Reasignación dinámica y racional de derechos

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Así lucía el río Aconcagua el pasado 23 de agosto, a la altura de Quillota. Foto: Devdi Missene.

La sustentabilidad en recursos hídricos se puede resumir en que el agua esté limpia y alcance para todos, incluidos los ecosistemas.


Actualmente, en Chile muchas fuentes hídricas naturales ―tales como ríos, esteros, lagos y acuíferos― tienen problemas de sobreextracción, principalmente aquellas más escasas en agua, como las del norte y centro del país. En algunas, el agua no alcanza para los requerimientos ecosistémicos, cubrir el consumo humano o existen conflictos entre los usos productivos, en otras el agua abunda sin que se pueda extraer. Los problemas anteriores son multicausales, pero se relacionan con los derechos de agua y su lenta reasignación hacia las necesidades que generen mayor bienestar. Parte de la solución es dinamizar los mercados de aguas, con foco en la sustentabilidad y cooperación público-privada.

La sustentabilidad en recursos hídricos se puede resumir en que el agua esté limpia y alcance para todos, incluidos los ecosistemas. La cantidad posible de extraer se regula con la emisión y tenencia de derechos de aguas, a objeto de evitar un uso indiscriminado. Cuando no quedan aguas disponibles en un río o acuífero, no se deben constituir nuevos derechos y el mercado debiera funcionar como 'el' mecanismo de reasignación del recurso hídrico. Este sistema suele fallar, dado que a veces se otorgan derechos de agua más allá de lo sostenible y, en otras ocasiones, no se produce una reasignación rápida ni óptima.

Para corregir las fallas es necesario que tanto el Estado como los privados, en favor de cumplimientos ambientales, ingresen a los mercados y adquieran derechos de agua para que el primero pueda razonadamente: extinguir derechos, cuando la fuente esté sobreotorgada; constituir caudales ecológicos, especialmente en cuencas donde se entregaron todos los derechos antes de que existiese esta obligación; reasignar hacia agua potable rural, comunidades indígenas y/o pequeños emprendedores que no puedan acceder al mercado por sí mismos; e incluso almacenar agua en embalses o recargar acuíferos. La reasignación dinámica y racional de derechos de aguas es clave para evitar conflictos por el recurso. P

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