Varias veces me han pedido recomendar un vino chileno con el objetivo de guardarlo por muchos años. Generalmente, han sido familiares de recién nacidos con la ilusión de poder disfrutar la botella cuando éste cumpla dieciocho años, se titule o se case.

En primer lugar, debo aclarar que se trata de una costumbre de origen inglés, donde solía comprarse una botella- o caja - de oporto para este objetivo, un vino con características distintas a las que se tienen en mente cuando pensamos en una botella de vino para celebrar la mayoría de edad de un nieto, por ejemplo.

Es por eso que no deben sorprenderse cuando les responda que no es común encontrar un ejemplar que reúna los requisitos adecuados para madurar y envejecer en la botella, manteniendo sus propiedades en óptimas condiciones. Quizá por lo mismo, en Chile no es una tradición arraigada. De todos modos, quienes opten por adoptarla deben saber que, a diferencia de algunos europeos, la mayoría de los vinos chilenos alcanza su peak de maduración mucho antes de los dieciocho años. Además, los que sí lo hacen son tan escasos que sus precios son generalmente muy elevados.

Un vino que alcanza su esplendor de la mano del tiempo presenta ciertos elementos que lo distinguen y definen su carácter: acidez, estructura y concentración de fruta. La presencia de estos tres componentes debe ser potente y correctamente balanceada, combinación que sumada al paso de los años resulta en un vino que merece ser reservado hasta el final de las comidas, idealmente para el momento de los quesos.

En nuestro país, son muy pocos los vinos capaces de mostrar una longevidad cercana a las dos décadas y el riesgo es bastante alto. Sin embargo, hay botellas que, sin duda, merecen un largo reposo antes de ser abiertas.

De todos modos - y como regla general - ni el más añoso de los vinos soportará la guarda si ella no se hace en un lugar oscuro y fresco, manteniendo la botella “acostada”, de manera que el corcho permanezca húmedo.

Personalmente, creo que estas celebraciones son igualmente disfrutadas con un buen vino más joven. Claro está que no tendrá la magia de ser contemporáneo con el homenajeado, pero sus propiedades serán igualmente festivas.

*Gerente Viña De Martino & Wine MBA Bordeaux Management School