Revista Que Pasa

Una obsesión: Vampiro pecho frío

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Los hombres somos lobos. Una especie gregaria, que tiene que madurar mucho y errar bastante antes de aprender las sutilezas que suelen seducir a una mujer. Los hombres somos también una raza predecible, que se mueve por instinto y que tiene motores sencillos, como la carne y la competencia. Clint Eastwood, Robert Downey Jr y Leo DiCaprio son lobos, porque en el cine son tipos que no tuvieron problemas para arrancarle la ropa a alguien con una sonrisa burlona en la cara. Que entendían que una blusa tirada en el suelo es una pequeña victoria. Y por eso uno duda de Edward, el personaje de Robert Pattinson en "Eclipse". Porque en esa escena donde Bella (Kristen Stewart) le pide algo tan primitivo y esencial como que le saque la ropa, él dice que no. Porque puede herirla. Porque él, dice, es un vampiro de vieja escuela. Y entonces todas las quinceañeras se unen en un suspiro enfermizamente adolescente. Pero claro, también es divertido. Porque afuera del cine no quedan vampiros. Afuera, de hecho, sólo quedan lobos. Así funciona la evolución.

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