Falta de inclusión, estigma social y discriminación: la compleja realidad diaria que vive una persona sorda en Chile

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El presidente de la Asociación de Sordos de Chile (Asoch), Gustavo Vergara, aclara los conceptos clave y derriba algunos estigmas que rodean a la comunidad. ¿Qué es la Comunidad Sorda? ¿Cuántas personas en Chile saben lengua de señas?


En Chile, la Encuesta de Discapacidad de Dependencia (Endide) 2022 -publicada el mes pasado-, da cuenta de que un 17,6% de las personas adultas presenta algún grado de discapacidad. Más de 2.700 millones de personas. Respecto a discapacidad severa, la cifra ronda los dos millones. Las personas que viven con algún grado de pérdida de audición serían parte de los resultados.

“No hay cifras exactas”, responde el presidente de la Asociación de Sordos de Chile (ASOCH), Gustavo Vergara, ante la pregunta por cuántas personas sordas hay en Chile. “Se maneja la cifra de 800 mil”.

Esta cifra vendría del Segundo Estudio Nacional de la Discapacidad de 2015, que declaró que alrededor de 712 mil de las personas con discapacidad tiene algún grado de pérdida de audición, y cerca de 180 mil “tendría sordera total”. Este documento se también se utilizó para la Endide 2022. Siete años después de su publicación, es una de las referencias principales para estimar las cifras de personas sordas en el país.

Los censos no incluyen una variante de discapacidad y los estudios suelen ser con un universo limitado.

Sin embargo, el desconocimiento de estadísticas no es lo único excluyente y preocupante: la mayoría de los chilenos no sabe realmente lo que significa ser sordo, ni que existe toda una cultura, lengua, estigmas y conceptos erróneos que rodean a la comunidad.

Niña utilizando lengua de señas. Foto de Unsplash.

Comunidad Sorda: significados y lengua

En primer lugar, hay que aclarar un par de cosas relacionadas al lenguaje que, si bien no nos damos cuenta, constituyen otro factor de exclusión. El presidente de la Asoch, Gustavo Vergara señala: “Los doctores estudian para sanar a las personas y siempre han querido sanar a los sordos, pero ser Sordo (en mayúscula) es una condición, no una enfermedad”.

Para complementar lo anterior, la autoridad aclara algunos puntos y conceptos:

1. “sordos” con minúscula se refiere al sordo con visión médica, mientras que “Sordo” es el concepto que se usa desde una visión de derechos.

2. De acuerdo a la Biblioteca del Congreso Nacional (BCN), la comunidad Sorda es “el grupo de personas que constituyen una minoría lingüística y cultural”. Según Vergara, es todo lo que rodea a las personas Sordas, como los intérpretes, los amigos, el colegio, la familia, entre otros.

3. Quienes aceptan su cultura e identidad se consideran Personas Sordas.

4. Para la comunidad Sorda, quienes no son sordos se denominan oyentes.

¿Cuántas personas saben lengua de señas?

Algo muy básico para la Comunidad Sorda, pero que muchos oyentes no saben, es que el “lenguaje de señas” no existe, es lengua, ya que cuenta con una gramática y estructura propia. La ley 21.303, artículo 26, la define como “la lengua natural, originaria y patrimonio intangible de las personas sordas, así como también el elemento esencial de su cultura e identidad individual y colectiva”.

Otro punto importante que destaca Vergara, es que no todas las personas Sordas saben lengua de señas, pero se trata de una herramienta importante como el audífono, el implante y la lectura labial.

Dispositivo para amplificar y mejorar la audición. Herramienta importante junto a la lengua de señas y la lectura labial. Foto de Pixabay.

El Estado reconoce la lengua de señas como la lengua oficial de las personas Sordas, pero el panorama de la sociedad -de los oyentes- dista mucho de esta realidad. Nuevamente, las cifras son inexactas, pero el presidente de la Asoch manifiesta que no hay tantas personas que saben lengua de señas como les gustaría: son alrededor de 400 interpretes a nivel nacional.

“Saber un poco de señas no los hace intérpretes, y eso es lo que necesitamos”, añade Vergara.

Un interés por aprender la lengua

El encargado de la coordinación de Preparación Ética, Manuel Salas, también alude a la vaga cifra de interpretes, pero, a la vez, contempla el panorama desde un punto de vista diferente y alentador. Preparación Ética es un preuniversitario que surgió de la necesidad de encontrar un punto de unión para las personas que buscan una instancia de estudio. Desde el 2020 imparten cursos de lengua de señas de manera online y con un aporte voluntario.

“Se conectaron 1600 personas” comenta Salas, sobre la primera clase abierta de lengua de señas, Cultura Sorda y abecedario. “Aquí hay algo que verdaderamente la gente está buscando”, señala que pensaron desde el preuniversitario.

Además, la mayoría de las personas que se conectaron -y se siguen- conectando a las clases, son personas que no se relacionan de forma directa con la comunidad Sorda. Ahora profesionalizaron sus cursos y Salas indica que, desde el inicio hasta ahora, unos 7 mil oyentes se han contactado con él para aprender lengua de señas.

El coordinador de los cursos señala objetivo de las clases es intentar suplir la brecha que existe respecto a la comunidad Sorda. Una de las aristas es enseñar a oyentes, como profesionales de la salud y trabajadores del Registro Civil, que suelen establecer contacto con personas que tienen algún grado de pérdida auditiva.

“La lengua de señas es parte de una cultura es muy importante, la Cultura Sorda. Es difícil compartir con las personas cuando no conoces su cultura”, añade Salas.

En el Instagram de Preparación Ética hay una sección llamada #derribandomitos. Allí explican, entre otras cosas, que el término “sordo mudo” es ofensivo para la comunidad Sorda y que la lengua de señas no es universal, pues cada comunidad desarrolla sus propios signos linguisticos.

Foto: Agencia Uno

¿Realmente es inclusión?

Si bien el Estado reconoce la lengua de señas como la lengua oficial de las personas Sordas e, incluso, ha implementado cursos para promoverla en establecimientos educacionales, los esfuerzos no parecen suficientes. No al menos si se considera, como mencionan desde la Asoch, que no basta solo con saber la lengua, sino con ser intérprete, profesionales que -recordemos- son menos de 500 personas en el país.

¿De qué serviría que un par de oyentes conozcan la lengua si, a nivel estructural, la sociedad no la maneja?

Vergara asegura que se importante para la comunidad Sorda que los oyentes se interesen por aprender lengua de señas, pero en términos de inclusión las políticas públicas no dan abasto.

“Hablan de inclusión, pero incluir un niño sordo en un colegio de oyentes, donde no se puede comunicar con nadie, no estaría siendo inclusivo”.

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