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Redbanc: no hay riesgos para cajeros por fin a soporte de Windows XP

Dejando de lado su tradicional bajo perfil, Redbanc -la principal red de cajeros automáticos del país- salió al ruedo para mandar un claro mensaje: el fin de la mantención para el sistema operativo Windows XP no representa riesgo para los dispensadores conectados a esa red.

Cecilia Rojas, gerente de Riesgo y Seguridad de la empresa, indica que lo más importante es que el riesgo de seguridad del que se habla -para el caso de los cajeros conectados a Redbanc- está controlado por medio de dos medidas. La primera tiene que ver con el control de las redes de cajeros. "En nuestro caso, son redes privadas, no públicas y todos sus accesos están controlados a través de equipos de seguridad especializados llamados firewall, los que permiten controlar de manera muy explícita la comunicación entre cada cajero y el host de Redbanc".

La otra medida es un software a nivel lógico cargado en el cajero automático, basados en las llamadas Listas Blancas. "Eso es un software que blinda al cajero en términos de que permite que sólo se ejecuten aquellos procesos, programas y comunicaciones que están explícitamente definidos y certificados previamente por Redbanc", explica.



PROYECTO DE MIGRACIÓN
Lo que viene ahora es un ambicioso proyecto: a efecto de evolucionar con la actualización tecnológica de sistemas y aplicaciones para cajeros, Redbanc y los bancos dueños de estos dispositivos están en proceso de abordar la migración desde Windows XP a Windows 7 de los aproximadamente 6 mil cajeros automáticos conectados a su red, proceso que, de acuerdo a estimaciones internacionales, tomaría unos 18 meses a nivel central.

"Son proyectos complejos, porque por un lado se tiene una serie de sistemas que hoy operan con los cajeros automáticos, ya sea para cargarles software remotamente, para distribuirles campañas publicitarias o software de blindaje, por ejemplo. Todas estas aplicaciones están hechas y conversan con Windows XP. Ahora, los proveedores de estas distintas aplicaciones deben generar las versiones para operar con Windows 7 y eso significa varios proyectos en paralelo que requieren ser implementados y certificados", señala Cecilia Rojas.

En paralelo, viene el siguiente paso que se relaciona con los cajeros propiamente tal, los que también deben migrar a Windows 7.  Aquí intervienen temas de licenciamiento, a lo que se suma que hay que recertificar una serie de componentes que hoy están instalados en el dispensador. "En estos últimos dos años avanzamos e implementamos un proyecto para habilitar la lectura y validación del chip (de las tarjetas). Nuestra red está hoy habilitada para ese sistema de seguridad y poder operar con las tarjetas con chip. Ello implicó un proceso de certificación con las marcas internacionales (Visa, Mastercard, por ejemplo). Pero al cambiar a Windows 7 se debe volver a certificar todo esto", destaca la ejecutiva.

Lo último es la instalación del Windows 7 físicamente en cada  uno de los cajeros, lo que implica un proceso logístico con un plan de detalle y coordinación, para ir cubriendo paulatinamente la totalidad de la red de cajeros a lo largo del país.

Este proyecto se da en medio de otra situación que involucra a los cajeros automáticos: el decreto 222 que emitió el año pasado el gobierno de Sebastián Piñera y que establece que por temas de seguridad (en este caso física), los dispensadores deben ser reemplazados en un proceso de cinco años por otros nuevos con mejores medidas de seguridad.

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