Qué es y cómo lograr el “propósito” corporativo según tres autores de libros enfocados al mundo empresarial

En una sala de directorio similar a esta, las empresas abordan sus propósitos corporativos.

¿Cuánto hay de marketing? ¿Cuánto de convicción? ¿Es realmente necesario? ¿Cómo se establece? Aquí, algunas respuestas sobre la tendencia de las prácticas sostenibles.


La jaula de Oro

Alexis Camhi, fundador Observatorio de la Conciencia Empresarial

La jaula de oro. Cómo liberarte del día a día de tu empresa, se llama el libro del ingeniero civil industrial Alexis Camhi, quien además tiene un magíster en Economía en la U. de Chile y un MBA en el MIT. “El propósito es uno de los conceptos más importantes hoy en el mundo empresarial, pero estamos corriendo el riesgo de que se use mal, porque está de moda”, comenta.

Camhi, quien ha trabajado en multinacionales, empresas familiares, startups y además como consultor internacional con McKinsey & Company e inversionista ángel, dirige el Observatorio de la Conciencia Empresarial, el cual se conecta con su libro que propone un método para que los empresarios den inicio a una transformación para ser parte de un mundo más sostenible: “Lo primero, es establecer que el propósito se trata de un anhelo. Es como la Estrella del Norte, que te guía hacia dónde quieres ir, pero que nunca la alcanzas. Muchas veces se confunde con algún objetivo empresarial, que es distinto. Además, debe tener una épica, para que el empresario se convierta en el héroe de su historia. Pero, sobre todo, debe plantearse con respecto a los otros, ya que por definición el propósito tiene que estar al servicio de algo más grande. Hay que conectarlo con un dolor o una necesidad de la sociedad o el planeta”.

La propuesta del socio de la consultora Alexis Camhi Advisory, es que para que un empresario logre encontrar ese propósito personal y el de su organización, necesita tiempo de calidad para reflexionar en cómo avanzar en la conciencia empresarial. “Tienen que salir del agobio del día a día, pero muchos no pueden hacerlo, porque están en su jaula de oro”, dice, y agrega que “en Chile estamos en el comienzo de esta nueva era de la conciencia. Cada vez hay más empresas que tienen un propósito definido, pero hay que cuidar que no sea sólo una herramienta de marketing o una declaración vacía. Debe estar integrado en el modelo de negocios de la empresa. Cuando ello ocurre, hablamos que la organización cuenta con un modelo de valor, donde no sólo es rentable, sino que contribuye al bien común. Mi apuesta es que esta será la norma en el tiempo de las empresas exitosas. Las empresas conscientes son el modelo a seguir”.

Capitalismo. Una historia sobre innovación, inversiones y el ser humano

Jeannette von Wolfersdorff, economista y ensayista

En su libro Capitalismo. Una historia sobre innovación, inversiones y el ser humano, la economista de la Universidad de Aquisgrán (Alemania), Jeannette von Wolfersdorff, reflexiona sobre el capitalismo y sus posibilidades actuales para la sociedad, tomando como base un análisis histórico de los dos últimos siglos, pero conectándolos con hitos actuales, como la pandemia por Covid y otra serie de elementos. “El propósito de una empresa es lo que hace”, comienza diciendo, y agrega: “No son entonces sus intenciones, sino lo que finalmente logra materializar”.

Jeannette von Wolfersdorff

Así, Von Wolfersdorff prosigue: “El propósito actual de nuestra economía es su curso actual, no lo que quizás podría resultar en 20, 50 o 100 años. Una empresa podrá tener intenciones de transformar su curso en el futuro, y de aumentar el valor que aporta para la sociedad. A la vez, si vende productos dañinos para el consumidor -quizás por usar dosis excesivas de azúcar, sodio, o ingredientes que causan adicción o inflamación- no podrá sostener, entonces, tener como propósito general crear valor para la sociedad. El propósito no necesariamente es positivo, ni necesariamente es lo que la empresa tenía en mente a nivel teórico. Como decía Stafford Beer, desde la teoría de sistemas, ‘no tiene sentido afirmar que el propósito de un sistema es hacer lo que constantemente falla de hacer’”.

La economista recuerda que fue la declaración del Business Roundtable en EE.UU., sobre la importancia del propósito de las empresas (2019), lo que incentivó un mayor debate a nivel internacional sobre este tema. “La falta de sostenibilidad y la concentración de poder en los mercados requieren no sólo de una dosis gigante y renovada de competencia. Como primer paso, requieren de una mirada renovada e inspirada en el funcionamiento de sistemas complejos que existen a lo largo del planeta y del universo. Si el paradigma y propósito mismo de nuestro sistema económico estuviera inspirado en ello, se facilitaría la transición hacia un capitalismo regenerativo, como lo promueve el Capital Institute en EE.UU. Finalmente, es ello lo que permitiría a las empresas tener propósitos más auténticos y efectivamente positivos para la sociedad”, explica Von Wolfersdorff.

Despropósito. El sentido empresarial y cómo la corrección política amenaza el progreso

Juan Ignacio Eyzaguirre, vicepresidente ejecutivo de Nexans

El nombre del libro del ingeniero civil Juan Ignacio Eyzaguirre es bastante revelador: Despropósito. El sentido empresarial y cómo la corrección política amenaza el progreso, analiza cómo en un mundo globalizado y de constantes cambios, no basta con que las empresas sean eficientes. También están exigidas a ser agentes de cambio, para lo cual deben contar con legitimidad social. Eyzaguirre, quien actualmente reside en Francia, tiene un MBA y un máster en Administración Pública en la U. de Harvard. Fue jefe de gabinete del expresidente Sebastián Piñera y miembro del Consejo del Sistema de Empresas Públicas (SEP), además de tener una importante trayectoria académica.

Con respecto al propósito, su libro plantea que “muchas veces las empresas tienen la ambición de quedar bien con todos. De ser políticamente correctas. De salvar el mundo o declarar que son “buenas”… Creo que eso es completamente errado”. Eyzaguirre argumenta: “Lo importante es analizar los aspectos fundamentales de por qué cada empresa existe, ya que al final, una compañía es la coordinación entre un capital que se aúna y de personas que se organizan para resolver un problema, que muchas veces se trata de la producción de un bien o un servicio que necesitan las personas. Si ese problema no existiese, la empresa tampoco”. Y esa es la reflexión que deben hacer los directorios, dueños de empresas y gerentes, afirma Eyzaguirre. “Ese debiese ser el ejercicio para definir su propósito, en lugar de tratar de quedar bien con todos y de paso desorientar la verdadera misión y estrategia de la empresa. No todos pueden ser superhéroes salvando al mundo, porque las empresas tienen que producir sus bienes y servicios para las necesidades de la gente”, sostiene. Sobre Chile, el actual vicepresidente ejecutivo de Nexans dice que “hay mucha discusión sobre el asunto, lo que es valioso. Sin embargo, veo que está también la confusión entre armar un propósito que suene bien y definir el rol al que está llamada la empresa en cuanto a servir a la sociedad. Y, justamente, el libro entra en esa discusión, para que las empresas traten de encontrar de forma honesta su propósito y alinearlo con su visión y decisiones operacionales”, concluye.

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