La fórmula Schiess
Christoph Schiess es la cabeza de Empresas Transoceánica, un holding que se convirtió en uno de los más diversificados del país. En esta entrevista, el empresario habla de su estilo, qué piensa de sus pares chilenos, del gobierno y adelanta su próximo negocio: un parque de oficinas en Santa María de Manquehue en el que invertirá más de US$ 100 millones.<br>
Hay olor a nuevo en Santa María 5.888. Hace diez días el empresario Christoph Schiess se instaló en sus oficinas, una moderna construcción de más de 12 mil metros cuadrados, líneas curvas, ventanales y hormigón a la vista. Situado entre áreas verdes, una laguna artificial y una privilegiada vista al Manquehue, el edificio Transoceánica, que alberga a todas sus empresas, promete ser "el más verde" de Chile. Es, además, el primero, de un parque de oficinas -Business Park-, en el que Schiess invertirá US$100 millones.
"¿Y qué te parece?", pregunta orgulloso Schiess con su característico acento alemán, mientras destapa una botella de agua mineral Puyehue en la sala de reuniones. Se apresta a explicar por qué hoy es considerado como uno de los empresarios más diversificados del país: "La base de esta compañía la formó mi padre. Hace doce años, cuando me hice cargo, Transoceánica no manejaba muchos negocios, sino que más bien propiedades, desarrollos inmobiliarios e inversiones. Yo quise hacer más intensa la cartera de negocios propios, a los que en un principio uno ingresa basándose más que nada en la intuición. ¿Cómo funcionamos? Yo soy el de la idea. Luego se la cuento al equipo, que evalúa".
Hoy controla los hoteles Hanga Roa, Cottage de Uruguay y Alto Atacama, el Teatro del Lago y Agua Mineral Puyehue. Además, posee participaciones en Sudamericana de Vapores, Marinsa, Copec y Cencosud. Es socio en KidZania, Antarctic Dream, Banco Internacional, cerveza Kross, Framberry, Oleotop, Puerto Muelles de Penco y los colegios Dunalastair. A eso suma terrenos en La Dehesa -30 hectáreas-, Santa María de Manquehue -20 hectáreas- y Huechuraba -25 hectáreas-.
Pero su ansia diversificadora tiene límites. Schiess dice que jamás invertiría en casinos. Asegura que en los diez años que posee Puyehue le han ofrecido unas cien veces construir un recinto de juegos. "Siempre lo he rechazado, porque a nosotros, como familia, no nos atrae ese negocio. En Puyehue buscamos una filosofía contraria a lo que ofrecen los casinos. Estamos enfocados en explotar la naturaleza, lo ecológico, el espacio familiar".
-¿Cuántas veces al mes lo llaman para ofrecerle nuevos negocios?
-Uno permanentemente está recibiendo propuestas y analizando las oportunidades que se presentan.
-¿Le ofrecieron ingresar a LAN o a Chilevisión?
-No.
-¿Y le parece interesante ingresar a Chilevisión?
-No nos interesa.
-¿Qué tipo de negocios son los que le parecen atractivos para incursionar?
"Yo tengo padres alemanes, y sangre alemana, pero nací en Chile y mi país es éste. Me identifico completamente con Chile, y no se me ocurriría vivir en Alemania".
-Todo el tema de innovación, distinto e inexplorado, me atrae. No me interesa hacer lo que otras 30 personas ya han hecho. Quizás, en Chile si uno mira el pasado, se acostumbraba a copiar las buenas ideas. De un emprendimiento, al poco tiempo aparecían muchas ideas iguales. Por ejemplo, uno trajo los kiwis y al poco tiempo todos los estaban plantando. Luego por el exceso de producción, la mitad arrancó del negocio. Mi enfoque consiste en buscar proyectos que son un poquito más distintos. En ese aspecto es importante analizar las tendencias mundiales. Quizás hace 30 años a la gente que viajaba le interesaba llegar a algún hotel como el Hilton, Sheraton o Marriott, pensando en que ahí habría una pieza de un tamaño establecido y las cosas funcionarían bien. Pero hoy la gente viaja tanto, que busca otra cosa, busca una experiencia única. Esa experiencia única no es copiable, pues justamente la gracia es que sea algo que nadie más ofrece. Por eso me concentro mucho en buscar este tipo de negocios. Me preocupa mucho emprender.
-¿Teme al fracaso?
-Es muy importante fomentar las ganas al riesgo. En Chile es mal visto que alguien fracase en su emprendimiento.
-¿Ha fracasado?
-Claro que sí. Un ejemplo es la empresa Lácteos Frutillar -vinculada a los empresarios Marco Cariola y Carlos Alberto Délano-. Nos asociamos a ellos y hace un año y medio, cuando se complicó el negocio de la leche, decidimos cerrar la planta. Pero no me cabe ninguna duda que de repente encontraremos una interesante forma para abrirla.
Buscando oportunidades
El alemán Guillermo Schiess llegó a Valparaíso el 6 de julio de 1948, a los 23 años, tras huir del ejército ruso que lo tomó prisionero durante la II Guerra Mundial. Lo trasladaban en barco a Liberia cuando logró escapar.
Tras una larga odisea arribó a la V Región, donde tenía un tío que era dueño de un negocio de distribución de alimentos al por mayor. Sus primeras actividades fueron la venta de papas y chuño, y al poco tiempo inició la importación de electrodomésticos Miele desde Alemania.
A los 34 años, durante un viaje a su país natal conoció a su mujer, Alexa Schmitz, con quien se casó. En Santiago tuvieron a sus cuatro hijos: Claudio, Sonia, Christoph y Nicola.
En 1954 Schiess padre formó Transoceánica, empresa dedicada al comercio exterior. Treinta años después invirtió en Termas de Puyehue, que hoy contempla las Termas Aguas Calientes y el hotel Termas Puyehue Wellness & SPA Resort. Gracias a su buen olfato, se hizo de algunos de los mejores terrenos de Santiago para desarrollos inmobiliarios: La Dehesa, Santa María de Manquehue y Huechuraba. "Mi padre siempre andaba viendo oportunidades, incluso en vacaciones. No lograba quedarse tranquilo. Llegaba a un lugar y empezaba a pensar qué se podía hacer en él. Tenía una visión de largo plazo que en la universidad no se aprende", dice Christoph.
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