Sistema estandarizado de autoevaluación empresarial

Hoy en día una de las variables que mayor importancia que los inversionistas le asignan al momento de evaluar una potencial inversión en una compañía es todo lo relacionado con su gobierno corporativo (GC). En este aspecto, los directorios ya no pueden estar sólo para resguardar los intereses de los accionistas mayoritarios. Deben influir en las decisiones para velar por la creación de valor de largo plazo de la compañía junto con ser al mismo tiempo un consejero y un contrapeso para el gerente general.
Según la OCDE “el GC implica un conjunto de relaciones entre la gestión de una empresa, su administración, sus accionistas y otras partes interesadas. También proporciona la estructura a través de la cual se fijan los objetivos de la compañía y se determinan los medios para alcanzar esos objetivos y supervisar el desempeño”.
Hace un tiempo la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) emitió un compendio de normas tendientes a mejorar la gestión de los gobiernos corporativos y que ha generado una importante discusión acerca de la capacidad real de aplicar algunas de éstas, como la que dice relación con la autoevaluación de los directores de las sociedades anónimas abiertas.
Esto implica que las sociedades anónimas abiertas tienen un plazo máximo hasta el 30 de junio próximo para ratificar si han adoptado o no 19 prácticas de gobierno corporativo establecidas por la SVS, lo cual está contenido en la Norma de Carácter General Nº341 (NCG 341).
En este contexto hoy me gustaría referirme a una interesante innovación recientemente lanzada, el Sistema Estandarizado de Autoevaluación Empresarial (SEAD), que es una plataforma creada por el destacado académico Alfredo Enrione del ESE Business School, Universidad de los Andes, y PwC, que implica proporcionar gratuitamente un instrumento probado, riguroso y confidencial de apoyo al Directorio en su labor de autoevaluar sistemáticamente los principales elementos del sistema y prácticas del Gobierno Corporativo de la Empresa.
Lo anterior significa un conjunto de beneficios para el Directorio dado que el SEAD apoya en la identificación de brechas de desempeño, de acuerdo a las percepciones de este mismo; genera aspectos cualitativos para mejorar el proceso de autoevaluación; desarrolla una base para medir la evolución del directorio en el tiempo, así como el éxito de las iniciativas de mejora que se pongan en práctica después del proceso de autoevaluación; y complementa la información solicitada por la NCG 341 en relación a las prácticas de gobierno corporativo
En resumen, el SEAD es una valiosa herramienta para la comunidad empresarial local en el importante campo de la gestión de gobiernos corporativos que merece destacarse y, por supuesto, utilizarse…
(*) El autor es socio de Alta Dirección y decano FEN Ucinf.
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