24 horas o más de 6 meses. Esta es una de las brechas que existe entre los casinos municipales y los fiscalizados por la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ). ¿La razón? Mientras los casinos municipales como Arica, Iquique, Coquimbo, Viña del Mar, Pucón, Puerto Varas y Puerto Natales deben acudir sólo a las respectivas autoridades comunales para cualquier ampliación de la zona de juego, los 17 casinos regulados deben presentar sus proyecto de intervención a la SCJ, proceso que puede tardar hasta más de seis meses.

Hoy existen en Chile dos industrias de casinos de juego, sometidas a regímenes completamente diferentes en cuanto a su autorización, funcionamiento y fiscalización.  Esto determina, por ejemplo, la rapidez con que cada operador puede hacer frente a los efectos de la Ley de Tabaco. Enjoy ya habilitó en Viña del Mar y en Coquimbo nuevas salas de juegos que en el primer caso implica sumar 300 máquinas tragamonedas, la implementación completa estará el 20 de noviembre de este año. Sin embargo, estos plazos no han corrido por igual para los casinos creados bajo el amparo de la Ley N° 19.995 del año 2005.

Tal como explica la SCJ, los 17 casinos bajo su supervisión deben solicitar autorización para realizar modificaciones sustanciales a sus salas de juego y servicios anexos. "Los procesos de solicitud de modificación del casino son complejos, ya que contemplan a lo menos 3 etapas. En el caso que la modificación sea sustancial la solicitud debe ser autorizada por el Consejo Resolutivo. A la fecha se han recibido seis solicitudes para habilitar terrazas para explotar alguna categoría de juego de las cuales cinco ya fueron evaluadas y cuyas resoluciones finales se encuentran en elaboración y serán dadas a conocer en los próximos días", dijo a PULSO la SCJ.

Las solicitudes evaluadas por el Consejo Resolutivo son las presentadas por Operaciones El Escorial (Enjoy Antofagasta), Casino Rinconada; San Francisco Investment (Monticello Grand Casino), Casino de Colchagua y Marina del Sol.

El gerente general de Monticello, Vicente Figueroa, es crítico en cuanto a este proceso: "Hasta no tener el documento formal es lo mismo que no esté aprobado. Quiero pensar que los trámites son de tipo mayor y eso los ha atrasado. Pero la gran diferencia está en que si a los casinos no regulados por la SCJ se les ocurre una idea, en 24 horas puede estar operativa, como las terrazas para fumadores",  y agrega que "los casinos municipales están bajo una ley muy antigua y eso permite que cualquier  actividad, que esté bajo las leyes normales, la pueden llegar e implementar".

El presidente del directorio de Marina del Sol, Nicolás Imschenetsky, añade: "Para adelantar el trabajo, mientras no recibimos la autorización, estamos prefabricando todas las cosas y eso tiene costos adicionales. O sea, además de demorarse tenemos que pensar en soluciones más caras para que sean rápidas de instalar. Competimos en forma dispareja porque no tenemos las mismas reglas".

La SCJ explica que durante la evaluación "se hace un exhaustivo análisis de los efectos y consecuencias de la modificación solicitada, atendiendo al incremento tanto en la superficie, como en la inversión y en la oferta del casino. Por lo tanto, no se puede establecer un promedio de tiempo respuesta, porque éste depende de la complejidad de cada solicitud".

El proceso para adquirir los permisos de los casinos municipales es distinto, tal como explica el gerente general de Enjoy Viña del Mar, Mauricio Maurel: "Le presentamos la idea a la Municipalidad, quien estuvo de acuerdo en tener un espacio al aire libre para que la gente pudiera disfrutar de la entretención; se realizó un proyecto en conjunto que además fuera armonioso con la arquitectura de este histórico inmueble. Lo mismo pasó con la Seremi de Salud, que al ver que teníamos todo bajo la norma aprobó el proyecto sin problemas".