Semanas atrás, mientras seguía en directo y por televisión la caza al checheno por las calles de Boston (y mientras todos los locutores de noticiero postulaban su propia teoría conspirativa), recordé una página de periódico recortada tiempo atrás y guardada dentro de un libro de Philip K. Dick. Lo busqué y lo encontré y se trataba de un artículo aludiendo a un site -obra del artista canadiense Den Beauvais- que se proponía como la carta de presentación de toda una línea de juguetes psico-conspirativos-paranoides. Por entonces, la noticia era de agosto del 2012, entré sin problemas al site y me reí con ganas. Pero aquí y ahora, descubro que tecleo truthertoys.com y se me niega la entrada a la juguetería siniestra. ¿Qué pasó? En cualquier caso, googleando Illuminati Toys pueden encontrar imágenes e información sobre esta línea de juguetes ficticia, que incluye un avión de control remoto para dispersar sustancias químicas por el jardín de tu vecino, una versión banqueril feroz del Monopoly, muñequitos coleccionables para formar tu propia secta, una prisión femenina para Barbie, una guillotina à la Fisher-Price o un Mister Potato flaco y desnutrido.