poder mejorarlo, sería bueno tener una nueva Constitución, no me da miedo y creo que es positivo”.

Lejos de quedarse en lo discursivo, quienes conocen a Pauline coinciden en que le gusta hacer más que hablar. Es así como milita y participa en un partido político, Evópoli, aunque advierte que no es con fines de lograr cargos. “Prefiero aportar desde la gestión, pero no me veo como política”, dice.

Al ser consultada por si se considera feminista, responde que “si lo tomamos como dice el diccionario, en la igualdad entre el hombre y la mujer, soy absolutamente feminista”. Cree que con iniciativas puntuales se puede lograr equiparar la brecha de oportunidades entre mujeres y hombres. “En la medida que he ido creciendo, me he dado cuenta que es muy difícil para las mujeres lograr estos cargos, por lo que es importante poner cuotas para equilibrar la oferta y la demanda. Una vez que haya equilibrio, las cuotas se podrán liberar”, estima. También Pauline, que tiene cuatro hijos, resalta que “la coparentalidad es fundamental”.

Navegando en el mundo empresarial

Además del senderismo, la bicicleta y las maratones, la navegación es su gran pasión. “Con mi familia hicimos el mismo viaje que Cristóbal Colón y cruzamos el Atlántico en velero -sin motor- en 2002, cuando entré a la universidad. Cuando volví, Juan Andrés Fontaine me puso un 1 en el examen, porque no fui nunca a clases. Con ese viaje nos trajimos el velero al sur de Chile (...) espero cruzar el Cabo de Hornos y obtener así el título Albatros, que es el cruce más difícil que puede tener un navegante”, confidencia la directora de CLC.

La ingeniera comenta sus sueños en torno a la vela. “Algún día voy a jubilar y me voy a ir a mi velero a recorrer el mundo. Es la vida más simple que te puedas imaginar. Siempre la gente piensa que es navegar con un Martini, pero no. Es trabajar todo el rato por el viento y las cuerdas. Vives con la naturaleza, tienes que lavar los platos con agua de mar y compostar todo para no tener residuos, porque estás tres semanas en alta mar y no tienes cómo llamar a Cornershop, ni cómo llenar los estanques con agua dulce. Entonces, o te buscas una vertiente para tomar agua o tienes que racionar. Es volver a lo básico”.

Ya más en tierra, la presidenta de CLC Seguros confidencia cuál es la visión que se ha podido armar del rol del empresariado en su corta, pero intensa trayectoria. “Son fundamentales para el crecimiento del país. Demonizarlos por un par de casos específicos de fallas graves y absolutamente condenables, no me parece”, dice. ¿Le interesaría participar a futuro en el mundo gremial, que recientemente estuvo buscando liderazgos femeninos para su conducción? Responde que “no me cierro a nada. Me gusta el riesgo, por eso tomé el desafío de entrar a CLC. Me tiro en bicicleta desde un cerro, me puedo caer y dar mil vueltas, pero me paro y sigo. Puedo cruzar el Atlántico, tener hambre y pesco algo para comer. Mi vida personal y laboral no se separan mucho”.


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