Tres de cada cuatro trabajadores que ganan el salario mínimo se desempeñan en la micro y pequeña empresa
Esto, según un informe de caracterización realizado por el OCEC-UDP. El proyecto de ley que fija el salario mínimo en $529 mil desde mayo y en $539 mil en enero del 2026 avanzó en la Sala de la Cámara de Diputados y pasó al Senado.
El proyecto de ley que reajusta el salario mínimo desde los $510 mil a los $529 mil desde mayo y a $539 mil en enero del 2026 tuvo un importante avance en su discusión legislativa. La sala de la Cámara de Diputados aprobó la iniciativa por 112 votos a favor, 11 en contra y 2 abstenciones y la despachó al Senado.
Uno de las metas que se estableció en la discusión por parte de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) es que el salario mínimo debe busca alcanzar la línea de la pobreza para un hogar de cuatro personas, que hoy está en $630.453.
Sin embargo, una caracterización que hizo el Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP) mostró que sólo el 12,1% de los trabajadores afectos al ingreso mínimo es proveedor principal de un hogar con 3 personas o más y en donde no hay otros ocupados.
Otro dato que entrega el análisis es que el 24,3% de los trabajadores que reciben el mínimo vive en hogares unipersonales o de 2 personas, en los cuales, con el monto del salario mínimo se supera el valor de la línea de pobreza.
A su vez, el 45,7% vive en hogares de 3 personas y más, pero sin ejercer el rol de proveedor económico principal del hogar, lo que significa que dentro del hogar hay otra persona que es la que realiza el mayor aporte en términos cuantitativos a la mantención del hogar.
“Las cifras revelan que la mayoría de los trabajadores afectos al ingreso mínimo vive en hogares en donde hay más de una persona ocupada y una minoría ejerce el rol de proveedor principal de un hogar con 3 o más miembros”, resalta Juan Bravo, director del OCEC-UDP.
En ese sentido, el economista añade que “estos datos sugieren un rol de la política social focalizada con el objetivo de que no existan trabajadores a jornada completa que sean pobres junto a su núcleo familiar y que, al mismo tiempo, no se dañe la generación de empleo dependiente formal en el sector privado”, afirmó Bravo.
Por rango etario
Cuando se analiza la prevalencia de trabajadores afectos al ingreso mínimo por tramo etario, esta caracterización muestra que esta es considerablemente más alta entre los jóvenes de 15 a 24 años que en el resto de la población en edad de trabajar. En este segmento es de 36,9%, cifra muy superior al promedio nacional de 19,5%.
“Este resultado no es sorprendente desde el punto de vista económico, pues uno de los componentes del capital humano es la experiencia laboral y, mientras mayor sea esta es más factible acceder a una mejor remuneración”, resalta el informe. Luego le sigue con un 22,4% quienes tienen 50 años o más y con el 22,4% las personas entre 25 años y 49 años con el 16,9%.
También se menciona que mientras mayor sea el nivel de calificación de la ocupación ejercida, dada por factores como el nivel de complejidad y responsabilidad, entre otros, menor es la posibilidad de ejercer empleos que reporten bajos niveles de ingreso y, en particular, que estén afectos al ingreso mínimo.
“Los datos confirman esta visión: entre los trabajadores que ejercen ocupaciones de baja calificación el 45,2% está afecto al sueldo mínimo, mientras que entre quienes ejercen. Ocupaciones de mediana calificación la prevalencia es de 23,1% y entre quienes ejercen ocupaciones de alta calificación la prevalencia de trabajadores afectos al ingreso mínimo es de sólo el 4,8%”, señala el informe.
Subsidio a las pymes
Uno de los debates que se dio en la Comisión de Hacienda es que a diferencia de los años anteriores no habrá un subsidio permanente para las pymes.
En este caso, Berner lo explicó así: en este proyecto se incorpora una normativa que permite gatillar un subsidio temporal para el pago del ingreso mínimo, a partir de enero de 2026, por parte de empresas de menor tamaño dependiendo si la inflación acumulada durante 2025 es superior al diferencial del salario mínimo entre enero 2025 y enero 2026.
“Se requiere terminar el año para saber cuál es la inflación con la que terminará el año, no es una cifra que sepamos hoy. El subsidio se va a generar a través de un reglamento, porque queremos tener la oportunidad de poder discutir con las empresas de menor tamaño respecto de cómo se va a ir dando, considerando que son ellos los sujetos de beneficio”, complementó Berner.
Precisamente esta discusión es relevante, ya que, entre los trabajadores afectos al ingreso mínimo, el 75,3% pertenece a la micro, pequeña o mediana empresa. Además, es precisamente en las microempresas es donde hay una mayor prevalencia de trabajadores que reciben el mínimo con un 32,2%, pequeña 24,3%; mediana 18,1% y gran empresa con el 11,4%.
En otro ámbito de la caracterización, al analizar por rama de actividad económica se observa que la rama de actividad con mayor prevalencia de trabajadores que reciben el mínimo es la de actividades de los hogares como empleadores, la cual está fuertemente asociada a los empleos de servicio doméstico. En dicha rama el 47,4% de los trabajadores lo recibe. Otras ramas con una elevada prevalencia de trabajadores con el ingreso mínimo son la rama agropecuario-silvícola-pesquera con 39,2% y la rama de actividades artísticas y recreativas con 30,9%.
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