Un sencillo comedor  resguarda toda una nación de sánguches hechos en cocciones lentas, con mezclas sabrosas y jugadas. En la Republika del Sandwich nada hace presumir la complejidad de sus mechadas, lomos y arrollados, que entran a la olla con vino blanco, romero, tomates y merkén, cosa que los ingredientes vayan fundiéndose en cámara lenta. Y cuando tocan el pan, siempre de firme corteza, la combinación se transforma en un himno. Entre los mejores: Lomito Republikano ($4.500), con un suave chucrut casero, cebolla morada y tocino, en pan ciabatta; Comandante Marcos ($4.750), hecho con 150 gramos de mechada de plateada, guacamole y enjundiosa pasta de porotos negros; Huaso ($4.600), un arrollado terminado a la plancha, sabroso y pulcro, con palta y un estimulante pebre, en pan amasado; o el Dictador ($4.400), un costillar de cerdo cocinado hasta deshebrarse, con champiñones salteados y tomates confitados, en pan de chicharrón de jabalí. Más que democrático.

Republika del Sándwich. Providencia 1681.