Un día en una estancia de la Patagonia

El día está despejado y hay cuatro grados. Estamos en el sur del mundo, la Patagonia, y para la temperatura que se acostumbra en esta zona, la sensación térmica es amigable.
A sesenta kilómetros de la ciudad de Puerto Natales, en la región de Magallanes, se encuentra la estancia Cerro Negro. Un terreno de seis mil hectáreas pertenecientes a una familia croata, los Kusanovic.
Nos recibe José Luis Emmott de 42 años, un gaucho baqueano- algo así como un "huaso", pero de la Patagonia- usa una boina, un pañuelo rojo, botas de cuero y un cinturón tejido. Hace dos años que José Luis vive en la estancia con su señora, y dos hijos, en una casa cerca de la casona principal. Se encarga de administrar el lugar para cuando llegan los turistas y nos espera con un asado de tres corderos al palo,
El croata José Antonio Kusanovic Yercic llegó a Chile en 1900 en busca de oro. En vez, instaló una carnicería en el centro de Punta Arenas el año 42. Con la venta de carne, se hizo necesario producir el ganado para después venderlo, y así nació la Estancia Cerro Negro. Todo lo que hay en la casona-la mesa del comedor, las sillas, la cocina, el lavatorio y la tina del baño, el escritorio y un piano-son originales de la época y están conservados en perfectas condiciones. En 1926 nació José Antonio Kusanovic Senkovic , quien heredó la estancia Cerro Negro y además en 1976 compró la estancia Cerro Paine donde se ubica el Hotel las Torres. Actualmente, son sus hijos - Liliana, Mauricio, José Antonio,y Vesna- los dueños de ambas estancias.
José Luis nos presenta a Sarko, su perro ovejero, mezcla de border collie con kelpie. Con él arrea a las ovejas, la estancia tiene más de 5.000. Además hay cerca de 300 vacas y unos cuantos caballos. Sarko se alimenta de las mismas ovejas y corderos que cuida, mata un animal casi una vez al mes. Pero de todas formas José Luis explica que es mejor eso, a que venga "el león" y mate a todo el ganado. El puma es uno de los animales salvajes que vive en la Patagonia "en el bosque de la estancia pillamos uno el otro día", comenta José Luis quien explica que de vez en cuando, el animal baja por comida, pero que en general los pumas que viven en las alturas, le tienen miedo a las personas y por eso escapan de ellas.
Después del cordero, nuestro anfitrión muestra el "show del perro ovejero". Abre un cerco donde sale un grupo de más o menos 10 ovejas, Sarko las persigue y las guía. El ovejero tiene poco más de un año y hace caso en todo a su amo. Hace basta que el gaucho silbe una vez, y Sarko está junto a él. José Luis le dice "atrás", y el perro se para detrás de las ovejas, les ladra para que avancen. Para él el trabajo parece más bien un juego.
El día termina con la esquilada de una oveja. El kilo de lana "ultimate premium", que luego se exporta, tiene un precio cercano a los doce dólares. Dentro de un galpón, José Luis aparta a dos. Intenta esquilar la primera pero ésta no se deja. Aunque la segunda pesa 90 kilos, resulta ser más mansa. En menos de 20 minutos la oveja está lista. De cada animal-los cuales se esquilan una vez al año, tarea que demora más o menos cinco días- se pueden sacar entre 5 y 8 kilos de lana.
De a poco comienza a bajar aún más la temperatura. Corre bastante viento. "Esas son nubes de nieve, en cualquier momento se pone a nevar", exclama Jose Luis y agrega "hoy día en la mañana cayó mucho granizo". Parece que el buen tiempo no nos acompañará durante todo el viaje. Llegamos al hotel Weskar en Puerto Natales y tenemos la tarde para descansar. Nuestro próximo destino: las Torres del Paine.
ACTIVIDAD ECONÓMICA DE LA ESTANCIA
Cerro Negro recibe cada temporada-que se abre en agosto y cierra a fines de abril-a unos 2.000 turistas. Además de la venta de lana de oveja, la estancia tiene como importante actividad económica la venta de corderos para exportación. José Luis cuenta, que se venden alrededor de 3.000 a 4.000 al año a un precio cercano a los $50.000.
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