Volvo Cars de Suecia anunció el lunes que recortará 3.000 puestos de trabajo, o alrededor del 15% de su fuerza laboral de oficina, como parte de un plan de reducción de costos de US$ 1.900 millones anunciado el mes pasado en medio de difíciles condiciones del mercado.

El fabricante de automóviles, propiedad del grupo chino Geely, dijo que los recortes tenían como objetivo “construir un Volvo Cars más fuerte y aún más resistente en un momento en que la industria automotriz enfrenta desafíos considerables en su entorno externo”.

De los 3.000 puestos de trabajo que se eliminarán, alrededor de 1.200 estaban en Suecia, así como 1.000 consultores basados ​​principalmente en el país nórdico, dijo Volvo Cars.

“La industria automotriz se encuentra en medio de un período difícil. Para abordarlo, debemos mejorar nuestra generación de flujo de caja y reducir estructuralmente nuestros costos”, declaró el director ejecutivo de la compañía, Hakan Samuelsson, en un comunicado.

Al anunciar el plan de reducción de costos en abril, dijo que Volvo Cars tenía que adaptarse a un “mundo más regionalizado”, refiriéndose a la guerra comercial entre China y Estados Unidos.

El grupo sueco tiene que hacer frente a unos aranceles más altos sobre los coches fabricados fuera de Estados Unidos, sujetos a un arancel del 25 por ciento desde principios de abril.

Volvo Cars anunció a principios de abril que aumentaría su producción en Estados Unidos y probablemente produciría allí un modelo adicional.

También inauguró a finales de abril una nueva línea de producción en su fábrica de Gante (Bélgica), dedicada a su pequeño SUV eléctrico EX30.

Como resultado de los recortes de empleos anunciados el lunes, Volvo Cars dijo que esperaba incurrir en un costo de reestructuración único de hasta 1.500 millones de coronas (158 millones de dólares), registrado en su informe del segundo trimestre.

A finales de diciembre de 2024, Volvo Cars contaba con alrededor de 42.600 empleados a tiempo completo.